2.Hawaii.

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Reflexión: Es mejor decir demasiado que no decir nunca lo que tienes que decir.

~

- Vamos, a la cuenta de tres corremos ¿vale?

- ¿Quién cuenta?

- Eso no importa, cuando yo diga uno seguimos al unisono los dos restantes ¿ok?

- Quieres decir que diga contigo el dos y tres? Ah, y quién va a entrar primero tu o yo? Mejor tu así el cantazo te lo llevas tu primero.

- ¡Seras idiota! Porque haces preguntas tan sin sentido?

- ¿Tanto te cuesta contestar me?

-¡Ah! Si vas a decir conmigo el dos y tres y si yo voy a entrar primero porque siempre tu lo arruinas todo, y sobre el cantazo no creo que me lo lleve yo.

- Yo nunca arruino nada, recuerda la ultim...

- Uno...

- Uno...

- ¡Imbécil te toca decir el dos!

- Ah es cierto, dos.

- y...- miro a mi acompañante y este asiente con la cabeza y decimos al unísono- ¡TRES!- y salimos corriendo con el barde lleno de agua fría hacía Hazel que aun duerme. Rápido que nos acercamos lo suficiente le lanzamos el agua fría.

Narra Hazel:

Estaba durmiendo plácidamente cuando de pronto siento un agua fría impactar mi cara rápido me despierto exasperada dando una vuelta y cayendo al piso llevándome conmigo la lampara de la mesa pequeña que queda junto al lado de mi cama mas la alarma y otras cosas que tenía cayendo me todo en mi cara. Claro no pude ser mas inteligente notase el sarcasmo que levantar mis brazos llevándome conmigo todo eso. Pongo las palmas de mi mano en el piso y me impulso con ellas para levantarme toda empapada pero llevándome conmigo un zapato. Estoy de espaldas hacía los culpables los oigo reírse a carcajada yo sin más me giro a ellos y sin mirarlos lanzo al zapato.

- ¡Coño Hazel!

Esperen esa voz esa voz no es la de mi hermano si no la de...no puede ser. Me dejo de estrujar los ojos y lo miro.

- ¿Alan? Que haces aquí? ¿Cuando llegaste?- le pregunto tan rápido que nose si me llego a entender mi hermano por otro lado se sigue riendo yo lo miro y hastiada ya de su risa le doy un puño en la cara a ver si así se calla.

- ¡Hija de tu madre!

- La misma tuya imbécil.- le escupo con enojo lo veo sonando se el cachete ya rojo por el puñetazo que le di.

- Creo que me rompiste la nariz.-oigo decir a Alan, ya me había olvidado que el estaba en mi habitación. Me acerco a él.

- Exagerado, deja me ver- le digo y el aparta su mano y joder es cierto esta botando sangre y mucha lo miro a los ojos. Oh Dios de cierta forma extrañaba esos inmensos ojos azules.- ups...

(...)

- Entonces mi tía Vero a venido a felicitar me por la graduación, que linda, pero donde esta?- le pregunto a Alan que por cierto es mi primo, mi tía Verónica es hermana de mi madre. Ahora nos encontrábamos sentados en la sala luego de de haber obligado a Sander y a Alan a limpiar y recoger y cambiar las sabanas de mi cama mas darle otro puñetazo a Sander que ahora se encuentra con los dos cachetes rojos; por haber sido el que planeo todo el desastre en mi cuarto mas obligue a prometer a Alan a comprarme una nueva lampara ya que se rompió al caer al piso me grito que no era culpa de el que se allá roto pero por favor claro que es su culpa ya que si no me hubieran tirado ese barde de agua fría mi lampara no estuviera rota.

Un amor sin límitesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora