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Tras un día exageradamente ajetreado para la compañía, Charles se siente en el cielo cuando sale de la ducha y se pone sus pantalones de pijama, lanzándose a la cama de inmediato.
Divaga a través de sus redes sociales mientras espera a que Max salga del baño, haciendo todo lo posible porque sus pesados párpados no se rindan aún.
Deja el teléfono de lado cuando finalmente el mayor aparece listo para ir a la cama, piensa que este se lanzaría a su lado pero recibe una seña para que abra sus piernas y cumple sin dudarlo, pronto Max se acomoda entre ellas, y se inclina con extremo cuidado de no recargar todo su peso sobre él.
"Me duelen lugares de mi cuerpo que ni siquiera me habían dolido antes." Ríe Charles pero nota de inmediato el puchero en los labios de su pareja y acuna en su mano el rostro ajeno, acariciando su mejilla suavemente con su pulgar.
"Lamento haber sido tan duro hoy." Max susurra, empujando su rostro hacia el toque cual gato, Charles ríe, solo le falta ronronear.
"No lo fuiste, es mi trabajo y todos tuvimos un día pesado, tú también estás cansado."
Max asiente y Charles se sorprende un poco cuando el rubio se escapa de su toque y comienza a repartir dulces besos por su desnudo pecho, sin embargo pronto el monegasco solo lo observa con ojos enamorados mientras acaricia las hebras doradas perezosamente.
Y es que los besos de Max descienden por su torso con ninguna intención que no sea hacer que el menor se sienta amado, como si aquellos pequeños toques pudieran aliviar cualquier dolor que alguna vez se sintió en esa zona.
Han pasado ya poco más de dos años desde que Charles comenzó a compartir su vida con quien considera el amor de la misma y no hay día en el que Max le permita considerar arrepentirse de hacerlo.
Max solo se detiene cuando ya ha cubierto su torso e incluso sus muslos por completo, vuelve a subir para acercar su rostro tentativamente cerca del ajeno, rozando la punta de ambas narices en un meloso beso de esquimal, sus miradas conectándose, brillando llenas de cariño.
Charles es quien toma la iniciativa y jala débilmente al mayor, uniendo sus labios con suavidad y fundiéndose en un beso lento que dice mucho más que un simple "te amo".
Cuando unos casi inaudibles golpes en la puerta interrumpen el momento de la pareja, ambos sonríen y se separan con sus corazones latiendo acelerados. Max finalmente se aleja del cuerpo de su esposo sin dudar en acercarse rápidamente y picotear un poco más los labios ajenos.
"¿Papi?" Una vocecita se hace presente tras la puerta.
"Entra, cariño."
Los rulos dorados aparecen tras la madera y el niño pasa de una expresión de confusión a completa emoción tras notar las sonrisas en los rostros de los adultos.
Dani ya viste con sus pijamas y lleva en sus manos su peluche de león favorito, el sueño también visible en sus ojitos, tras él se adentran dos bolas de pelo, que como siempre, le persiguen por toda la casa, Jimmy y Sassy son los nuevos integrantes de la familia que han traído incluso más risas y mimos a su hogar.
Sin pronunciar una palabra el niño se acerca y se sienta a los pies de la cama, como dudando de las palabras que pronunciará a continuación.
Avergonzado, mira a Charles y luego a su padre, se ven cansados y listos para dormir, no quiere ser grosero o molestarlos, tras un fuerte suspiro, separa sus labios.
"Papi Charlie, ¿tienes muchísimo sueño?"
Los mayores se miran comicamente sabiendo lo que ocupa la mente del pequeño y con una sonrisa, Charles niega mientras se sienta en la cama.
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You Can Be The Boss - Lestappen
FanfictionMax se da cuenta de que romper su propia regla por la cara bonita de Charles Leclerc, vale completamente la pena.