𝐄𝐧𝐭𝐫𝐞 𝐦𝐚𝐥𝐝𝐢𝐜𝐢𝐨𝐧𝐞𝐬 𝐲 𝐇𝐮𝐦𝐚𝐧𝐨𝐬 [ Sukuna y tu]

capitulo 21

NATSUMI

Estaba segura de que Sukuna quería llegar a otro nivel sin embargo la presencia de Uraume con noticias importantes parecieron volverlo a la realidad

Ahora nosotros tres nos encontrábamos en la habitación donde se solía hablar de los asuntos que dictaba Sukuna como supuesto rey

Yo solo me dedicaba a acariciar a suki, estar aquí era algo aburrido

Decidí ponerle un nombre al gato. Si le ponía Suku el idiota mayor no pararía de gritar y reclamarme así que decidí que sería suki

– Entonces que va hacerle?– Ambos parecían hablar con calma aunque sabía que el asunto era preocupante

– Lo...

– Miauuu! – El bendito gato había chillado cuando Sukuna iba hablar de su plan diabólico así que Sukuna miró feo al gato

– Deja de verlo – le dije al ver su mirada hacia el animalito

– Tengo ojos. Para eso son

–Y cuántos tienes? Ocho? – Solté con sarcasmo

– De hecho son cuatro – Susurro en voz baja molesto para si mismo

–Eh?

– Nada – Interrumpio Uraume – Aún no entiendo que hace la señora aquí

Tenía razón. Yo no debía estar aquí

– Lo que dijo. Que hago aquí? – Pregunto y el solo me ignoro

– Regresaremos al tema. Y tú te callas – me señaló volviendo su vista a Uraume – Como dijiste que se llamaba la maldición?

– Kisho

– Tráelo a el y su compañero. Los quiero vivos – fueron sus últimas palabras

Kisho... Kisho estaba involucrado en esta tontería al igual que Kenji. Tenía muy en claro que podría sacarle información a Kenji sobre el estado de la señorita Yumi

La pregunta.... Ella estaba bien?

Deje de acariciar al gato mientras me sentía perdida. Después de todo mi objetivo principal es que ella esté viva y tenga una familia

La pobre señorita Yumi... Esperaba que si algún día ella iba a renacer que yo pudiera encontrarla

Espero que en otra vida nos podamos encontrar. No pude evitar sonreír

Tal vez ahora no tendría el cabello negro ni su cara angelical... Me la imaginaba diferente, tal vez castaña y ojos marrones... Sin duda sería agradable, asertiva y no dudaría en confiar en ella

La mirada penetrante de Sukuna pareció sacarme de mi burbuja

– En qué mierda piensas? – soltó Molesto a lo que Uraume solo podía dedicarse a ver la situación sin opinar – Por qué has sonreído cuando mencioné el nombre de esos imbéciles?