𝐌𝐈𝐍𝐄 // 𝐒𝐮𝐧𝐤𝐢

𝐂𝐀𝐏𝐈𝐓𝐔𝐋𝐎 𝟗

Agradezco infinitamente que la orangutána no haya aparecido por aqui después de clases, sinceramente estoy teniendo un debate mental con respecto a las sensaciones que me hace sentir con solo verla.

Me da malas vibras.

Aún asi el ambiente ha sido tenso y silencioso, Ni-ki no me ha hablado y eso me desespera.

¿Que es lo que quiere?

Pensé que su actitud en la mañana había sido un tipo de "pase" para llevar una convivencia tranquila, pero no, sigue siendo frio e insoportable.

Quiero gritarle que deje su maldita actitud o voy a morir de estrés.

Miró mi reflejo en el espejo y decido que es suficiente gloss, no me esforcé demasiado, mi cabello está un poco largo, las raíces negras empiezan a salir y me hago una nota mental de que debo ir al salón.

Aún asi cae en ondas bastante marcadas, me gusta, quizás en otra vida tuve el cabello lleno de rollitos. 

Respiro tranquilo y me enderezó, mi parecido con mamá es increible, es como si hubiera copiado su cara y su contextura.

He olvidado como era su voz, pero sigo recordando su linda sonrisa.

La puerta es tocada y me saca de mis pensamientos, tomo mis cosas y abro la puerta.
Ni-ki jamás se habia visto tan varonil como ahora, lleva pantalones de pinzas negro, una camisa de botones del mismo color y un cinturón lo suficientemente grueso como para ajustar la prenda a su cadera.

Aparte su cabello si está peinado con leves ondas, ¿Dónde están los dieciocho años que tiene?
Carraspeo y quitó mi mirada de su atuendo, el se hace a un lado y me deja salir de la habitación, se que está siguiendo mis pasos, puedo oir sus pisadas, no dejó de sentir una ola enorme de nervios.

Aún y cuando salimos de casa hacia mi auto, estar solo con el y ese olor tan fuerte que emana me hace sentir paralizado. 

-No es mi novia.- Dice y mira al frente, asiento y entiendo a qué se refiere, finalmente respondió mi pregunta de está mañana.

Doy marcha y por algún extraño motivo mis hombros pesan menos, su presencia deja de ser aplastante y su olor no me hace sentir tenso, sigue siendo delicioso, me gusta como huele.

Cuarenta y cinco minutos dura el camino, un camino silencioso y ciertamente incómodo para ambos o por lo menos para mi, anteriormente hubiéramos. tenido un camino divertido y lleno de risas.

Pero el ha cambiado y ya no es un niño.

Aún asi cuando estacionó en casa de mi padre y veo la cantidad de autos afuera, hubiera preferido pasar momentos como los que pasaba antes con Ni-ki que asistir a esta fiesta.

El lo nota.

- ¿Quieres irte? -Volteo a verlo y su mirada dominante está sobre mi.

- No puedo defraudar a mi padre.

El asiente y yo apagó el auto.

Ambos bajamos, no muevo mis pies, espero pacientemente que el rodee el auto y se ponga a mi lado para caminar junto a el.

No es nada extraña la cantidad de personas que están dentro de casa, incluso hay varias que no conozco, lo sé porque al pisar la propiedad empiezan a saludarme con confianza, una que definitivamente no tengo y pego mi cuerpo más de Ni-ki.

Algo bastante ridiculo, tiene dieciocho años y me hace sentir seguro, quizas por su tamaño y porte, o quiza porque lo quiero tanto.

Llegamos a dónde está papá y este nos ve con una sonrisa, a su lado está Sunghoon y me tenso al recordar que Ni-ki está a mi lado.

Es evidente que no se llevan bien.

-Tu ¿Por qué no contestas mis llamadas? mi padre me abraza y revuelve mi cabello.- Oh, Ni-kie ¡Feliz cumpleaños! Te tengo un regalo, ven.

Ni-ki sigue a mi padre, intento seguirlos pero soy detenido por Sunghoon, este sonrie y tira de mi.

Joder.

Lo sigo sin decir nada, porque se a que vamos y lo necesito, realmente lo necesito.

Subimos evitando a las personas que se meten en nuestro camino para saludarme, sus pasos me guian a una habitación, es una de las de servicio y está vacia.

Una vez abre la puerta y me atrae hacia el, cierra la puerta con seguro, sus ojos me desnudan y siento como mi piel se calienta, es como un tigre a punto de atacar a su presa, me encanta.

Toma mi rostro y me atrae para besarme, tomo sus manos que apretan mi mandibula y le sigo el beso.

El ambiente empieza a tornarse bastante cálido y aún que no hemos dado un paso más que un simple beso, necesito quitar todo el peso de mis hombros.

Quiero que me folle.

Enrollo mis brazos en su cuello y cuando sus manos toman mi cintura intensificando el momento la luz del lugar se va completamente.

Escuchó los quejidos de las personas afuera y me separó de Sunghoon, el pone su dedo en mi labios y me susurra:

- No te muevas cariño, resolveré esto y vendré por ti.

Asiento, no pienso moverme de aquí hasta saciarme.

Entonces el se va y me deja sumergido en la oscuridad, afuera hay murmuros y pisadas constantes.

No sé que ha pasado, la electricidad en esta casa es muy buena y también es pagada de manera puntual, por lo tanto un fallo eléctrico justamente hoy es demasiada coincidencia.

Suspiró y camino un poco por el lugar, a pesar de no ver absolutamente nada me guio por mis instintos y por el conocimiento que tengo de cada espacio de esta casa.

La puerta es abierta y no puedo ver absolutamente nada, solo escuchó como es cerrada nuevamente con seguro, seguramente es un problema grave que necesita ayuda de la compañía de electricidad.

Siento pasos aproximarse a mi y como me toman con fuerza pegando mi cuerpo del contrario, sus labios me besan y correspondo de inmediato, la brusquedad con la que me besa y aprieta mi cuerpo ha logrado prenderme mucho.

Mis manos se van de manera desesperada a su camisa y empiezo una batalla por desabrochar sus botones, estoy excitado y extasiado.

Sus grandes manos sacan mi suéter de dentro del pantalón para meterse bajo del el, las grandes manos acarician mi piel y gimo en sus labios, los mismos que dejan los mios y bajan a mi cuello besándome con ferocidad.

Estoy empezando a mojarme demasiado y siento mi cuerpo palpitar.

Sus manos salen de mi camisa y van mi trasero, lo aprieta con fuerza y me otorga una nalgada que me hace jadear.

Entonces me doy cuenta de que Sunghoon jamás me habia tratado así y es extraño, porqué incluso suolor es diferente.

Me alejo confundido y siento su respiración en mi cuello junto a su lengua que lame mi piel.

- ¿Quien eres? Estás volviendome loco.

Y cuando estoy a punto de preguntar la luz regresa.

Estoy jadeando y excitado, demasiado excitado, el saca su cara de mi cuello y mi mirada va a la suya.

Joder.