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El lugar era muy bello, un bosque abundante con diferentes tonalidades lo rodeaba, la casa era muy bonita, sencilla pero se veía acogedora, se sentía que este era su lugar en el mundo, se sentía orgulloso de dónde venía.
De pronto una señora de pelo recogido y gran sonrisa veía que se acercaba a donde estábamos nosotros, claramente era su madre porque tenía exactamente sus mismos ojos.
-Nate, hijo que lindo tenerte- dijo la dama
-Gracias mamá- y se fundió en un abrazo
-Tu debes ser la famosa París- dijo la señora ante mi sorpresa
-No creo que famosa pero si soy París, un gusto conocerla señora Makonenn-
-Por favor dime Samantha es un placer tenerte en casa- dijo y me dio un gran abrazo
-Le agradezco y de verdad no quiero causar molestias ya le dije a Nate que no era necesario-
-No es ninguna molestia nos encanta recibir gente lo único que pedimos es que me avisen no me gusta recibirlos sin nada-
-Te dije que mi madre es así- me dijo mientras iba a buscar las maletas

Me pidió que la acompañara mientras Nate traía las cosas, dentro estaba su esposo y su pequeña hija.
-Isaac, ella es París- me presento
-Bienvenida París, espero que te sientas a gusto aquí-
-Muchas gracias este lugar es hermoso-

De pronto una pequeña de pelo lacio de colitas y unas pecas que le cubrían la cara apareció
-Hola, soy Lin, te pareces a la barbie Malibú- me dijo la pequeña y me rei de su ocurrencia
-Hola Lin, soy París, me encantan tus pecas y eres la primera que me dice eso-
-Si son un toque de distinción que me hace especial me dice Nate, entonces eres Malibú ahora para mi - me dijo la pequeña y sonreí
-Así es, será nuestro secreto-le dije y ella asintió con una gran sonrisa
-Como tú, tú también tienes pecas eres la novia de Nate- me pregunto de forma más directa la pequeña
-No, solo somos amigos, entre nosotras es muy mayor para mi-
-Hey que dices- dijo Nate al escucharme
-No te puedes meter en nuestro secreto- dijo su hermanita regañándolo
-Si es verdad y además es aburrido-ambas nos reímos
-Saben me voy- dio media vuelta y se alejo de nosotras y nos reímos

Se fue ofendido mientras que la pequeña y yo nos sentimos orgullosas del deber cumplido, objetivo molestar a Nate cumplido.

Al entrar en la casa, olía a comida casera, a hogar, a esos lugares en donde no te quieres ir nunca.
Me acerqué hasta la cocina en donde se encontraba la señora Makonenn
-Huele delicioso me hace recordar a la comida de mi madre- le dije
-Gracias, espero que sepa igual de rico-
-Aquí hay mucha paz, de verdad gracias por recibirme-
-Mira si él te trajo es que eres especial mi niña- dijo su mama
-Que? Nunca trajo a una chica?-
-No, jamás, si han venido sus amigos pero una chica pisar este césped, tú eres la única-
-No lo puedo creer- me parecía extraño que no hubiera traído a nadie aquí
-Mira, Nate siempre vivió pendiente de nosotros y de hacer una carrera para el y para nosotros, pero el amor no estaba en sus planes, y no es que le faltaran oportunidades, pero cuando empezó la adolescencia, mi casa se llenaba de cartas de chicas enamoradas pero él las tiraba sin siquiera leer una, un día solo se sentó y me dijo con la total madurez que siempre lo caracterizo, que no saldría con cualquier chica, que solo saldría con la indicada, con esa que supiera como divertirlo, y como divertirla, que lo peleara pero también lo entendiera, esa que cuando la conoces lo sabes, eso me dijo y entendí perfectamente lo que decía, y cuando me hablo de vos el primer día que te conoció, lo supe, eras esa chica-
-Pero nosotros no tenemos nada, solo somos amigos- le dije
-Mi hijo te puedo asegurar que está esperando el momento, es obvio que ninguno de los dos le es indiferente al otro, no solo soy madre Paris, soy mujer, y el tiempo va a acomodar todo ver que vos estes segura de que te pasa lo mismo, pero ese chico es la persona más buena con la cual te vas a cruzar en el mundo, y no hay nada más transparente que él, y te lo digo más allá de que sea mi hijo-

Definitivamente Nate era mucho más de lo que mostraba no solo era increíble como jugador y como compañero, sino como amigo y como hijo, habia mucho más para descubrir en este rubio grandote y guapo.

Mientras ayudaba a Samantha con algunas cosas lo veía a Nate charlar con su padre y jugar con su hermanita, me di cuenta que este era su mayor tesoro, y lo cuidaba más que a su vida, menos mal que no me estaba mirando porque estaba embobada mirando a ese chico.
Un sonido de celular me saco de mi momento, pedí disculpas para atender la llamada que era mi madre. Sali de la casa y me aparte para hablar con la intensa de mi madre.
-Mama- le conteste
-PARIS CARTER, dime ya donde estas-
-Mama estoy a 30 minutos del campus con la familia de Nate-
-Ok, sabes que no tengo problema de que te vayas pero puedes avisarme por que llame a tu departamento y nadie atendía y June no sabía dónde estabas-
-Mama-
-Lo sé, sé que no eres una niña, pero para mí siempre lo serás, pero cuando tengas hijos ya te darás cuenta-
-Bueno estoy bien, es una muy buena familia si eso te preocupa-
-La verdad es que no, la vez que conocí al grandulón y futuro yerno me di cuenta de que era un buen chico- dijo mi madre
-Mama somos amigos-
-Veremos, veremos-

Ahora a todo el mundo le encantaba Nate, era una locura como este chico estaba y se metía en el corazón de todos. Y que pasaba conmigo, que lugar le ponía yo, no podía

Termine la llamada con mi madre y me quede mirando ese hermoso lugar, daba paz, te olvidabas de todo.
-Hola- me susurro al oído y sonreí
-Hola-
-Todo bien?-
-Si, mi madre preguntando donde estaba-
-Uh menos mal que no pidió hablar con mi madre porque no las despegaríamos del teléfono-

Me reí sabía que eso era verdad, por un momento solo se escuchaba el silencio.
-CHICOS A COMER- se escuchó la vos de su madre.
-La paz ha sido interrumpida, vamos- dijo Nate

Nos reímos y marchamos hasta dentro de la casa, ya la mesa estaba lista, Nate me acompaño hasta donde estaba el baño para poder lavarme las manos y luego poder sentarnos a comer.

El asado con papas y vegetales al horno estaba excelente, agradecía no tener restricciones alimentarias porque acá las rompería todas, esta mujer cocinaba como los dioses.

-Paris, te gusta cocinar?- pregunto la mama
-Me defiendo bastante bien, mi madre siempre nos ponía a mi hermana y a mi a ayudarla, decía que todos tenemos que saber alimentarnos y cómo hacerlo nos gustase o no-
-Me encantaría charlar con tu madre, me encantan las mujeres que preparan a sus hijas para ellas mismas-
-Y a que se dedican tus padres Paris- pregunto el papa de Nate
-Mi padre trabaja en el ejercito es ingeniero naval y mi madre era maestra de primaria y ya está jubilada-
-Me encantaría saber cómo se conocieron- dijo la mama
-No, nada loco, eran vecinos y sus padres eran amigos, y a medida que fueron creciendo sucedió que se frecuentaban más y se enamoraron, no es demasiado divertida la historia-
-Es que a veces con las carreras diferentes uno sale de lo habitual, nosotros nos conocimos en una fraternidad y yo no iba a la universidad, y lo conocí-

Todo fue muy divertido, era realmente como estar en casa, un ambiente familiar y cálido, era verlos y era como ver nuestras cenas y almuerzos en familia.
Cuando terminamos la sobremesa ayude a levantar todo ante la oposición de Samantha, pero le dije que mi madre jamás me perdonaría que no ayudara en una invitación.
Nate me mostro mi habitación para que me pusiera cómoda si quería mientras el me esperaría afuera para caminar un poco y mostrarme la zona.

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Haber traído a Paris a mi casa habia sido una decisión que no me habia tomado tiempo, estar 15 días sin verla no era algo que me agradara, ella me gustaba de verdad y saber si mi familia se llevaba bien con ella era la forma de saber si iba de la manera correcta, no tenía contras, nada me decía que ella no era sino todo lo contrario, desde el minuto uno me dejo sin aliento y lo sigue haciendo. Paris era esa chica que siempre le dije a mi madre que quería, y que me daría cuenta en el instante que era la persona con la que quería todo, y aquí estábamos.

-Hijo, estas enamorado- me dijo mi padre
-Tanto se nota- sonreí de solo decirlo
-Es muy linda y sobre todo inteligente y buena persona-
-Sabes ella es la que busca sponsor para la cena de recaudación y para nosotros, consiguió uno de los principales patrocinadores de botines y ropa deportiva para mi, pero el entrenador me hizo una jugada extraordinaria, todos los días de entrenamiento la citaba a la misma hora y la sentaba junto a el-
-Y por qué lo hacía-
-Me dijo que yo era fuerte ante la presión del rival y no me ponían nervioso, pero el peor enemigo era que te vea la chica que te gusta-
-Ese hombre es increíble, y como te fue?-
-Perdí todo los partidos- ambos nos reímos 

Mi mundo de cabezaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora