Siete

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—¿Cuándo piensas concluir con el acuerdo?

—Callate, no eres tú quien debe metérsela —su mirada fulminó todo el ser del tipo que se hayaba frente suyo.

—Ya desperdiciaste un año, Sasuke, los niños no nacen de un día para otro. Necesitas hacerlo de una vez, o todo se irá por la borda.

—Itachi... Cretino. Sabes que no se lo he hecho porque sinceramente no es tan bonito, ¡Es virgen! ¡Caray!. Te apuesto lo quieras a que siquiera sabe qué es coito, se moverá como lombriz y no me imagino su voz. Eso es asqueroso ¿Sabes?

—Me da igual eso, tienes un años y diez meses para concebir tres futuros Uchiha en el vientre de ese Doncel, házlo o la ubicación de Orochimaru nos será negada. La muerte de nuestros padres será en vano.

Eso fue un golpe bajo, Itachi lo sabe, pero es necesario para que su hermano menor haga conciencia, sabe que está mal manipular los sentimientos de esa manera, no obstante: "El fin justifica los medios". Por ahí dicen.

—Ah... Esto será una gran mierda.

—¿Por qué no usas las cartas a tu favor? —dijo. Que Naruto lo perdonara por esto —. Él está enamorado de ti, haría cualquier cosa y si el sentimiento es mutuo... Quién sabe...

—Ya lo había pensado, pero simplemente me repugna.

—¿Es porque es un Doncel al igual que Haku? —talves no debió decir nada, pero su hermano tenía que dejar ir ese sentimiento de odio. Haku fue un Doncel que cuidó de ellos hasta que él se hiciera mayor para cuidar de Sasuke, no culpaba a su hermano por llamar "mamá" al Doncel, ciertamente eran muy parecidos. Pero esto molestó a Haku, quién abofeteó al pequeño Sasuke, siempre lo trató con indiferencia, como si fuese una molestia, algo que generó un resentimiento por parte de Sasuke hacia los Donceles, porque Haku pertenecía a esa casta. Sus padres habían muerto en un accidente automovilístico, quedando únicamente su hermano menor y él —. ¿Por qué no tratas de conocerlo?, Talves, inclusive, no lo dejes ir.

Salió del cuarto donde estaban ablando, había dejado al rubio afuera, cuando estaba por hablarle para que se fueran, escuchó que estaba ablando por llamada con un tipo. Así que se escondió en la esquina mientras oía todo.

—No creó que le agrade. A pasado más de un año y el único progreso que tengo esque me halla dejado besarlo y dormir en su cama —su voz detonaba cansancio. Casi como decepción.

—¿Entonces? Qué deseas hacer, sabes que sea lo que sea me tienes para ti —aquellas palabras sonaban un tanto sospechosas. ¿De quién se trataba?

—Creó que lo mejor será divorciarme, a él no le afectará en nada, en primer lugar no sé para que nos casamos...

—No llores pequeño, sabes que odio oírte llorar. Si lo que deseas es un divorcio, tu hermano mayor te lo cumplirá. Sólo dame un par de meses... Aún no termino aquí en Suiza.

—Gracias, Eiji. Te veré luego, por favor, cuídate... Eres lo único que me queda.

Colgó y metió el teléfono en su cartera, frotó su mano en su hombro, hacía un poco de frío en ese lugar. Sasuke salió de dónde se escondía y paso por Naruto.

—Vamonos —camino delante del menor, no estaba de humor como siempre. Primero lo de los Hyuga, después Itachi metiéndole presión para cogerse al Doncel, todo para dejarlo embarazado. Ahora Naruto piensa dejarlo. Maldita sea. ¿Por qué tenía como norma eso el puto acuerdo?

Estaba por salir del edificio cuando una despampanante mujer cruza a su lado giñandole el ojo. Recorrió si vista por el suculento cuerpo femenino, le estaba invitando a probarla. Cosa que no pensaba desaprovechar.

Ese Doncel es Mío Donde viven las historias. Descúbrelo ahora