Capitulo 7: Tokio

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— No lo haré yo, la última vez me mordió la mano. — Dijo Sanemi hacia los otros dos.

— Yo lo hice la última vez, te toca a ti Uzui — Argumento Iguro manteniendo una distancia segura del peligro.

— Son unos hijos de pu..- — Los tres casi brincan del susto al escuchar como el omega murmuraba algo entre sueños, los alfas se quedaron completamente quietos mirando al chico acurrucarse en las sábanas de su nido una vez más. Cuando se sintieron seguros soltaron un gran suspiro — Si lo despierto va a rasguñarme.

— No seas cobarde y hazlo de una vez o Kocho vendrá a regañarnos — Lo riño Sanemi.

El extravagante alfa trago saliva con pesadez comenzando a acercarse a Muichiro con cautela.

— Tokito, es hora de despertar — Lo movió delicadamente cuidando no tocar las prendas de su nido. Unos segundos después el omega abrió los ojos y justo como imaginaba le dio un gran rasguño en el brazo por haber interrumpido su sueño.

Les tomo varias protestas y promesas de postres lograr levantar al chico de su cama, lo dejaron vestirse y Uzui le ayudó a sacar su pequeña mochila de viaje. En el comedor los esperaba con el desayuno servido Hinatsuru, una de las esposas de Tengen. Los cuatro comieron tranquilamente y cuando estuvieron listos se apresuraron a salir de la finca para encaminarse a la estación de tren donde los esperaba el resto.

— ¡Buenos días! — Los saludo Kanroji bastante entusiasta a pesar de la hora.

— No viene del mejor humor. Parece que alguien no lo dejó dormir anoche — Le contesto Iguro.

— ¿Ya estamos todos? — Preguntó Sanemi viendo el tren aproximarse.

— Así es. — Le respondió Kocho — Himejima y Rengoku no vendrán. ¿Tu nos acompañaras Uzui?

— No, lo siento. Tengo algunos asuntos por resolver.

— No te preocupes, ya les contaremos sobre nuestro viaje — Le dijo Kanroji.

Fue cuestión de minutos lo que les tomó abordar el tren. Kanroji e Iguro iban sentados juntos comiendo algunos mochis, Giyu y Kocho jugaban cartas y en los dos asientos enfrente de ellos Muichiro dormía plácidamente sobre el hombro de Sanemi quien se limitaba a ver por el paisaje y asegurarse de que la manta que cubría al omega no se resbalara.  Tardaron aproximadamente dos horas de viaje pero lograron llegar a su destino. Por suerte debido a la temprana hora las calles de Tokio seguían bastante tranquilas por lo que podrían moverse con facilidad.

— Me prometieron que me comprarían dulces — Reclamo Muichiro frunciendo el ceño.

— No, Uzui te lo prometió — Lo contradijo Sanemi, el chico estuvo por soltarle algún insulto de no ser por que Kocho intervino.

— Primero debemos ir a tu consulta. Después vamos a ir a comprar algunas cosas para la recamara de tu bebe, como la cuna y algunos muebles. Al terminar podemos ir a conseguirte algunos postres — Por suerte para todos Muichiro no reclamo nada aceptando la respuesta con un poco de enfado.

Caminaron un buen rato hasta que llegaron a una pequeña casona con una inscripción metálica en la puerta "consultorio del doctor Nakamura", decía en la placa. Fueron recibidos por una mujer beta de edad avanzada que los guio hacia una salita de espera.

— Lamento la demora — Dijo la voz de un hombre atravesando el umbral de la puerta, era un alfa, alto y joven — Soy el doctor Nakamura, ¿quien de ustedes es Kocho Shinobu?

— Soy yo — Se presento la beta poniéndose de pie — Es un gusto conocerlo.

— Igualmente — Ambos se estrecharon la mano con simpatía — Por favor, pasen a mi consultorio para empezar la cita.

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