𝐂𝐀𝐏𝐈𝐓𝐔𝐋𝐎 𝟐𝟗

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Ni-ki

La mañana parece nublada, quizás hemos entredo en época lluviosa, el ambiente está frio pero a mi lado está muy cálido. 

Volteo y el está ahi, tan serene, tranquilo y lleno de marcas.

En sus muñecas se marcan las esposas por los esfuerzos que hacia en soltarse.

"Quiero tocarte, déjame tocarte"

Sigo recorriendo su rostro y el leve enrojecimiento en su mejilla me recuerda ese momento en el que nos salimos de nuestros cabales 

Tuvimos una fuerte ronda de sexo rudo.

"Oh por Dios, me llenas tan... Bien Ni-kie"

Sonrio ante los recuerdos y mis manos bajo la sabana acarician su suave piel, el se remueve y voltea.

Joder

Me da su espalda desnuda y ni siquiera quiero mirar más abajo, se que está completamente desnudo y yo estoy jodidamente erecto. 

Mis caricias van por su abdomen, caderas y terminan en sus pezones. 

El gime entre sueños y sonrió dejando un beso en su cuello.

Dejo de jugar con sus pezones y tomó mi erección levándola a ese lugar pecaminoso, que me lleva al mas alto de los placeres.

Me hundo en el, está resbaladizo por toda la acción que hemos tenido, mis dedos de hunden en su cintura y mis movimientos son bastantes suaves, profundos y placenteros.

"Hmm"

Entierro mi cara en su cuello y evito soltar los sonidos que mi boca quiere emitir.
El se remueve y rie bajito.

"Eres insaciable...oh..."

Dejo un beso en su hombro y deslizó mis manos hasta sus muslos para pasarlo por encima de mi pierna, la posición me atorga espacio y puedo entrar más a fondo.

"Ni-kie... Dios"

Aumento la velocidad de mis embestidas y nuestras pieles se oyen al chocar, el gime y aprieta las sábanas bajo sus manos y yo me dedico a besar la suave piel de sus hombros.

Sin dejar de sostener su pierna, siento como me aprieta por dentro y se que tengo que salir de el pronto sin embargo no quiero hacerlo, no quiero estar fuera de el.

Tampoco puedo someterlo a beber pastillas tras pastillas, ya bebió una en la noche y desde entonces he usado condones.

Necesito pensar en su salud y salgo de el derramandome en las sábanas.

El jadea y respira cansado, suelto su pierna y lo envuelvo en mis brazos.

- Buenos dias dulzura.

- ¡Son los mejores buenos dias que me han dado en la vida!

Pense que estaria agotado pero tiene energia, siempre tiene energia.

Me rio de su entusiasmo y bajo mis labios a los suyos.

Nuestro momento es interrumpido por el timbre y ruedo los ojos.
- ¿Esperas a alguien?

- No ¿Tu?

-No.

-Bien, yo ire, ve a darte un baño, te hare el desayuno.

El abre sus ojos y luego los mismos desaparecen en una linea cuando sonrie. Realmente encantador. 

Dejó un beso en sus labios y me levanto de la cama bajo su atenta mirada.

-Oh, sigues muy erecto Ni-kie.

𝐌𝐈𝐍𝐄 // 𝐒𝐮𝐧𝐤𝐢Donde viven las historias. Descúbrelo ahora