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Desde que tienen memoria, Valeria y Ona Batlle han estado unidas por un lazo invisible que parece ir más allá de la amistad. Nacidas en un pequeño barrio de Barcelona, crecieron como dos almas gemelas, inseparables desde el primer día que se encontraron en aquel parque donde todo comenzó. Sus risas infantiles resonaban como melodías en el aire mientras corrían juntas por los campos, con las rodillas sucias y los corazones ligeros. Compartieron juegos, sueños y secretos, forjando un vínculo que parecía indestructible, uno que resistió los embates del tiempo y los cambios de la adolescencia.
Conforme los años pasaron, Ona demostró su talento innato para el fútbol, un deporte que amaba con una pasión que Valeria admiraba profundamente. Valeria, siempre en la sombra, era su más grande fan, la amiga incondicional que estaba ahí en cada paso de su camino, desde los partidos de barrio hasta las primeras convocatorias con el Barça. A medida que Ona brillaba más y más, Valeria se encontraba cada vez más relegada al papel de espectadora, una observadora silenciosa del ascenso de su amiga hacia la gloria. Sin embargo, lo que nadie sabía, ni siquiera Ona, era que Valeria guardaba un secreto en lo más profundo de su corazón, un secreto que se hacía más grande y más doloroso con cada día que pasaba.
Desde los primeros destellos de la adolescencia, Valeria comenzó a darse cuenta de que su amor por Ona no era simplemente la devoción de una amiga. No era solo admiración o cariño, sino algo mucho más profundo, más intenso, algo que la consumía cada vez que miraba a su amiga y veía en sus ojos un futuro en el que ella misma deseaba estar, pero no se atrevía a soñar. El amor de Valeria por Ona era un amor secreto, uno que la llenaba de una mezcla de alegría y tristeza, de esperanza y desesperanza, porque sabía que nunca podría confesarlo, que nunca podría arriesgarse a perder la amistad más importante de su vida.
En silencio, Valeria comenzó a volcar su amor en poesía. No podía hablarle a Ona de sus sentimientos, pero podía escribir sobre ellos, transformando su dolor y su anhelo en versos que nunca se atrevería a mostrar. En cada poema, Valeria capturaba los momentos que compartían, la risa de Ona, sus ojos brillantes al hablar de fútbol, las pecas en su rostro que tanto le fascinaban. Escribía sobre el brillo de la felicidad que veía en Ona cuando estaba con Marta, su novia, y sobre el vacío que sentía en su propio corazón al saber que ese lugar no sería suyo.
Cada noche, cuando la casa se sumía en silencio y la ciudad dormía bajo el manto de estrellas, Valeria se refugiaba en su pequeño cuaderno, dejando que sus sentimientos fluyeran como un río desbordado, llenando página tras página con palabras que solo ella conocía. Era su manera de lidiar con el amor no correspondido, con el dolor de ver a la persona que amaba en brazos de otra, con el miedo de perder a su amiga si alguna vez se atrevía a decirle la verdad.
Y así pasó el tiempo, con Valeria atrapada entre el deseo de confesar lo que sentía y el terror de destruir lo que tenían. Para Ona, Valeria era su mejor amiga, su confidente, la persona en la que siempre podía confiar. Pero para Valeria, Ona era todo. Era el centro de su universo, la razón por la que su corazón latía con fuerza. Mientras Ona continuaba su camino hacia el éxito, Valeria se aferraba a la esperanza de que algún día, de alguna manera, podría encontrar el valor para decirle a Ona lo que realmente sentía.
Esta es la historia de un amor que creció en silencio, entre risas y juegos, entre goles y victorias. Es la historia de una chica que encontró en la poesía su única forma de expresar un amor que parecía imposible, y de otra que, sin saberlo, era el objeto de ese amor. Es la historia de cómo el corazón de Valera latía por Ona, esperando pacientemente el momento adecuado para que ese amor floreciera, para que las palabras que nunca se atrevió a decir pudieran finalmente ser escuchadas. Bajo el mismo cielo que las vio crecer, estas dos almas estaban destinadas a encontrarse, no solo como amigas, sino como algo más profundo, más verdadero, algo que ni siquiera el miedo podría detener.
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▪ Historia completamente ficticia, todos los personajes son ficticios, lo único real es el personaje de Ona, como su primer apellido.
▪ Cualquier parecido a la realidad es pura casualidad.
▪ Es un friends to lovers, donde podréis leer los sentimientos de nuestra protagonista, y puede que muchas de vosotras os sintáis identificada con ella.
▪ Al empezar las clases, las actualizaciones serán más lentas, pero tendréis capítulos todos los viernes y domingos ( a partir del 11 de septiembre) si no hay ningún imprevisto.
▪ Espero que os guste y le deis una oportunidad
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𝐄𝐋 𝐒𝐈𝐋𝐄𝐍𝐂𝐈𝐎 𝐃𝐄 𝐌𝐈𝐒 𝐏𝐎𝐄𝐌𝐀𝐒 • Ona Batlle
FanficDesde niñas, Valeria Larios y Ona Batlle han compartido la vida bajo el mismo cielo. Sus juegos, sueños y secretos han estado entrelazados en una amistad que ha resistido el paso del tiempo. Sin embargo, Valeria guarda un secreto que nunca ha tenido...