❝Roseanne Park odia las cosas del amor, y sobre todo, los novios. Su madre desea que tenga una pareja para que así sea feliz y deje de ser tan amargada, así que decide "alquilar" a una chica con una preciosa sonrisa, Lalisa Manoban, para que sea la...
advertencias: humor absurdo, chaelisa y otras parejas. capítulos cortos.
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—TaeTae.
—¿Qué?
—¿Estás bien?
—Por supuesto que estoy bien —el libro que TaeHyung estaba metiendo en el librero de la biblioteca golpeó la pared debido a la fuerza que había usado el chico—. ¿Por qué no estaría bien?
—Porque Ji-...
—¿Por qué terminé con esa coneja de alcantarilla que al parecer se estaba acostando con Jennie Kim? —TaeHyung la miró con una sonrisa tensa—. JiSoo no me merece, soy demasiado para esa imbécil, así que yo terminé con ella.
Lisa se quedó en silencio un momento, observando el rostro ojeroso de su amigo, para luego mirar hacia atrás, viendo llegar a Rosé.
Rosé le hizo un gesto extraño que no pudo entender bien.
—Tae, ¿No quieres llorar? —preguntó Rosé calmada.
El chico se detuvo y sus labios temblaron. Lisa dio un paso, dispuesta a sostenerlo cuando se derrumbara.
Sin embargo, TaeHyung se limitó a frotar sus ojos furiosamente.
—JiSoo no merece mis lágrimas. —se limitó a decir.
Lisa y Rosé se miraron de forma cómplice.
—Está bien que llores, TaeTae. —señaló Lisa.
—Lloraría si supiera que el término le dolió tanto a JiSoo como a mí —dijo TaeHyung—. Pero la veo muy bien hablando con su novia.
Las dos chicas se giraron hacia la dirección en la que TaeHyung apuntaba, viendo a JiSoo sentada detrás de una mesa, con Jennie a su lado, hablando en voz baja, ajenas al resto.
—Rosé, agárrame la camisa —la de cabello rosa rodó los ojos ante la petición de Lisa, pero obedeció—. ¡SUÉLTAME QUE YO LAS MATO!
Su grito resonó en toda la silenciosa biblioteca, llamando la atención.
JiSoo levantó la vista, palideciendo, en tanto Jennie se ruborizaba.
—¡¿ME OYEN, MALDITAS TRAIDORAS?! —siguió gritando Lisa mientras Rosé fingía sostenerla para detener sus pasos—. ¡SON UNAS SUCIAS, SON LAS PEORES AMIGAS DEL MUNDO, PUEDEN IRSE AL DIABLO AHORA MISMO! —Rosé la soltó en el momento en que dos guardias llegaron, agarrando a Lisa de los brazos para sacarla—. ¡CUANDO LAS VUELVA A VER LES CORTARÉ UNA TETA A LOS DOS, ¿LO TIENEN CLARO?!
Los tres amigos fueron expulsados de la biblioteca gracias a eso, por supuesto.
Rosé suspiró mientras caminaban por los pasillos, con un silencioso TaeHyung a su lado mientras Lisa seguía despotricando.
—¿Piensas hablar con JiSoo más adelante? —preguntó Rosé frunciendo el ceño.
—No lo sé —TaeHyung se encogió de hombros—. Si Lili te mintiera, ¿Querrías volver a hablar con ella?
Lisa se quedó en silencio de pronto.
—Depende de qué tipo de mentira estamos hablando. —respondió Rosé con su estómago revuelto.
—Oh, claro —TaeHyung mordió su labio inferior—. Pero ¿Si para ti fuera algo imperdonable?
¿Cómo que me ocultara cosas de su familia? ¿Cómo que no me diga de dónde salió realmente? ¿Qué no me diga quién es?
—Yo te perdonaría todo, Rosé. —dijo de pronto Lisa con la voz temblando.
Rosé la miró, deteniendo su caminata.
—Por supuesto que yo igual lo haría, Lili —respondió Rosé con voz grave—, pero que te perdone no significa que las cosas sigan iguales.
Lisa enmudeció y hubo un pequeño silencio.
—¿Por qué hablan como si fueran a terminar? —regañó TaeHyung tratando de que el aire tenso desapareciera—. Vamos, estoy desanimado y quiero comer algo.
Rosé rodó los ojos otra vez, volviendo a caminar.
—Vamos, osito gruñosito, los invito a comer una pizza. —dijo Rosé.
En lo único que podía pensar Lisa era en pedir perdón.
Pero las palabras no salieron nunca de su boca.
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