𝐂𝐀𝐏𝐈𝐓𝐔𝐋𝐎 𝟐𝟐

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La cena transcurre con normalidad, el ambiente no es pesado y aún que en algún momento creí que la actitud de Ni-ki pudiera hacer de esta una velada pesada, la verdad y para mi sorpresa se ha comportado maravillosamente bien.

- ¿Entonces como te fue en el tenis con tu papá?- Pregunta Soobi , la comida esta servida y nos dedicamos a conversar mientras degustamos la deliciosa cena hecha por Yeonjun y Ni-ki.

- Me ganó.

Yeonjun y Soobin rien, mi relación con papá es muy buena, desde que murió mamá nos hemos vuelto unidos y me alegra tenerlo en mi vida.

- Siempre se sale con la suya, es un competitivo.

Asiento y miró a Ni-ki comer en silencio, mientras mira su plato.

Se ve relajado, casual y ya no se ve como ese rebelde chico grosero que encontré al llegar.

Me gusta verlo así.

El voltea a verme y le sonrió, realmente lo quiero muchísimo.

- ¡Oh! Ni-ki, tu padre tendra unas minis vacaciones y hemos acordado ir a la playa ¿Nos acompañas?

El deja de mirarme y mira a Soobin.

No hay un apice de malicia en su mirada, no hay un aspecto grosero, de hecho sus ojos han vuelto a brillar y me hace recordar a mi Ni-kie.

- No puedo ir, estoy en exámenes finales y dentro de pocas semanas me graduare.
Los ojos de Yeonjun se abren por la sorpresa y me hace reír la manera en la que intenta disimular que no sabía nada.

- Sunoo no puede porque tiene que trabajar, tu por tus clases.- El pelinegro mira a Yeonjun y sonríe.- Creo que seremos tú y yo, y luego a planear esa graduación.

- Estoy de acuerdo.- Digo felizmente y el me mira sorprendido.

No hay absolutamente nada que yo no haría por el.

Es mi Ni-kie.

La cena termino siendo un éxito y cuando las horas avanzaron Soobin se tenía que retirar, y con el Yeonjun lo "llevaba a su casa".

En realidad Yeonjun iba a casa de Soobin y volvía hasta la mañana, pero ¿Quien diría algo? Yo también estaba entretenido.

No es como si quisiera que el escuchara como su hijo me hace gritar.

- Fue un placer volver a verte Ni-ki.- Soobin se acerca a Ni-kie y lo abraza.

Se que le cuesta aceptar la muestra de afecto, sin embargo lo hace, sus manos van a la espalda del contrario y lo palmea con cuidado.

Soobin le cae bien.

Yeonjun me mira y yo le sonrió, porqué nada nos hace más felices que ver a Ni-ki avanzar y no perderse en alguien que no era el.

- Bien, regresaré pronto.

Ruedo los ojos y Ni-ki rie.

-¿Jugamos con el Play Sun?

Asiento y lo sigo escaleras arriba, la puerta principal es cerrada y mi cuerpo se anticipa a lo que se que va a suceder.

Sus pasos paran cuando la puerta es cerrada y me quedo a unos metros de distancia mirando su amplia espalda.

- ¿Sabes? En toda la cena tuve un pensamiento irracional.

Alzó una ceja y el voltea lentamente.

Cómo un acechador me mira y me hace retroceder lentamente, bajando los pocos escalones que habíamos subido.

- ¿Que pensaste?

Mi voz sale en un hilo, aguda y temblorosa.

- Quiero ver el color de tus bragas, acostarte en esa mesa y joderte duro.

Trago grueso y mis pasos se detienen, es como si fuera un detonante para mi, se acerca y me carga con fuerza sobre sus hombros.

Amo que se haya vuelto tan fuerte. 

Me causa cosquillas en mi vientre y hace vibrar mi piel.

Rio cuando siento la madera de la mesa en mi trasero y el me mira.

Sonrie ladino y acaricia mi cara haciendo que cierre mis ojos.

- Eres hermoso dulzura, el hombre más hermoso que mis ojos han visto.

Aquello me hace suspirar y tiemblo, tiemblo por el, por sus palabras, por su presencia.

- Estaba vuelto loco por ti, me dejaste Sunoo.

Abro mis ojos, sus facciones siguen tranquilas, pero sus ojos traspasan los mios y me siento culpable.

- Me dejaste solo en esta casa, ¿Sabes cómo se siente estar solo?

Mis manos van a las suyas en mi cara y las tomo, me atrevo a besar sus nudillo y el no deja de mirarme. - No volveré a irme.

- Por supuesto que no lo harás, no lo voy a permitir.

Es todo lo que escuchó antes de que sus labios impacten con los míos, antes de que con fuerza me recueste en la mesa y todo a mi alrededor se nuble.

Me pierdo en el, en sus labios, en sus manos que tocan todo mi cuerpo, en los sonidos que salen de su boca.

No espacio para culpa en estos momentos, me entrego a el, le doy mi cuerpo permitiéndole explorar más profundo de lo que cualquiera ha hecho.

No hay nada sentimental, es sexo, pero sexo con Ni-ki y es mejor que cualquier otro sexo que haya tenido.

Abro mi boca cuando desliza mis pantalones y empieza a besar mis muslos, cuando muerde mi piel y se estira tocando mi cuello.

Sabe lo que hace, sorpresivamente esos videos si le enseñaron a coger.

- Rojas.- Murmura con una sonrisa lasciva y lo miró levantando mis caderas.

- Quitalas, bajo de ellas hay algo mejor.

El brillo en su mirada me hace entender que lo he excitado y lo confirmo cuando me voltea sin nada de delicadeza.

Azota mi culo y lo aprieta entre sus manos.

De un momento a otro las sensaciones son abrumadoras, pero me llena.

Cuando está dentro de mi me hace delirar, quiero gritar, gemir y hacerle entender de mil maneras que no hay mejor lugar en donde estar que no sea dentro de mi.

Porqué quiero tenerlo ahí siempre.

Se desliza, el condón hace contacto con mis paredes, ahora siento que siempre tendrá un condón guardado en sus pantalones y no me quejo. Está siendo responsable, nos cuida a ambos y estoy agradecido por ello.

"Oh si, me gusta"

No puedo evitarlo me hace sentir en las nubes, me aferró a la mesa de madera y siento como se sacude por cada embestida que me da.

Mis ojos se cierran y siento la jodida necesidad de pedirle que me lo dé todo, pero ya debe estar cansado y se que no resistirá demasiado.

Se ha contenido desde la cena y ¡Joder! Lo admiro.

Mis caderas arden por la presión de sus manos y mi culo duele por los azotes y las embestidas bestiales.

- Oh dulzura... Mirate, eres un jodido desastre.

Se que mi maquillaje debe haberse corrido un poco, mi cabello está alborotado, siento que sudo y mi ropa está arrugada.

Aún asi me siento deseado por el.

Lo siento palpitar dentro de mi y aprieto mi entrada haciendolo jadear de sorpresa.

- ¡Dulzura por Dios!

Empiezo a moverme con el, la mesa fricciona mi pene y sus embestidas me sobre estimulan.

No duró demasiado.

Me derramo en la mesa y el lo hace en el condón, sus manos me aprietan, trato de respirar correctamente, realmente estoy cansado.

- Eres mio Sunoo.

Lo he escuchado, lo has dicho antes y no puedo evitar sentirme de esa misma manera.

- Soy tuyo.

𝐌𝐈𝐍𝐄 // 𝐒𝐮𝐧𝐤𝐢Donde viven las historias. Descúbrelo ahora