OO3

132 24 12
                                    


𝗙𝗢𝗨𝗡𝗗𝗔𝗧𝗜𝗢𝗡𝗦 𝗥𝗘𝗕𝗨𝗜𝗟𝗧

𝗙𝗢𝗨𝗡𝗗𝗔𝗧𝗜𝗢𝗡𝗦 𝗥𝗘𝗕𝗨𝗜𝗟𝗧

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃

PASARON TRES días antes de que recibiera alguna palabra de la familia St. James. Ella había pasado ese tiempo en todo el ocio, con la libertad de alguien fuera para unas vacaciones de temporada. Había intentado explorar cada rincón de la ciudad pero, por desgracia, Deadwood era lo bastante grande como para que un esfuerzo de tres días no fuera suficiente.

No había conocido a nadie, aunque no tenía muchas ganas de hacerlo. El segundo día, una pequeña pelirroja se sentó a su lado en el almuerzo e hizo todo tipo de preguntas sobre su persona. Tras no obtener más que meneos de cabeza y palabras poco concluyentes, fue a sentarse en una mesa abarrotada por otras adolescentes precoces, murmurando descaradamente con el aire de quien acaba de oír el chisme más escandaloso. No es que Ellie le hubiera contado nada. Los pueblos eran así, supuso. Jackson era igual — encaprichado con la novedad de un recién llegado, ojos de águila volteándose y bocas finas moviéndose.

También se había topado con Aaron un par de veces mientras paseaba. Él se le acercaba con una de sus sonrisas luminosas y entablaba una charla amistosa: le preguntaba cómo estaba, si necesitaba algo. Tenía un aire encantador, una chispa que sólo se veía en las personas más extravagantes y extrovertidas.

Comer en el comedor había resultado ser una experiencia bastante agradable — necesaria en extremo, para alguien que había pasado meses sin alimentarse adecuadamente. La prueba era real y física. Una noche, después de ducharse, se había visto en el espejo y había tenido la estúpida desfachatez de sorprenderse ante la revelación—como si no se hubiera dado cuenta de su fácil fatiga, de su palidez creciente, de la forma en que se desvanecían sus fuerzas—. Los contornos de sus huesos empujaban contra la piel de un modo más visible de lo normal — la caja torácica sobresalía, las clavículas eran lo bastante profundas como para servir de cuencos, las extremidades más finas, frágiles, el tono muscular disminuido. Siempre había sido delgada, pero este estado de debilidad física era algo totalmente nuevo. Se preguntó si era visible para los demás, y sintió una ligera punzada de vergüenza ante la posibilidad.

Ni que decir tiene que intentaba comer bien, pero estaba resultando complicado. Su apetito era minúsculo y se saciaba a los pocos bocados. Se forzaba a tragar todo lo que podía, incapaz de soportar pasar un momento más en ese estado. También Ellie, en una especie de capricho surgido de tener una casa para ella sola, había intentado reunir ingredientes para cocinar algunas cosas, pero no se lo permitieron porque no estaba afiliada a ninguna familia en particular. Tal vez fuera lo mejor; nunca fue una experta en cocina.

Al mediodía del tercer día, cuando estaba a punto de dirigirse al comedor, encontró un sobre rojo bajo su puerta. El sello de cera era de oro reluciente y su símbolo era una pequeña espada. La carta que contenía decía, en las palabras más concisas:

𝗗𝗘𝗔𝗗𝗪𝗢𝗢𝗗, ellie williams  ㅤ❲  ESP  ❳Donde viven las historias. Descúbrelo ahora