Mi mundo de cabeza

6

Los dos meses siguientes la relación con Ian se fue a afianzando, me ayudaba con Henry en las tardes y lo pasábamos el día en su casa charlando o cocinando con su abuela, un par de veces se quedó hasta tarde en el Living de Casa vimos alguna que otra película, tratamos de no hacer ruido y dos veces nos quedamos dormidos nos despertó mi hermana cuando se levantaba para preparar la mamadera a mi sobrinito.
Las vacaciones estaban llegando a su fin se acercaba el momento de volver cada uno a su lugar de origen, adonde pertenecíamos, no habíamos vuelto a acercarnos de tal manera como esa noche, no volvimos hablar sobre nosotros pero hicimos como si nada y continuamos. Después de todo, quizás no nos volveríamos a encontrar en ningún punto y que mejor que todo quedará así.
Mi hermana no podía creer lo que había pasado entre nosotros moría de lo que estaba contándole.

Una de esas noches cenamos en casa de Ian con Henry que se moría a carcajadas con èl y mi hermana que me hacía gestos.
En oportunidad le había dicho que yo no haría nada, en el caso en el que se diera la iniciativa tendría que venir de él.

Sólo 15 días nos alejaban del regreso y parecía que todo lo había cambiado.
Una noche de calor extremo esos que te hacen ver que el verano ya se está marchando pero que no te olvides que aun esta allí.
El calor era sofocante y en la casa el único lugar donde había aire acondicionado era en la habitación que dormía mi hermana así que yo sólo tenía un ventilador que a esta altura funcionaba más de calefactor que de ventilador.
Me levanté y me fui al patio trasero no podía más, necesitaba que aunque sea el viento cálido de la madrugada me durmiera.
La noche estaba extremadamente estrellada así que me senté en las hamacas traseras esperando que el sueño me venciera y lograr caer dormida
Cerré mis ojos por un momento dejando que mi mente me llevara a un lugar de ensueños donde estaba todo muy fresco.
-Parece que no se puede dormir -dijo la voz que era de Ian y me sacó de mi paz
-Si el calor está tremendo- mencioné exhausta
-No podía dormir no solo por el calor sino porque estaba pensando en todo este tiempo que pasamos juntos-dijo
-Bueno pero ya todo volverá a hacer como antes y quizás en algún otro verano nos volvamos a ver- dije restándole un poco de tono a su relato
-Paris, de verdad esa noche en la camioneta quería besarte-
-Ian no sigas ya está, no lo hiciste y esta bien-
-No porque estaba todo bien y de repente yo quise volver, y no es porque sea un idiota, sino porque me dio miedo, todo esto que salia de mi zona de confort-
-Me hablas de verdad, miedo? ¿A qué? ¿A mí? -
-A lo que me harías sentir, quiero memorizar cada peca y no olvidarla, quiero que mi vida sea como estos tres meses y no despertar-
-Deja de pensar tanto y haz lo que sientes, vas a morir viejo sin haber vivido tu vida por vivir la de los demás- dije

Ian se acercó a tal punto que respiraba su exhalación, su colonia me invadió todos los sentidos, su mano acomodó mi pelo detrás de mi oreja mientras veía como sus ojos seguían cada movimiento de su mano, era hermosa su cara perfectamente diseñada a escasos centímetros de la mía.
-Me encantan las pecas, te lo dije, no?- volvió a decir mientras me perdía en su boca perfectamente diseñada.
-Creo que un par de veces- dije y él sonrió

Sus ojos se encontraron con los míos, sus ojos color avellana con unas pequeñas pintitas negras que daban pequeños toques a sus ojos.
-Gracias por darme estos tres meses, por dejarme encontrarme y reírme de mi mismo- dijo
-De nada-susurre

Y allí fue cuando su mano se posó en mi cuello y lento lo llevo hasta allí, puso sus labios en los míos, una sensación de haber estado ya en ese lugar me invadió, creo que nos invadió a ambos, el se separó y yo quede anhelando más, me miró serio, volvió a chocar sus labios con los míos, pero el beso fue demandante, posesivo, queríamos más, se había hecho rogar tanto que llevamos muertos de sed, sedientos por los besos que se dilataron en el tiempo, de las caricias que no llegaban y de nuestras lenguas que danzaban en una perfecta sincronía.
-Dime porque carajos tarde tanto- gruño en mis labios
-Porque eres un idiota Parker-
-Totalmente de acuerdo- dijo y volvió a chocar sus labios con los míos

Estuvimos un rato largo abrazados y besándonos no había un mañana para nosotros solo este presente ese aquí y ahora.
-No quiero que esto termine ahora que ha empezado- dijo
-Bueno pero sabíamos que esto pasaría, estuviéramos o no así-
-Quiero seguir viéndote- me dijo
-Ian eso es imposible solo podremos si seguimos viéndonos acá y un año es mucho tiempo para esperarnos no seamos tontos-
-Me das esto y ahora me quitas todo- me dijo
-Seamos sinceros que esperas que pase-
-Hablar, vernos, no se algo, dame una esperanza-
-Hablar seguro, tenemos nuestros teléfonos, vernos quizás, pero la vida es así y tu más que nadie sabes que es difícil, tú tienes una vida diseñada y no creo que encaje en ella-
-Lo sé, pero te quiero en mi vida, me gustas Paris-
-Lo estaré de otra manera, quizás-

Sabíamos que había un final inminente, por eso los siguientes 14 días lo pasamos juntos a veces tenía que ponerles un freno a sus besos porque no paraba, incluso hasta mi hermana se había dado cuenta, de lo besuquero que era.

La primera en tener que irse era yo, así que la noche anterior tuvimos muchas secciones de besos apasionados, pero solo quedo allí y una cena a la luz de la luna para despedirnos.
-Me encantas Cárter, no sé qué voy a hacer sin ti- me dijo y volvimos a besarnos

Al día siguiente mi padre vino a buscarme salude a Kim y a Henry y mientras subía las cosas al auto lo vi desde la ventana asomándose, lo salude a lo lejos, me subí al auto de mi padre, había sido un veraneo definitivamente muy diferente el cual iba a recordar.