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Otra discusión con mamá y otro verano a pasar con la abuela, no era por ella, si había alguien que me quería de verdad era mi abuela, pero estaba harto de no poder irme con mis amigos de vacaciones, ni disfrutar con ellos todo lo que quisiera, la misma discusión todos los años, mi mal comportamiento no me llevaría a ningún lugar según decía mi padre, por suerte la universidad me alejaría un poco de estos cuestionamientos y del estatus social que debía cumplir, mi padre con sus consejos de mierda que no me llevarían a ningún lugar o mejor dicho al lugar que él quería llevarme, si me portaba así, que nacer en cuna de oro no era todo, que debía ganarme el dinero, y ahí volvía con el tema del sacrificio de mi abuelo y que todo lo que tenemos es gracias a romperse el culo y no andar de fiestas ni jugar al futbol, o sea todo lo que yo quería para mi vida estaba mal.
La maldita relación que debía tener con Linda por que sus padres nos daban estatus mientras y ella lo único que quería era fingir que salía con el chico malo y que tenía buen sexo, ni eso teníamos, todo era una mierda, al final el irme con mi abuela era el plan para ausentarme de esta realidad por un tiempo, que me alejaba de lo que quería y no podía lograr.

Cuando llegue deje mi deportivo negro en el garaje que era del abuelo, el olor a galletitas recién horneadas me devolvía los tiempos de infancia de la mano de la abuela que me hacía tan feliz.
-Ian- gritó la abuela al verme y me abrazo, me sentí en calma
-Hola abuela- dije
-Ven pasa y sácate esa mochila que tu padre te cargo- dijo ella lo conocía tanto que ella sabía todo de mi sin que se lo contara era mi cable a tierra, pensaba si algún día encontraría alguien así que me dejara ser yo sin ponerme valor antes, pero no sabía si eso podía ser sin mentirle también como me mentía yo.

Al entrar tenía lo que siempre me recibía las galletitas y mi taza de café, luego subí a dejar la cosas y bajar a ayudar a la abuela en la casa tenía tres meses por delante y me olvidaría de todo lo que estaba por venir, era mi cápsula del tiempo, acá todo se paraba y me olvidaba de todo.

-Sabes estás vacaciones no serás el único joven aquí, la hermana de Kim vino a ayudarla con Henry- dijo mi abuela toralmente entusiasmada
-Ah Si?- trate de sonar desinteresado para que no me quisiera tratar de vincular con la vecina
-Si es una jovencita muy linda, se nota que es de la ciudad, como tú, la verdad la genética en esa familia es increíble bellísimas las dos hijas-
-Abuela no quieras hacerme la tercera, sabes que no soy de esos- le dije
-Yo no quiero nada hijo solo quiero que seas feliz, tu por si solo, no viviendo los sueños de los demás- dijo mi abuela

Las palabras de mi abuela tenían siempre el significado que yo quería darle a mi vida, pero a veces no tenía el valor, o no tenía ganas de luchar contra lo que sería eso, dependía de mi padre y sus maldito estatus.
La abuela me pidió algunas cosas así que tomé la vieja camioneta del abuelo y fui a la ciudad para hacer las compras.
En la farmacia fue mi primer parada artículos de tocador para ella y para mí y algunas cuestiones de salud de la abuela, mientras estaba tratando de no reírme por lo que decían los apósitos, un perfume me inundó mire de reojo y una rubia con coleta y una remera de flores se paró a mi lado, la mira de reojo, no quería ser obvio estábamos en el pueblo.
-Dios mío que es esto- la escuche murmurar y me reí
-No sé qué es gracioso creo que lo tuyo es peor sobre todo a tu edad- me respondió y todos mis sentidos se agudizaron ante la rubia que tenía carácter.

Se fue indignada ante mi comentario y me reí al verla irse me di vuelta para observarla, era dueña de un culo y una piernas increíbles y una melena larga que así lo parecía por la coleta que caía cerca del final de la espalda, quien era esta chica que nunca me había cruzado antes, era todo un misterio.
Seguí mi camino riéndome, Josh es propietario de la farmacia y me conocía de toda la vida y charlamos un poco de futbol hasta que pague y me fui a comprar la comida de Tim el gato de mi abuela, al entrar e ir al sector en cuestión otra vez la vi, esta vez parada y confundida frente a los pañales, no podía ser me decepcione al ver ese momento desde mi ángulo, no me vinculaba con chicas con hijos una pena, la rubia estaba increíble.
Le hice un comentario y ella me miró, levante la cejas y espere el impacto.
-Otra vez tu- me dijo no estaba muy contenta al parecer de verme otra vez
-Se que logró impacto en las mujeres pero tú eres mi extremo-

Allí me enteré de que no eran para ella sino para su sobrino, la pude mirar mejor tenía una pequeñas pecas en su nariz y unos ojos grises increíbles, era propio de un ángel, era bellísima definitivamente nunca la había visto antes aquí.

Tome las cosas y fui rumbo a la casa de la abuela baje todo y mientras la abuela acomodaba las cosas vi un auto estacionar en la puerta, tome una manzana y la comencé a comer mientras miraba por la ventana, y ahí la vi una rubia, la misma que me habia cruzado hacia escaso tiempo bajaba del auto, me reí, creo que me iba a divertir en estas vacaciones.
Sali y aparecí detrás de la camioneta, vi como empezaba a sacar las cosas del auto.
-Creo que voy a denunciarte por acoso- le dije
-No puede ser verdad- dijo mientras bajaba la cabeza entre las cosas que llevaba
-Ya se conocieron- grito la abuela
-Hola Señora Parker- dijo ella
-Hola preciosa, este es mi nieto Ian del que te hablaba-
-Si, si estábamos conociéndonos abuela, Ian Parker un gusto-
-Paris Carter- me dijo

Mi abuela de inmediato se acerco a nosotros y junto a la participación de Kim, armaron una cena para la noche creo que iba a conocer aun mas a esta bonita angelita.

Mi mundo de cabezaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora