Tócame - Chiyeon

Capitulo 05

Tu ganas

...

Crujido.

Crujido.

Crujido.

— ¿Quieres dejar de masticar tan fuerte? Estoy tratando de estudiar. — Siseó Ahyeon, peinándose bruscamente el pelo. El estrés la estaba consumiendo lentamente y Pharita  lo encontraba muy divertido. Por eso eligió comer papas fritas para encender los humos del límite de molestia de Ahyeon.

Crujido.

Actualmente estaban sentadas en la cama de Ahyeon, estudiando.. Bueno, en realidad la única que lo hace es la pelimarrón de cabello largo, quien se encuentra con el entrecejo fruncido.

Mientras Pharita se sentaba frente a ella, masticando papas fritas un poco demasiado fuerte para su comodidad, y quemando su mirada en el rostro de Ahyeon. Era como si tratara de analizar todos sus movimientos.

— ¿Estás estudiando, un viernes? — Preguntó Pharita con una ligera risa. Ahyeon exhaló profundamente y apartó la mirada de su libro para fruncir el ceño ante la alegre pelinegra.

— ¿Es eso tan malo? — siseó. Pharita levantó las manos en señal de rendición y la despidió Con una sonrisa.

— No, no. No te preocupes por mí. Por favor, continúa. — Dijo. Ahyeon la miró con extrañeza y resopló antes de volver a mirar su libro con la mandíbula apretada.

¿Por qué se sentía tan agitada? Seguro que habían pasado dos días desde el incidente del pasillo y seguro que Chiquita la había estado ignorando y evitando como una plaga, pero..

Crujido.

Ahyeon se estremeció por el sonido y echó una mirada molesta a Pharita. Pero, al ver que la pelinegra no le prestaba ninguna atención mientras se metía otra papa en la boca, se encogió de hombros y continuó con su trabajo. Bueno, lo intentó.

Esa maldita chica Barbie no salía de su mente. Especialmente la mirada perdida en sus ojos. Esa mirada era una extraña para ella.

Fue lo mejor.

Crujido.

Ahyeon apretó los dientes y agarró el lápiz con fuerza, tratando de contener la ira que empezaba a burbujear en su pecho.

Ignorando a su chica pelinegra favorita de enfrente, Ahyeon se apresuró a pasar la página sólo para congelarse y mirar el mini garabato en su cuaderno.

Su pulgar trazó sobre el mini corazón con las iniciales de Chiquita debajo.

Chiquita lo dibujó cuando yo no estaba mirando.

Ahyeon se sacudió bruscamente de sus pensamientos y pasó a la siguiente página. Respiró de nuevo.

Fue lo mejor.

Crujido.

Ahyeon cerró los ojos y apretó el lápiz en su mano.

Fue lo mejor.

— ¿Oye, Hae? ¿Vas a...

Ahyeon bajó las manos de golpe y abrió sus ojos furiosos.

— ¡Fue lo mejor! — Gritó.

Pharita se congeló y miró con los ojos muy abiertos a la chica furiosa. Ahyeon jadeaba y miraba con rabia a Pharita, que tenía la mano congelada, señalando la bolsa de papas fritas extra al lado de Ahyeon.

— Iba a preguntar si ibas a comer eso.

Ambas se quedaron en silencio por un momento. Y, al ver que un rubor se formaba de repente en las mejillas de Ahyeon. Pharita se tapó la boca con la mano y empezó entrar en un ataque de risa.