𝐂𝐀𝐏𝐈𝐓𝐔𝐋𝐎 𝟏𝟖

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Su tacto me quema, me arde, me envuelve en una burbuja pecaminosa y lujuriosa que me encanta.

Estoy loco.

Pero incluso cuando bajamos del auto sin dejar de besamos como dos desesperados, admito que me encanta la locura en la que estoy sumergido.

Sus labios me hacen suspirar y sus grandes manos estremecen mi cuerpo,
No quiero parar, ni ahora, ni nunca.

Me carga con fuerza y enrollo mis piernas en su cadera, sus manos están en mis nalgas y las aprieta con fuerza, con mucha fuerza.

Me aferro a el, quiero seguir aferrado a su cuello mientras el devora la piel del mio.

Me preocupare mañana de cubrir esos chupetones con mucho maquillaje. 

Por ahora los anhelo y me gusta mucho la idea de tenerlos en mi.

Sube las escaleras y cuando pienso que iremos a mi habitación, lo veo caminar a la suya.
No he entrado en su habitación desde hace mucho tiempo, está muy ordenada e incluso huele muy bien. 

-Quiero saber- Dice en medio de su degustación por mi piel- ¿Me dejaras probar tu cuerpo a mi manera?

Joder si.

- Haz de mi lo que quieras.

Lo veo sonreir y me doy cuenta de cuanta verlo sonreir, me hace sentir glorioso, el es glorioso.
Me deja en su cama y cierra la puerta.

Camina de manera intimidante hacia su closet y saca una caja alargada de color negro.

Estoy curioso y cuando abre la caja saca de ella unas esposas. 

Santa madre de Dios.

-No sabes cuanto he esperado esto-Juega con las esposas en sus manos y las deja a un lado en la cama, para volver a meter las manos en la caja y sacar... ¿Una venda?- Te voy a asegurar que no soy un puto niño y no volveras a verme como tal.

Oh Ni-kie ya no lo hago.

Tragó grueso y no despegó mi mirada de sus manos, estás dejan la caja a un lado y toma su camisa quitandola de su cuerpo.

Una vez mas me pierdo en los músculos de su cuerpo, quiero lamerlos, quiero apretarlos y nunca soltarios.

El se acerca, levantó mi cara hacia el y acepto sus labios en los mios, me besa con profundidad acariciando mis mejillas y luego se aleja dejándome hecho un manojo de suspiros.

Sus manos van por mi ropa quitando cada prenda, no me importa, no la necesito.

Me deja a su entera disposición y cuando solo quedan los pantalones, levantó mi cadera para ayudarlo a hacer el trabajo más sencillo -Negras- Dice tocando el encaje que llevo puesto.

Me hace sentir orgulloso causar esa sonrisa lasciva en el, está excitado, su polla se marca mucho en sus pantalones, pero está jodidamente tan calmado que me asusta.

¿Que hay en su mente? ¿Ya tenia todo planeado? 

-Sube a la cama dulzura, acuéstate.

Lo obedezco sin refutar, el tiene el control en estos momentos y no me molesta.

Enciende todo mi ser.

No deja de mirarme, no deja de morder su labio y lamerlos, lo provocó y lo excito de una manera que incluso se refleja en su mirada.

El busca algo en la caja nuevamente y saca de ella una pequeña caja de condones.

Muy bien.

Empieza a gatear hacia mi y se sube a mis caderas tomando mis muñecas a cada lado de mi cabeza, su mirada me intimida, pero no retrocedo. 

𝐌𝐈𝐍𝐄 // 𝐒𝐮𝐧𝐤𝐢Donde viven las historias. Descúbrelo ahora