One short de Dipcifica.

Entre Sus Manos

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                         ° one short °

Escena 1:

El Primer Toque.

Pacifica se encontraba sentada en la sala de la cabaña, con un libro en sus manos, pero su mente estaba en otro lugar. La puerta chirrió al abrirse, y al levantar la vista, vio a Dipper entrar. Sin decir una palabra, se sentó a su lado, tomando su mano en la suya. La diferencia era notable: sus dedos largos y fuertes rodeaban los suyos con una facilidad que la hacía sentir pequeña y protegida. Pacifica observó cómo él acariciaba suavemente su palma, cada movimiento despertando un cosquilleo en su piel. No pudo evitar sonreír, dejando el libro a un lado para entrelazar sus dedos con los de él, disfrutando del contraste entre su delicadeza y la firmeza de las manos de Dipper.

Escena 2:

El Abrazo Protector.

En una tarde fría en Gravity Falls, caminaban juntos por el bosque. El viento soplaba con fuerza, y Pacifica se estremeció. Sin dudarlo, Dipper la rodeó con su brazo, acercándola más a su cuerpo. Su mano descansaba en su hombro, grande y cálida, ofreciendo una barrera contra el frío. Pacifica se acurrucó contra él, sintiendo la seguridad que le brindaba. El mundo podría estar congelándose a su alrededor, pero con la mano de Dipper sobre ella, sabía que nada malo podía pasar. Cada vez que sus dedos se movían ligeramente, apretándola con más fuerza, su corazón latía un poco más rápido, reconociendo el poder que tenía sobre ella.

Escena 3:

Caricias en Silencio.

De regreso en la cabaña, la noche había caído y se encontraban en el sofá, viendo una película. Pacifica estaba recostada contra el pecho de Dipper, y una de sus manos descansaba en su cintura. Aunque no lo miraba, podía sentir cómo sus dedos trazaban pequeños círculos en su piel, explorando con curiosidad y ternura. Esa simple acción tenía un efecto en ella que pocas cosas lograban. Cada caricia era un recordatorio silencioso de cuánto la amaba, de cómo él podía hacerla sentir deseada con el más leve de los toques. Sus manos grandes eran una extensión de su corazón, siempre mostrando lo que él a veces no podía expresar con palabras.

Escena 4:

La Sorpresa.

Una mañana, Pacifica se despertó con el suave roce de una mano en su rostro. Abrió los ojos para encontrar a Dipper observándola, sus dedos acariciando su mejilla. "Buenos días," murmuró él, su voz suave pero firme. Ella sonrió, cerrando los ojos de nuevo para disfrutar del momento. Sus manos, aunque grandes y fuertes, siempre sabían cómo ser gentiles con ella. Se inclinó hacia su toque, sintiendo cómo su pulgar trazaba una línea desde su frente hasta su mandíbula. Nunca había sentido una conexión tan intensa, tan profunda, como cuando Dipper la tocaba así. Era como si sus manos hablaran un idioma propio, uno que solo ellos dos comprendían.

Escena 5:

El Beso Final.

Esa noche, después de un largo día, se encontraron en su habitación. Pacifica se quedó de pie frente a él, mirando cómo sus manos se movían para rodear su cintura. La atrajo hacia él, y antes de que pudiera decir algo, la besó. Las manos de Dipper se deslizaron por su espalda, manteniéndola cerca, asegurándose de que no hubiera distancia entre ellos. Pacifica sintió cómo su cuerpo respondía, cómo cada nervio se encendía al sentir la presión de sus manos. Cuando el beso terminó, sus labios se separaron, pero sus manos permanecieron en su cintura, fuertes y protectoras, recordándole que siempre estaría segura en ellas.

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