Sus vacaciones habían finalizado hace dos semanas, estaba en clase de inglés junto a Sai, quién no paraba de hablar en francés diciendo cosas como un: "la vida nos trae maravillas el día de hoy" o "el cielo de tu mirada le da envidia al Sol"
Estaba concentrado en sus clases cuando un malestar se palpó en su estómago, ¿Le había caído mal el desayuno?, De ser así no volvería a comer crepas con Nutella y fruta. Mientras se cuestionaba el origen de su malestar su estoma intervino mandándole un aviso de que corriera a algún baño o lugar apartado porque lo que había comido estaba por salir, y no saldría como normalmente lo hace.
—Puedo decirte lo bonito que eres incluso en Italiano.
—Sai, no me siento bien —y trás terminar de hablar sus piernas se movieron por el segundo llamado de atención que recibió de su estómago. Soltó una pequeña disculpa para su maestro de clases por salir tan repentinamente. Corrió lo más rápido al baño más cercano y al entrar sólo azotó la puerta para dejar salir lo que se almacenaba en su estómago. La sensación de vomitar era algo horrible, sentía como le quemaba la garganta, el vacío que dejaba le era inefable, las manos le temblaban y sus ojos comenzaban a desahogarse. No tardó mucho en ese estado, pero para el significó mucho. Cuando ya había terminado bajo la palanca del inodoro y se levantó, salió del cubículo cerrando la puerta detrás. Se lavó las manos mientras le temblaban. La puerta para el acceso de los baños se habría con brusquedad dejando ver a un asustado Doncel de cabellos rojizos, cuando sus miradas se cruzaron no dudó en ir al menor.
—¿Estás bien, pequeño? —puso sus manos en las mejillas del rubio mientras lo inspecciona para localizar alguna anomalía.
—Estoy bien, Gaara. Sólo parece que me ha caído mal el desayuno... ¿Como sabías que estaba aquí?
—Sai —respondió. Pensaba dejar las cosas asi pero, desde que llegaron después de las vacaciones, notó un cambio drástico en la actitud del más bajo, había dejado de estar hablando mucho. Se notaba como decaído, hasta perdido. Le habían preguntado innumerables veces sobre eso pero únicamente decía algo como: "no es nada" o un "es porque no dormí bien", daba excusas trás excusas, así que dejaron de preguntar, no obstante, se había percatado del estado físico en que había caído su amigo, su regordete cuerpo estaba más delgado, su piel incluso luce más pálida, y ahora vomita de la nada. ¿Y si estaba enfermo? —¿Que sucede lindo? Te ves fatal.
—Gaara, no te preocupes, te aseguro que estoy bien, fue sólo un malestar estomacal. Nada malo va a pasar.
El sonido que daba fin al horario escolar marcó el límite del estudio. Gaara miró a Naruto no tan seguro de lo que este le decía. Aún así decidió confiar en su amigo.
Ya estando fuera del instituto un auto lujoso se aparcó cerca de donde el rubio caminaba junto a sus amigos. El intruso bajo la ventana y después de mucho tiempo Gaara y Sai vieron en persona al susodicho esposo de su lazo menor. Aquel tipo únicamente miró al rubio y este pareció comprender todo, se despidió de ellos con un beso en la mejilla y entró al auto. Sai miraba desafiante a Sasuke, y cuando el menor se había hacercado a besarle la mejilla aprovechó para sonreírle orgulloso. Algo que no le agradó al Uchiha en lo absoluto.
Ya estando en casa se despojó de su uniforme y se colocó algo más cómodo.
—¿Qué sucede? —la pregunta que su esposo le hizo le tomó por sorpresa.
—¿De qué?
—tu uniforme tenía rastro de comida molida. Es asqueroso pero alarmante. ¿Alguien te vómito encima o has sido tú?
Naruto jura que la sangre sele helo. ¿Como Sasuke se percató de un mínimo detalle?, Tal vez por eso nunca fallaba en lo que personalmente hacía.
—Suced-
—Mentir no te servirá. Si te atreves a hacerlo tendre que castigarte en cualquier superficie, ¿Entiendes? —el contrario aceptó.
