Bárbara estaba muy nerviosa. Por fin iba a salir. Las últimas semanas apenas había salido de su apartamento y solo era para bajar a la peletería de Mistress Roslynd. Así que por fin podría pasear y sentir de nuevo el aire fresco. Pero... ¿podría alguien reconocerla? ¿Había alguna forma de que alguien pudiera saber que antes era Brad? Y si lo descubrían, ¿qué pasaría?
-¿Te has visto últimamente, Bárbara? -le dijo a su reflejo en el espejo.-Eres una chica guapísima. nadie va a saber quien eras antes.
Bárbara se maquilló y peinó intentando poner en práctica todo lo aprendido estas semanas. Primero la base para preparar el rostro, luego un poquito de corrector y a iluminar. Pómulos, nariz, sienes todo en movimientos precisos y firmes. Después aplicar volumen con el contouring. La máscara de pestañas bien aplicada, la cantidad justa de colorete, un poquito de voluminizador de labios. El toque justo para realzar cada uno de sus nuevos atributos.
Después peinó su hermosa melena para que ganara volumen y brillará espectacularmente.
Se miró al espejo para comprobar que todo estaba perfecto y salió al salón.
Mistress Roslynd le había preparado su outfit en un maniquí. Bárbara lo observó maravillada. El conjunto constaba de una camisa ceñida sin mangas de hombros abullonados y un gran escote en color azul cielo. Una falda sirena en dos tonos de rosa que bajaba hasta sus pies abriéndose desde la altura de las rodillas hasta el suelo. Un cinturón ancho de pelo blanco con detalles rosas daba un toque suave.
Sobre la encimera de la cocina una serie de cajas con varias joyas: unos delicados pendientes redondos de diamantes sencillos pero espectaculares; un sencillo chocker de oro con su nombre grabado en él; un brazalete rígido de oro con piedras de Swarovski formando una preciosa flor dorada en su parte superior y las pulseras labradas y adornadas con más cristales Swarovski.
A su lado un bolso tipo clutch con aplicación de pedrería en color en Buganvilla estaba abierto mostrando su contenido: pintalabios, glosh, colorete por si hay que retocar, un pañuelo con una B bordada.
En el suelo un par de zapatos de tacón de 15 centímetros de cuero rosa con un delicado cierre en piel para el tobillo adornado con un diamante en talla princesa.
Bárbara se vistió sin dejar de mirarse en el espejo. "Wow, definitivamente estoy guapísima" pensó mientras le tiraba besos a su reflejo y posaba como si se encontrara en la alfombra roja de un importante evento. Tan entregada estaba a disfrutar del momento que no escuchó entrar a Mistress Roslynd.
-Divina. El conjunto te queda perfecto. Solo quería hacerte un último "regalo" antes de salir. Bueno, dos regalos. El primero, mi hermosa sissy, es este móvil. Tiene una serie de números por si algo pasara y podrás hacerte todas las fotos que quieras para presumir de tus outfits. Por supuesto lo tengo monitorizado en todo momento así que siempre que lo uses sabré que estás haciendo.
-Muchísimas gracias, Mistress Roslynd- dijo Bárbara mientras cogía el teléfono con cuidado como si fuera un objeto sagrado.- Lo guardaré en el bolso para no perderlo, Mistress Roslynd. Muchísimas gracias. ¿Podré abrir un insta? ¿O un tik tok? ¿Podré? Por favor, no subiré nada que la avergüence. Por favor, Mistress Roslynd.
-Tendrás algo mejor, pero ya te lo explicaré, cariño. Y ahora - hizo una pausa mientras salía al descansillo y entraba con un precioso abrigo de piel- tu segundo regalo, querida Bárbara.
Bárbara se puso el abrigo y se volvió a mirar en el espejo. El abrigo era precioso y enorme. El pelo era de los más suave que había tocado. Por fuera era de un color plateado increíble, y estaba forrado por otra capa del mismo pelo pero en un profundo color rojo vino. El cuello le envolvía y era tan grande que incluso sobresalía por detrás de su pelo. El abrigo era tan largo que incluso se extendía por detrás como una pequeña cola.
-Oh ... Mistress Roslynd, que decir. Muchas muchas muchísimas gracias Mistress Roslynd. Es tan suave que querría vivir para siempre dentro. Es tan... suave...tan...esponjoso. Es la hostia, ups- y se tapó la boca avergonzada mientras Mistress roslynd no podía hacer otra cosa que sonreír ante la azorada sissy.
-Tranquila mi pequeña sissy. Tienes razón, es la hostia.
Y ambas se rieron mientras admiraban el reflejo del espejo.
ESTÁS LEYENDO
La fantabulosa historia de Sissy Bárbara y como conquistó el mundo
General FictionEl joven Brad va sufrir una transformación que lo convertirá en la hermosa sissy Bárbara. Este camino le llevará a conocer a gente maravillosa, disfrutar del sexo como nunca hubiera creído y lucir espectaculares vestidos.