Capítulo 6 - Seokmin

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Estaba nervioso. No podía negar que sus menos temblaban y había estado despistado todo mi turno. Mi familia me había estado observando como si yo fuese un bicho raro, pero no iba a confesarles que había quedado con el hermano de mi mejor amigo. Querrían interrogarle y asegurarse de sus intenciones, pero Joshua necesitaba cariño, no amenazas. Se había sentido atraído por él y quería intentarlo, quizás podría conseguir con él lo que tanto anhelaba: una relación poliamorosa. Era una persona increíblemente nerviosa y necesitaba a más de una persona para sentirme completo. Joshua podría ser todo lo que pedía, pero, con un poco de suerte quizás pudiese sumar a Chan. Había visto como se miraban los dos, como había estado atento a mi estado de ánimo esa noche y, sobre todo, como hablaba de mis libros.

¿Sería mucho pedir que tuviese una oportunidad de conseguir lo que siempre había querido? Lo había intentado varias veces, pero no había surtido efecto. No había dado con las personas adecuadas para sentirse a gusto y él no podía estar con alguien si no sentía seguridad. Por eso no solía tener escenas con cualquiera, prefería quedarse solo. Añoraba la compañía de algún daddy dom, pero se las podía apañar por su cuenta. Por suerte, sus amigos le hacían compañía cuando iban al club y así se sentía mucho más seguro.

—Seokmin —Llamó su padre apoyando una mano en su hombre—. ¿Vuelves a la tierra? —Su mirada mostraba la risa que trataba de ocultar—. Ya es hora de que acabe tu turno, anda, vete a cambiarte y no vuelvas hasta mañana, a ver si dejas de estar tan distraído.

—Caro mio, deja a nuestro hijo —Gritó mi madre desde la cocina—. Seguro que es mal de amores, il amore siempre distrae.

Los vecinos que quedaban en las mesas tomando café antes del turno de cena se rieron al ver cómo me ponía tan rojo como la salsa de mi madre. Hubo algún que otro consejo como era habitual en un lugar en el que casi todo el mundo te conocía, se había criado contigo o era parte de tu familia. Sus ojos toparon con los padres de Soonyoung y Seungcheol y les hice una señal para que no dijesen nada. Si intervenían contándose a sus chicos, no lo contaría. Querrían intervenir en mi vida y me gustaría poder disfrutar un poco de este intento antes de tener que confesarle a todo el mundo lo que estaba buscando en la vida o a mi amigo lo que quería conseguir con su hermano. Además, estaba seguro de que todavía tenía un poco de margen. Había sido discreto al pedirle salir a Joshua, puede que incluso demasiado y él no supiese a lo que había aceptado venir. Con ese pensamiento, preocupado por si malinterpretaba todas las señales y me mandaba a paseo, fui a cambiarme. Me aseguré de perfumarme para evitar cualquier atisbo de cafetería que pudiese desprender. Lo último que necesitaba en su cita era oler a comida.

"Venga, Seokmin, tú puedes. Lo peor que puede pasar es que no sigáis intentándolo y os convirtáis en amigos" me dijo a mí mismo. Estaba todo completamente controlado. Seguro. Fui dándome ánimos todo el camino hasta la salida y lo seguí haciendo cuando apareció Joshua con su coche. Le hice una señal para que aparcase por allí, así tendría una excusa para pasear con él, conocerle mejor. El cachorro que había en mi estaba deseando tener un compañero de juegos. Suspiré, preparando mi mente para ser el hombre más especial con el que haya podido salir Joshua. Conforme se iba acercando mi sonrisa crecía.

—Hola —Saludó él con timidez—. ¿Me has tenido que esperar mucho?

—No —Le tomé del brazo sin pensarlo dos veces y le dediqué mi mejor mirada—. ¿Listo para probar un lugar nuevo?

Estuvimos hablando todo el camino y parte de la cena sobre aquello que Joshua no había conocido o que había cambiado desde que había estado aquí. La vieja granja de los Jhonson donde él había ayudado un tiempo ahora convertida en una galería de arte donde exponían los artesanos del pueblo e incluso vendían sus piezas en pequeños puestos. Mi edificio que antes pertenecía a una pareja que hacía tiempo que había fallecido y ahora era su hijo quien lo dirigía. Como el gimnasio seguía exactamente en el mismo lugar con la única diferencia de máquinas nuevas, clientes diferentes y el dueño que se había jubilado y había sido comprado por otra persona. Él me contó anécdotas de los inicios del rancho, de esa juventud alocada de Jeonghan y él y yo le expliqué alguna de las aventuras que había tenido recientemente con los chicos del rancho.

Los hombres del Valle 3 - El psicólogo y sus sub [+18 ] (SEVENTEEN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora