Es lo mejor
...
Chiquita se quejó y golpeó su cabeza sobre el escritorio mientras que Ahyeon resoplaba y se pellizcaba el puente de la nariz con irritación. El cerebro de Chiquita estaba a punto de explotar y su espalda gritaba y dolía en agonía.
En cuanto Ahyeon, estaba dispuesta a rodear la garganta de Chiquita con sus manos para acabar con las miserias de ambas. Y pensar que apenas estaba terminando su primera semana de estudio y ya Ahyeon estaba lista para renunciar, y Chiquita también.
— No más, por favor. ¡Ten piedad de mi! — Se quejó Chiquita. Ahyeon le lanzó una mirada de fastidio y golpeó continuamente la cabeza de Chiquita con su lápiz.
— Sólo ha pasado una hora.
Chiquita volvió la cara hacia un lado, apoyando la mejilla en el escritorio, haciendo un puchero a Ahyeon.
afirmó molesta. — Es como si no te importara mi bienestar.
— Eso es porque no lo hago. — dijo Ahyeon, pinchando la mejilla de Chiquita con el borrador del lápiz. El puchero de Chiquita se transformó en una sonrisa cómplice mientras le quitaba el lápiz.
Se sentó y agitó el lápiz ante la expresión irritada de Ahyeon.
— Mentirosa, mentirosa, eres una mentirosa.
Ahyeon soltó una carcajada y trató de alcanzar el lápiz, pero Chiquita levantó rápidamente la mano, prohibiéndole siquiera tocarlo. Ahyeon gimió y se levantó, pero volvió a gemir de molestia en el momento en que Chiquita se levantó justo después, quedando más alta.
Chiquita soltó una risita y sonrió al ver la irritación que nadaba en los ojos entrecerrados de la pelimarrón.
— Eres una niña. — Se quejó Ahyeon. Chiquita se rió y le sacó la lengua juguetonamente.
— Admítelo, te estás ablandando conmigo. — La retó. Ahyeon bajó las manos y se cruzó de brazos, levantando una ceja y mirándola con incredulidad.
— Está claro que no.
— Está claro que sí. — Se defendió Chiquita. Ahyeon dio un paso al frente con los ojos brillantes.
— No lo hago. — Dijo con un ligero siseo. La sonrisa de Chiquita se amplió mientras daba un paso al frente también.
— sí lo haces. — Contestó. Ahyeon gruñó inconscientemente dio un paso amenazante hacia adelante, sin notar que las puntas de sus zapatos ya estaban tocando los de Chiquita.
— ¡No lo hago!
— ¡Shhhhh!
Ahyeon y Chiquita bajaron la cabeza y miraron a la bibliotecaria con sonrisas de disculpa antes de volver a mirarse.
Una no podía contener la risa mientras que la otra se sonrojaba con clara vergüenza.
— No es divertido. — Siseó Ahyeon en voz baja. Chiquita se rió con un pequeño encogimiento de hombros mientras miraba la pelimarrón que no había podido contener el sonrojo.
— En cierto modo lo es.
Ahyeon dirigió su mirada hacia arriba, preparada para otra pelea con la más alta, pero de repente tomó un fuerte respiro ante la falta de espacio entre las dos.
¿Otra vez?
Ahyeon debería estar acostumbrada a esos ojos, pero cuanto más los miraba más no podía apartar la vista. Esos ojos la miraban como ningún otro. Los profundos ojos marrones de Chiquita nunca dejaban de hacer que su mente se volviera confusa y su estómago se revolviera. Se sentía vulnerable bajo su mirada, y lo odiaba.
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Tócame - Chiyeon
Fanfiction- No te preocupes, te prometo que no te tocaré. - Pero, ¿Y si quiero que me toques? Una es una popular jugadora de voleibol del instituto y la otra es una estudiante normal. A una le encanta el afecto y la otra lo odia absolutamente. ¿Que podría sal...