—A media clase de inglés me ha dolido el estómago, salí del aula cuando la comida se palpó en mi garganta y finalmente termine vomitando en los baños —no quería ser castigados, no de esa forma. Lo odiaba, su cuerpo siempre amanecía adolorido y con marcas horribles como las que tenía de nacimiento en sus mejillas.
—¿Desde cuando llevas vomitando?
—ha sido únicamente hoy. Pero me he sentido agotado.
Sasuke sonrío con orgullo, sabía que su cometido había rendido fruto. No requería de una prueba pero era necesario, ya sabía, seguro que lo dejó en cinta.
—Alistate, te llevaré al médico.
Ambos se alistaron para la ocasión, uno de ellos estaba inusualmente contento, y el otro se encuentra serio. Habían cambiado roles. El transcurso fue rápido y silencioso. Al llegar no tuvieron que esperar mucho para ser atendidos, Sasuke era un tipo con influencia hasta en el más allá.
—Señor Uchiha, un gusto verlo por aquí, dígame ¿A qué se debe su visita? ¿Se ha enfermado? —el hombre sonreía amablemente, sin ser grosero o exageradas. Estaba tratando con Sasuke Uchiha, un tipo que puede desaparecerlo sin dejar rastro alguno. Aquel que tenía un contrato firmado con ese hospital. Sin decir que era un inversionista activo de ahí. No obstante miró a un lado del Uchiha encontrándose con una mirada curiosa y asustada, era la cara de un menor de edad. Podía atinar a que se trataba de un Doncel, sus facciones eran más femeninas. Y su cuerpo igual.
—No he venido por mi, se trata de él. Es mi esposa y quiero que le hagas una prueba de sangre para asegurarnos de que espera la próxima generación Uchiha —quedó petrificado, ese jovencito era su esposa. O es lo que había dicho, oh, el poder del dinero.
—¿Qué edad tiene su esposa, señor Uchiha?
—la suficiente para quedar embarazada.
—Bien. Pase por aquí por favor.
No quizo preguntar más. No si las respuestas le podían costar la vida.
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*—Supongo que no me queda más que decir que un "Felicidades" van a ser padres de al parecer... Dos lindas criaturas. El género del bebé no se puede saber ahora, pero pronto lo harán.
Sasuke no podía estar más satisfecho, había matado dos pájaros de un tiro, eran dos. Dos hijos los que tendría, sabía que serían niños. Podía sentirlo, además, más les vale nacer hombres, su es mujer o Doncel el legado Uchiha queda ahí.
Naruto no sabía si estar feliz, triste, confundido o angustiado. Sería madre. Tendría a dos hijos. Los tendrá en su vientre. ¿Cómo se la va a decir a Eiji? Sasuke estará de acuerdo en tenerlo... Y si no una madre buena. Es un adolescente. Qué le va a decir a sus amigos, ¿Podrá terminar la universidad?
Su mente le jugaba mal.
Sus papas nunca fueron amorosos con el, podía ofrecerles más que eso a ellos. Y qué pasará si su cuerpo no resiste tenerlos.
—Narito. Vas a ser Mamá —dijo Sasuke.
Lo sacó de su mundo, tenía razón, es algo que él quería. Ser la madre de los hijos de Sasuke.
—Lamento interrumpir pero, joven Naruto, está usted muy débil, necesita comer y nutrirse más o habrá complicaciones con sus hijos o en parto. Por favor le recomiendo que comience a camera un poco más.
—Lo hará.
—Recuerden venir a su chequeo médico, llevaremos un registro del embarazo. Y tenga cuidado, aún no se presenta la etapa de los desmayos, pero puede ocurrir en cualquier momento. Manténgase alerta.
—Esta bien. Gracias —sería madre. Y no como la que tuvo.
Cambiará una vida, y dará lo que se le fue negado.
Ahora ¿Como se lo dice a sus amigos y hermoso?
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Ese Doncel es Mío
FanfictionEs la edición y mejora de mi historia ESE DONCEL ES MIO, aquí tendrá un final diferente y resolveré dudas que no respondí en mi anterior historia. Cuando lobo va ha cazar, de cordero se dizfrazará.