𝐂𝐀𝐏𝐈𝐓𝐔𝐋𝐎 𝟔

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Son inquietantes las reacciones de mi cuerpo, me costo dormir y me cuesta concentrarme en el desayuno con Yeonjun.

Me siento angustiado pero al mismo tiempo acelerado por la osadia de ese chiquillo revoltoso.

-¿En qué tanto piensas?-Vuelvo a la realidad y miro a mi mejor amigo con una ceja arqueada mirándome con inquietud. No has tocado ese huevo, parece muerto de lo frio que está.

Bajo la mirada a mi plato y luego me percató de que Ni-ki no está desayunando con nosotros, ni siquiera lo he escuchado en toda la mañana.

-¿Dónde está Ni-kie?

-Durmiendo seguramente.

-¿No tiene que ir a clases?

-Siempre llega tarde.- Lo veo encogerse de hombros restándole importancia y me doy cuenta de un problema a simple vista.

-Mañana es su cumpleaños ¿Qué haremos? -El come la tostada de un solo tiro y mira su reloj constantemente.

-El sabe que no puedo faltar al trabajo, también será tu fiesta asi que, sera un dia muy ocupado.

-Pero es su cumpleaños Yeonjunnie.

El me mira y suspira asintiendo.

-Los fondos universitarios no se pagarán solos Sunoo, el lo entiende perfectamente. -Tragó grueso y siento mi corazón latir muy fuerte, recuerdo que antes de irme Yeonjun no pasaba mucho tiempo en casa, de hecho ahora que empiezo a recordar, era yo quien constantemente le dedicaba tiempo a Ni-ki.

Mierda...

-Tengo que irme, Ah por cierto! Tu auto está en el garage, tu padre me lo ha dado ayer en la noche.

-¡Espera Yeonjun!-Tomo el jugo de naranja rápidamente y lo sigo hasta la sala de la casa.- ¿No lo llevarás?

-Se va en transporte público Ni-kie, ya deja de preocuparte hombre-Lo veo tomar su maletin, me lanza un beso volador y sale de la casa.

Pero si esto es un desastre, Yeonjun está siendo un padre ausente en la vida de Ni-ki, ¿Soy el único que se da cuenta de ese problema?

-¿Ya te rendiste?-Su voz me hace saltar en mi lugar y volteó a verlo desde la escalera, enfundado en ropa obscura, pero está vez cubre esa manga de tatuajes y no lleva el piercing.

-Bu-Buenos dias. ¿Quieres desayunar?

El suspira y niega rendido, bajando los escalones de manera apresurada, seguramente para irse, pero no podia solo dejarlo ir, no cuando puedo llevarlo.

Tomé su brazo una vez paso por mi lado y el me miró con una ceja alzada. -Te llevare.

- No es necesario.

-¡Qué si lo es! No quiero negaciones, lo haré y punto.

El sonrió de manera ladina y se cruzo de brazos bajando la mirada hacia mis piernas.

Siento mi cuerpo estremecerse por su mirada y me hace sentir nervioso.

-Cámbiate ese jodido short ¿Acaso quieres que te vean?

Bajo la mirada hacia mis piernas.

-Pero si estaré en el auto, nadie va a verme.

-Si no lo haces no dejaré que me lleves.

Mi mirada se va a la suya y asiento lentamente, bien, es extraño pero siento la jodida necesidad de hacerle caso y eso es peor aún.

-Espérame aqui ¿Si? Lo haré rápido.

Corro del lugar como alma que lleva el diablo y voy a mi habitación, ni siquiera lo pienso mucho, tomo unos pantalones deportivos y me los pongo a la velocidad de la luz.

Un momento en el auto me ayudara a tratar de entablar una conversación con el, necesito saberque es lo que pasa por su mente.

Así que bajo una vez estoy listo y le sonrió, puedo jurar ver un brillo en su mirada pero voltea la cara hacia la puerta para salir y lo sigo.

Tomo las llaves que normalmente siempre están en el garage y saco el auto que por mucho tiempo no había visto, paró frente a el dándole la oportunidad de subirse y lo hace sin decir absolutamente nada.

El auto se llena de su perfume y por primera vez me doy cuenta de lo fresco, bastante fuerte y varonil que es.

Huele delicioso.

-¿Sigues estudiando en el mismo lugar?-Preguntó antes de empezar a conducir y el asiente.Doy marcha mientras me siento bastante nervioso, de repente los animos que tenía para hablarle se fueron y su olor y presencia me hacen sentir bastante pequeño.

Quizás porqué si lo era después de todo.

-¿Por qué volviste?

Su pregunta me sorprende pero al mismo tiempo me da la oportunidad que he esperado.

-Extrañaba mi hogar.

-No seas ridiculo, no puedes irte para iniciar una nueva vida y solo regresar por "extrañar tu hogar".

Abro la boca de manera exagerada y me siento jodidamente ofendido.

-¿Me acabas de llamar ridiculo?

Lo miro de manera rápida y logro ver como gira sus ojos.

-¿De todo lo que dije eso fue lo único que has escuchado?

-Es que me has ofendido, tu nunca me habias ofendido tanto como lo has hecho últimamente.

El bufa y deja salir el aire contenido, estirándose en el asiento para luego mirarme de manera fija e intensa.

Me tenso, siento los nervios a flor de piel cuando volteo mis ojos hacia el y miró los suyos mirandome fijamente.

-¿Que sucede?

-¿Por qué volviste?- Vuelve a preguntar.

-Ya te lo he dicho.

-¿Solo extrañabas tu hogar?

Niego mirando el camino, tragó grueso y no tengo las palabras para responder eso.

-Habla.

-No.

¿Por qué soy tan sensible a su jodido comportamiento y su jodida voz? ¿Es que no follar ya me afecta a ese nivel?

-¿Entonces?

-Extrañaba a mi papa, Nam y a ti....

El sonrie y vuelve su mirada al frente, como si aquello hubiera aumentado su egocentrismo veo como infla su pecho y suspira.

-¿Tan dificil es decir eso?

- No pensé que quisieras oírlo, después de todo actúas como si cualquier cosas que haga o diga te molestará.

No responde y se que he dado en un punto, necesito aprovecharlo.

- ¿Qué fue lo que hice para que me trates así?

No responde.

- ¿Ni-kie?

- ¡Que dejes de llamarme así! No soy un puto niño Sunoo.

Abro mis ojos ante su exclamación y mi boca se cierra.

No puedo pronunciar palabra alguna, me siento atorado con un nudo que no me deja siquiera respirar bien, incluso mis ojos pican y me doy cuenta de lo jodido que es esto, porqué me ha lastimado con su manera de ser varias veces.

Odio lo mucho que ha cambiado.

- Lo siento no volveré a llamarte así.- Estacionó fuera del edificio donde estudia y mi mirada se queda fija en el volante, siento la suya en mi y por un momento creí que se retractaria o pediría disculpas, sin embargo lo veo bajarse y alejarse como si no acabará de gritarme y tratarme de la mierda.

Miró como camina hacia la entrada y como es recibido por otros chicos, pero sobre todo como la misma chica que llevo a casa se guinda de su cuello como si fuera una puta orangutána, lo peor es que el le sonríe.

Le sonríe a ella y eso me hace sentir inquieto.

Maldita sea.

𝐌𝐈𝐍𝐄 // 𝐒𝐮𝐧𝐤𝐢Donde viven las historias. Descúbrelo ahora