Capítulo 2

6 2 0
                                        

Lo que esté en cursiva es conversación en inglés.

.
.
.

C A P I T U L O 2

Y cuatro meses después, Tatsuya consiguió la confianza de Daiki y por fin trabó amistad con él. 

Tampoco le costó mucho, él pensó que se demoraría más, pero que un cliente tratase de sobre pasarse con el moreno y que Tatsuya llegase como salvador para dejarle en claro a ese borracho que como se dignase tan si quiera a volver a verlo se quedaba sin vida, fue lo que consiguió que Daiki viese en él una buena persona y aceptase su desinteresada amistad.

Ahora aceptaba que después del trabajo lo acompañase en auto hasta su casa, y que en más de una ocasión, saliesen en pequeñas citas a tomar un café e incluso a cenar en algún restaurante lujoso que Aomine se sorprendía que un simple empleado de una empresa, por muy importante que fuese, tuviese auto privado, chófer y se pudiese permitir el lujo de lucir trajes caros y cenar en restaurantes de renombre.

Lo que no se esperó Tatsuya, que siendo amigos únicamente por otro par de meses, probase suerte y le pidiese de salir y Daiki le diese que sí. Se llevó una sorpresa una alegría.

Aunque no todo iba a ser así de fácil y de rápido, porque aún siendo novios, el moreno fue muy tajante y claro; él no mantendría relaciones sexuales a no ser que estuviese casado.

Pero eso no iba a detener a Tatsuya, él se había propuesto acostarse con ese joven, y lo iba a conseguir, aunque tuviese que esperarse unos meses más y pedirle matrimonio.

Y así pasaron cuatro meses más… en los que probó suerte de pedirle matrimonio, llevándose la mayor alegría de todas; Daiki, con un gran sonrojo en sus mejillas y un brillo en sus hermosos ojos azules, le dijo que sí, que aceptaba casarse con él.

Era un hecho, debía hacer un paripé de boda en tiempo récord.

Habló con Aomine Daigo, quién era su suegro, para pedirle la mano de su hijo de forma oficial y, aunque al principio se mostraba renacido hacia él alegando de que no le transmitía confianza, acabó aceptando que ese hombre desposara a su único hijo doncel.

—¿Entonces no invitarás a tu familia? Son tus padres —insistió Daiki.

—Son bastante mayores como para viajar hasta aquí para la boda —mintió, llevándose su copa de vino a la boca.

—Pero es una pena que tus padres no estén presentes en un día tan especial como nuestra boda. ¿Y por qué no hacemos la boda en Los Ángeles?

—¿Sabes cuánto vale una boda en Los Ángeles? —tomó la mano ajena y la besó—. No podemos permitirnos eso —claro que podía permitirse eso y más, pero por obvias razones no había invitado a su familia ni mucho menos hacer la boda allí.

—Podemos esperar entonces un poco, a que ahorremos lo suficiente.

—Sé que eres muy bueno y dulce, y eso es lo que enamoró de ti, pero no te preocupes por mí, podemos ir a verlos más adelante —No quedó muy convencido, pero aceptó visitar y conocer a sus futuros suegros más adelante—. Estamos a nada de casarnos, no vamos a retrasar la boda.

—¿Y dónde vamos a vivir? Quiero decir, pienso que el barrio donde vivo es bueno para familias y no está mal de precio —Tatsuya se acomodó mejor en su asiento, algo incómodo. 

—Verás… de esto tenemos que hablar, Daiki… me sabe muy mal y me da mucha vergüenza tener que pedirte esto, pero… estoy pendiente de si me destinan a otra sucursal o no, por lo que había pensado en estar mientras un tiempo en casa de tu padre, si a él no le importa, claro. Ya, cuando sepa a ciencia cierta dónde me destinan, compro la casa más bonita de todas para nosotros, ¿qué me dices?

True Love Donde viven las historias. Descúbrelo ahora