𝐌𝐈𝐍𝐄 // 𝐒𝐮𝐧𝐤𝐢

𝐂𝐀𝐏𝐈𝐓𝐔𝐋𝐎 𝟐𝟓

Una semana.

Una semana ha pasado, ¿Cómo siguen las cosas?

De la puta mierda.

Ni-ki y yo seguimos follando, debería estar saltando de emoción pero no, porqué el sexo se ha vuelto extraño.

Se volvió solo sexo.No hay palabras, no hay caricias después, solo es sexo rudo y luego se va.

He tratado de llamar su atención, pero para mí mala suerte también pasa demasiado tiempo pegado al play jugando con su "Amiga orangutána"

Me arrepiento de haberle regalado el puto Play.

Yeonjun se ha ido de vacaciones y es fin de semana, estoy aburrido y el está jugando con su amiga.

Puedo escuchar como grita y ríe.

Si fuera al revés estuviera como toro rabioso encima de mi.Bufó y me deslizó por el sofá 

¿Que se supone que haré?

 No es así como creí que sería pasar mi tiempo con el mientras Yeonjun está de vacaciones.

Ese mocoso me tiene mal, definitivamente.

Muevo el pie impaciente en el suelo y escucho:- ¡Vamos Yeji juntos!¿Juntos que? Juntos mis pelotas.

Me levanto del sofá y estoy harto de su actitud, quiero su atención y la quiero ahora.

Camino sin detenerme hacia su habitación, aún y cuando entro el no desvía su mirada de la pantalla y juega con su control desesperadamente.

Se que me ha notado, pero está haciéndose el duro.

Oh cariño ¿Crees que no se jugar?

Empiezo a quitar mi ropa, quedando solo en ropa interior.

Encaje rosa.

Camino con sensualidad hacía el, su mirada se despega de la pantalla por unos segundos y recorre mi cuerpo con la misma.

Oh Dios, me excita solo verlo.

Sus músculos se tensan, lo sé porque solo lleva unos pantalones deportivos, sus audífonos cubren sus orejas y un micrófono sale de ellos.

¿Está escuchando a Yeji?

Sonrió lascivo y me siento en sus piernas, el no dice absolutamente nada, solo vuelve su atención hacia la pantalla y juega con su control, como si no estuviera ahí.

Miente perfectamente bien, puedo oir su corazón y está bastante agitado.

Empiezo a besar su cuello, lo degustó y lamo a mi antojo, como si su cuerpo fuera mio.

Quiero que gima, quiero que esa niñita escuche como mi Ni-kie disfruta de la compañía de alguien más.

Empiezo a mover mis caderas encima de su entrepierna y el jadea, se está poniendo duro, puedo sentirlo, pero está muy absorto en su bendito juego y mantengo la calma para no gritarle en la cara.

- ¡Muevete de ahi! ¡Hay alguien detrás de ti Yeji! -Muerdo su piel y el se estremece, su mano vacila y por poco deja caer el control.

Sonrió ante su reacción y decido moverme aún más duro.

Siento su dureza bajo de mi y mi cabeza se va hacia atrás, los instintos que el despierta en mi son bastantes fuertes, me enloquece hasta el punto de no querer ser tocado por nadie más que el.

Anhelo sus manos en mi piel, me gustan sus palabras y como controla mi cuerpo a su antojo.

Me he vuelto un masoquista.