Renacimiento: Una cura para el corazón oscuro

1. Un matrimonio forzado

"!Empujad a este cabrón!" La esposa del primer ministro estaba ordenando a los sirvientes que empujaran a un hombre con un vestido de novia escarlata a una silla de manos. "¡Incluso si muere hoy, debes casarte con él en la Mansión de Lord Pinghe!"

Li Hengyuan se despertó con esa voz aguda y sintió como si su cabeza estuviera a punto de estallar de dolor. Y casi de inmediato, innumerables fragmentos de recuerdos que no parecían pertenecerle siguieron vertiéndose en su cabeza, lo que le hizo contorsionar el rostro en agonía.

Antes de que Li Hengyuan pudiera digerir los recuerdos adicionales que repentinamente le asaltaron, se escuchó un grito desgarrador de tristeza y súplicas: "Señora, se lo ruego. Por favor, no obligue a Hengyuan a casarse. Es un hombre. ¿Cómo puede casarse con alguien del mismo sexo? ¡Su vida se arruinaría! ¡Señora, se lo ruego!"

Al oír la voz, Li Hengyuan sintió que el corazón le daba un vuelco. A pesar de su dolorido malestar, se liberó del agarre de los sirvientes y corrió hacia la mujer que estaba arrodillada en el suelo con ropa basta.

"¡Madre!"

Todas sus acciones estaban dictadas por el cuerpo, y no fue hasta que levantó a la mujer que Li Hengyuan se dio cuenta de repente de en qué tipo de situación se encontraba.

Sin embargo, la situación urgente no le permitió pensar más. Su cuerpo siguió los últimos pensamientos residuales de su cuerpo y protegió a la mujer con ropas burdas que estaba detrás de él.

Sin embargo, la mujer lo apartó y se arrodilló de nuevo, sus rodillas chocaron fuertemente contra el suelo de piedra azul. Golpeándose la frente con fuerza contra el suelo mientras se inclinaba, dijo: "Señora, ¡Hengyuan no puede casarse con otro hombre! ¡Por favor, tenga piedad de nosotros!"

Li Hengyuan sintió que la escena que estaba viendo era extremadamente discordante, pero su cuerpo era aún más débil, no quería este matrimonio forzado y tuvo que buscar ayuda de su madre, quien hacía tiempo que había perdido su estatus en la Mansión del Primer Ministro, lo que hizo que la anciana y demacrada mujer más miserable.

Li Hengyuan salió de su trance y se paró nuevamente frente a la mujer. Su cuerpo todavía estaba débil y frágil como si no pudiera reunir fuerzas, pero aún así se mantuvo erguido: "Pídele a alguien que se lleve a mi madre y la cuide bien. Si alguna vez me entero de que has hecho sufrir a mi madre, preferiría morir antes que casarme con Su Alteza".

¡Qué ridículo! Su cuerpo pertenecía a un hombre que tuvo que casarse con Lord Pinghe, que era del mismo sexo, para evitar la muerte inminente de Su Alteza.

Al ver que Li Hengyuan había tomado su decisión, la mujer agarró su mano y le suplicó mientras lloraba de dolor: "¡No, Hengyuan! ¡Tu vida quedará arruinada!"

Si se casara como una mujer y se convirtiera en el consorte del Señor, nunca podría llegar a ser un oficial ni cumplir su ambición. ¡Su hijo era tan excelente que no debería arruinarse de esta manera!

Li Hengyuan se inclinó y ayudó a la mujer a levantarse. "Es una orden del emperador. No podemos desobedecerla".

Esta era también la razón por la que Li Hengyuan había permanecido tranquilo. En esta sociedad, una vez emitido el edicto imperial, ¿Cómo podría él, con su frágil cuerpo y su madre, que había estado enferma y postrada la mayor parte del tiempo, desobedecerlo?

Como no había forma de resistirse, tuvo que seguir la corriente por el momento, y definitivamente habría una oportunidad más adelante cuando pudiera cambiar la situación actual.

La esposa del primer ministro observó el drama con frialdad. Al darse cuenta de que ya era hora, pidió a los sirvientes que se acercaran y se llevaran a la mujer.