𝐂𝐀𝐏𝐈𝐓𝐔𝐋𝐎 𝟑𝟎

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Me encuentro en el jardin con mi padre, mientras Ni-ki recorre con su auto nuevo los alrededores de la casa.

-Estás preocupado

Lo miró y asiento, realmente lo estoy.

-Sigue siendo un niño

-No lo parece.

-Pero lo es y yo lo sé.

El deja la taza de café, es tu tercer café, y se acomoda en la silla.

- Cuando conoci a tu madre pensaba de la misma manera, me recriminaba y cohibia de llegar a mucho mas que una amistad con ella. Lo miró atentamente y mi corazón se estruja.- Miro al pasado y pienso que fui un tonto por haber desperdiciado tiempo, no sabes cómo me arrepiento. 

Mi corazón se rompe y quiero llorar.

-Papa...

- ¡Está bien cariño! Lo he superado, he tratado de vivir con eso, solo no quiero que pases por lo mismo que yo ¿Sabes? Que te limites a ser feliz solo por detalles, que no ames libremente por miedo. Sunoo hijo, el crecerá, crecerá a tu lado, igual no parece un infante, es muy maduro de hecho. Aun recuerdo como estaba cuando te fuiste, lo vi destrozado y llorando por ti, jarnás vi a alguien llorar por ti asi, ni siquiera yo... Entonces hice la apuesta, quería animarlo y que dejara de sentirse triste. 

Mi corazón late rápido al imaginarme a Ni-ki roto por mi, llorando y desconsolado, ¡Oh mi lindo Ni-kie!... 

-¡Sunoo ven! ¡Demos una vuelta dulzura!

Mi padre rie y niega con entusiasmo.

-Me cae bien ese muchacho. 

Entonces recuerdo un detalle y antes de ir hacia Ni-ki le pregunto:

-¿Que hay con Sunghoon? Crei que lo querias.

- Y lo hago, como nuestro chofer y seguridad, pero no como tú marido o novio, lo conozco muy bien, no lo quiero en tu vida, no quiero ver a mi hijo sufrir por ningún cabron.

Abro mis ojos con sorpresa.

-SUNOO

- ¡YA VOY!

-Ve, ve, le dire a Karina que haga un buen almuerzo para los tres, y jugaremos un rato al tenis, haré una reserva.

Ruedo mis ojos y me doy la vuelta, es tan competitivo

- ¡Disfruta con Karina! 

-¡Disfruta con Ni-kie, ingrato!

Linda, hermosa mi relación con mi padre.

Con una sonrisa me acerco al auto y olvidó completamente que es menor de edad y que no tiene una puta licencia, porque quiero disfrutar a su lado.

- Súbete dulzura.- Le hago caso y subo al asiento del copiloto, pongo mi cinturón y lo miro.

-¿A dónde vamos?

-Mmm, daremos una vuelta. 

Me mira con intensidad y tragó grueso, el se pone en marcha y para mi fortuna no va a una velocidad reprochable. 

-Con toda esa situación me olvide de una cosa.

-¿Que cosa?

-Esos malditos shorts dulzura- Bajo mi mirada a mis piernas y el tambien lo hace, su mano se mi muslo y empieza a apretario.-Vamos a tener que quitarlos

-Ni-kie

El da un giro realmente inesperado y nos sacude dentro del auto, no estamos tan lejos de la casa de mi padre, pero es un sendero frondoso alejado de la carretera. 

𝐌𝐈𝐍𝐄 // 𝐒𝐮𝐧𝐤𝐢Donde viven las historias. Descúbrelo ahora