capitulo 23

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SUKUNA

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SUKUNA

Iba a asesinar al pequeño demonio que había adoptado mi mujer, ese gato era algo definitivamente insoportable

Sin embargo cuando ella me miraba con esa mirada de querer enterrarme mil metros bajo el suelo no podía evitar fastidiarla aún más

Amaba verla enojada, se veía jodidamente hermosa 

Salí de la habitación buscando a Natsumi que estaría cuidando que no mate a la rata que tiene en su protección

Me encontré a Uraume que inmediatamente hizo una reverencia

– Señor...

– ¿Dónde está mi mujer? – Pregunto buscándola, supuse que estaría con Uraume

– ....

Frunci el ceño al ver el silencio de Uraume, normalmente siempre me decía totalmente la Verdad

– Habla.

– Está en el jardín.... – No levantó su cabeza.

– Mientes. ¿Dónde mierda está mi mujer? – Está sería la última vez que le preguntaría

Era algo facil de deducir cuando mis sirvientes mentian

– En la habitación de los hermanos, kish....

Alce la cabeza de mi sirviente para ver total sumisión ante mi

– Escúchame Uraume. No quiero que me vuelvas a mentir... – Apreté su mandíbula a tal punto de romperle algunos huesos – O la próxima vez no será una cortada

Solté su cara mientras en su frente aparecía un corte profundo sin embargo no hizo ninguna queja o reclamo

– Si, señor... Disculpe mi... Mi insolencia

Me aleje de Uraume dejándole ahí, ahora eso era lo de menos

¿Que mierda hacía Natsumi con los imbéciles que se hacían llamar hermanos cuando en realidad no eran más que unos cretinos?

Apresure el paso mientras al llegar a la habitación no pude evitar abrirla de golpe.

Es mi puta casa, es mi mujer

Lo que me sorprendió fue el no verla en el lugar sin embargo esos dos imbéciles parecían estar jugando con las damas chinas que estaban en la habitación

– ¿Dónde está? – Ordene una respuesta

– Uhmmm? – Ambos me miraron desinteresados para mover fichas al azar

No espere una palabra más de ninguno para tomar el cuello de la maldición llamada Kisho en una de mis manos

El me miró desinteresado mientras suspiro

– Por qué siempre a mi? – Soltó sin sentido a lo que apreté aún más mi agarre en el

Creía que era un juego? Sentía la presencia de mi mujer en esta maldita habitación

𝐄𝐧𝐭𝐫𝐞 𝐦𝐚𝐥𝐝𝐢𝐜𝐢𝐨𝐧𝐞𝐬 𝐲 𝐇𝐮𝐦𝐚𝐧𝐨𝐬 [ Sukuna y tu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora