One short de Dipcifica.

50% Bullying , 50% Amor.

                        ° One short °

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En un rincón apartado del bosque de Gravity Falls, Dipper y Pacifica se habían encontrado para una de sus escapadas secretas. Aunque ya eran pareja, preferían mantener su relación un poco privada, sobre todo porque les gustaba molestarse mutuamente sin que nadie más interfiriera.

Mientras caminaban, Dipper no pudo evitar lanzar la primera broma del día. "¿No tienes miedo de que te ensucies esos zapatos carísimos, princesa?" dijo con una sonrisa burlona, refiriéndose a los zapatos de diseñador de Pacifica.

Pacifica le lanzó una mirada fulminante, pero en sus ojos brillaba un toque de diversión. "¿Y tú, no tienes miedo de que esa gorra vieja finalmente se desintegre? A lo mejor es hora de que te compres una nueva, Dipper."

Dipper soltó una carcajada. "¿Qué, y perder todo el estilo que me da? No, gracias."

La conversación continuó en ese tono, con ambos lanzándose comentarios sarcásticos y pequeñas burlas. Pero, a pesar de las bromas, cada palabra estaba cargada de cariño. Habían aprendido a comunicarse de esa forma, un equilibrio entre amor y bullying que solo ellos comprendían.

Después de un rato, llegaron a un claro en el bosque donde solían sentarse a conversar o simplemente a disfrutar de la compañía del otro. Dipper se dejó caer en el suelo, cruzando los brazos detrás de la cabeza, mientras Pacifica se sentaba elegantemente a su lado, cuidando de no arrugar su falda.

"¿Sabes, Pines?" comenzó Pacifica, con un tono juguetón en su voz. "Me sorprende que hayas logrado mantenerte a mi altura todo este tiempo. Pensé que te habrías rendido ya."

Dipper se incorporó y la miró con una sonrisa torcida. "¿Rendirme? ¿Y perderme la diversión de meterte en problemas? Ni pensarlo."

Pacifica le devolvió la sonrisa, acercándose un poco más. "Eres un caso perdido, ¿sabes?"

"Y tú eres la que me encontró," replicó él, acercándose también.

Por un momento, dejaron de lado las bromas. Dipper tomó suavemente la mano de Pacifica y la miró a los ojos. "Aunque te lo diga bromeando, me encanta estar contigo. Incluso cuando me llamas tonto o haces que me sienta como un desastre andante."

Pacifica sonrió, esta vez con un toque de dulzura. "Y a mí me encanta cuando me molestas, aunque no lo creas. Es nuestra forma de... estar juntos."

Ambos se quedaron en silencio, disfrutando del momento. Dipper se inclinó para darle un beso suave en los labios, un gesto que, aunque simple, decía mucho más que cualquier broma o comentario sarcástico que pudieran hacerse.