Ausente

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Want me, Stephen Dawes 🎧🎵✩

Bradley:

Cuando llego a casa mi cabeza da más vueltas que Linda antes de echarse a dormir.

Todo este tiempo que negué poder llegar a gustar de un hombre, pero cuanto se trató de mi hermana lo comprendí todo, y ya no me importa que Máx no sea una chica, en lo absoluto.

Me gustaría que estuviera aquí conmigo, sentir su aroma y calidez.

Fui un imbécil con él.

Tomo a Linda y los dos nos acurrucamos en la cama, podría jurar que es la gatita más bella que he visto en mi vida.

Se coloca en mi pecho y puedo sentir como su corazónsito late con fuerza.

Poco a poco me quedo dormido.

Max:

Lunes por la mañana, el sol brilla con fuerza y se cuela por las cortinas reflejando una baga sombra en mi rostro.

Cuando por fin despierto voy al baño, noto que las marcas de los chupones han desaparecido casi por completo, aunque de todas formas la bufanda será necesaria, hacen menos de 5 grados.

¿Será que Bradley tendrá marcado el cuello todavía?, no lo he visto desde el viernes ni tampoco nos hemos contactado, espero que este bien.

Más allá de lo que me dijo lo extraño demasiado aunque no halla pasado nada de tiempo desde la última vez que lo vi.

Cuando Bobby y PJ terminan de alistarse tomo mis cosas y dejamos el dormitorio.

Debería haberme puesto una campera más, si papá estuviera aquí me hubiera hecho acuerdo.

Llegamos a clase y pasan las horas pero no encuentro a Bradley por ningún lado.

No está en la cafetería, ni en el salón de estudios, tampoco en la sala común.

-¿Todo bien Máx?- pregunta Bobby y me saca de mi estado de trance.

-¿Q-qué pasa?

-Estas mirando el mismo punto fijo desde hace más de 15 minutos- dice PJ.

-Es que hoy estoy un poco despistado.

-¿No será que Bradley sigue acampando en tu cere-ebro?- Bobby me mira con la cara de un niño que cree haber desifrado un acertijo.

-Yo solo..., es que no lo he visto hoy por ningún lado.

-Tal vez se mudó a otro país para no tener que decirle a su familia que es gay, o se los dijo y lo enviaron a un centro de rehabilitación para homosexuales- se burla PJ- no se porque te estresas tanto, al final del día puedes ir hasta su departamento a ver que este todo bien, y de paso le robas la tarea para mañana.

-Ni en tus sueños, pero tal vez si lo vaya a ver.

Como si lo hubiéramos estado manífestando, el timbre suena y la profesora Nancy anuncia el final de la última clase.

-Vamos, ve-ete--me dice Bobby.

Y aquí es cuando comienzo a correr como un loco desamparado al departamento de Brad.

Toco la puerta, pasan unos segundos y nada.

Toco nuevamente, hasta que me doy cuenta que hay un timbre, cosas de ricos.

Su departamento es tan grande que parece una casa y se encuentra en la zona más alejada de las instalaciones, imagino lo que sería vivir aquí, este lugar daría para que yo, PJ y Bobby viviéramos a gusto y aún así sobraría espacio.

Derrepente una voz se escucha desde un pequeño dispositivo junto al timbre.

-¿Quién?- reconozco la vos de Bradley al instante.

-Soy yo, Máx. Perdón por no escribirte antes de venir.

-Entra, estoy arriba.

Y sin más que decir la puerta se abre.

Dentro es como encontrarte con un mundo completamente diferente, los muebles son muy peculiares y minuciosamente elegidos para cada espacio, hasta podría decir que aquí el aire es más puro, y huele a lavanda.

A un lado una sala de estar con un sillón enorme, en el que entraríamos Brad y yo acostados, no de la forma que piensan, es un decir. Y del otro una cocina color verde vintage, o como sea que se le diga al verde clarito y un poco opaco, con mesadas de mármol blanco y perillas doradas.

Frente a mi observó una puerta de madera que supongo dará a un baño, y a su lado una escalera de caracol, esas que dan vueltas y vueltas, y al llegar a arriba te dejan mareado.

Decido subir esta escalera qué se siente infinita, malditos techos altos, hasta llegar al segundo piso, si, este departamento tiene dos pisos.

Un pasillo me gia hasta llegar a lo que creo que es la habitación de Brad.

Imagínense una habitación después de un huracán y luego tendrán una imagen mental de lo que yo estoy viendo.

Muchas camisetas tiradas, papeles por todos lados, un escritorio desordenado y un cama que no puede estar peor, de dos plazas, obviamente.

En medio del remolino de frazadas hay una pequeña gatita que duerme placenteramente.

Y no hay rastro de Brad por ningún lado hasta que me percató de como una ducha se cierra, hasta el momento no había notado ese sonido, y la única puerta además de la por la que entré se abre.

Y a continuación me perdieron cuando veo a Brad salir del aparente baño, con tan solo una toalla rodenando su cintura y el torso completamente desnudo.

Su pelo permanece mojado y tiene las mejillas y la nariz bastante rojas.

Siendo el atleta que es podría haberme imaginado que estaría definido, pero esto es mucho mejor, tiene una complexión delgada pero fuerte, ni tan musculoso ni tan flacucho, diría que es el punto perfecto.

Las gotas de agua caen de su pelo y se deslizan por su pecho lentamente, mis ojos dan vueltas, intento disimular el paro cardíaco qué estoy sufriendo.

Noto como las marcas de su cuello permanecen a la vista.

-Hola- dice con una sonrisa y me deja aún más sonrojado- hoy me levante con un fuerte resfriado, pensé que una ducha me haría bien- no puedo hablar, es como si se me hubiera acabado la cuota de palabras en la vida- ¿estas bien?, si te das vuelta me cambio rápido y hablamos.

Asiento rápidamente y hago lo que me pide, puedo escuchar como su toalla cae al piso y mi cara se enciende completamente, imagino que pasaría si me diera vuelta y obligó a mi cerebro a contenerse de hacerlo.

-Ya puedes girarte- veo que se a puesto unos shorts negros que permiten ver la musculatura de sus piernas, y mientras termina de ponerse su camiseta observó su espalda definida qué me produce un escalofrío.

Cuando por fin está vestido mis latidos se estabilizan, pero mi cara sigue ruborizada a más no poder, y se imaginarán el lío dentro de mis pantalones.

-Lamento que tengas que ver mi habitación así, juro que soy ordenado, solo que con esto del resfriado, ya sabes, todo se vuelve un desastre.

-No te preocupes, mi cuarto ha estado peor- digo como forma de tranquilizarlo- viene porque no te vi en todo el día, ahora entiendo porque- y también porque lo extrañaba, pero no hay por que aclararlo.

-Gracias por venir, achis, tenía que hablar contigo, achis- eso le pasa por andar descalzo.

Ahora que me encuentro sentado a su lado noto como sus ojos azules están hinchados, siento que algo no está bien.

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Holiss, ha pasado un largo tiempo desde el último capítulo, espero que no me hallan extrañado demasiado, entre los exámenes y los mambos qué me cargo no lograba escribir, pero como no pienso abandonarlos aquí me tienen con un capitulo más.

Si tienen alguna idea para la historia, las leo con gusto.

💗💗💗

Esto es amor? || Maxley 💗Donde viven las historias. Descúbrelo ahora