— Si me tocas te arranco el dedo — Solté en amenaza hacia Rengoku. El alfa nada tonto, escondió ambas manos detrás de su espalda y se alejo.
El día de hoy los hashiras, excepto Himejima y Sanemi, se encontraron en la finca mariposa realizando un entrenamiento de resistencia. Sin embargo, ahora mismo me arrepentía de aceptar la propuesta de Kanroji sobre acompañarlos, no podía evitar sentirme de muy mal humor, y esa irritación tenia nombre y apellido. Genya Shinazugawa.
Todo comenzó hacia algunos cuantos días. Iba de salida de una de mis consultas médicas semanales cuando, por no mirar a mi alrededor, terminé resbalando con una calceta tirada descuidadamente en el pasillo, debido a mi gran vientre no logre mantener el equilibrio y tampoco conseguí sostenerme de la pared. Todo sucedió en un breve instante, al igual que un torbellino varios pensamientos de temor y angustia sobre perder a mi bebé colmaron mi mente en esos pocos segundos mientras caía y en un pobre intento de cuidarlo abrace mi estómago con la esperanza de que así lo protegería. . un poco. Sin embargo, el golpe nunca llegó. Alguien me había atrapado por la espalda sosteniéndome con cuidado en la cintura, me tomo un poco estabilizarme lo suficiente pero al hacerlo y darme la vuelta para agradecerle a quien me salvo me cuenta de que iba de nada más y menos que de Genya. Al verlo y sobre todo al sentir sus feromonas una sensación de calma y protección me recorrió el cuerpo entero. Todavía anonado le di una rápida ojeada al alfa, se notaba que había estado entrenando, su frente estaba sudorosa, su camisa pegada al cuerpo revelando su cuidada figura y sus feromonas revoloteando por el aire debido a la adrenalina. Lo que al principio fue un sentimiento de calma se transformó inevitable... en algo más.
Con un agradecimiento torpe salí corriendo de ahí dejando al chico con la palabra en la boca, apenas logre llegar a un baño para intentar tranquilizarse los latidos de mi corazón y el calor de mis mejillas. Debía admitir que extrañaba la calidez de sus manos en mi cintura. Sin embargo fue la reacción de mi bebé la que llamó mi atención, podía sentirlo agitarse además de dar varias patas rudas en mi útero como si exigiera obtener más de ese aroma. Una reacción bastante normal, después de todo, Genya y yo seguíamos en lazados y lo más importante, es el papá de mi bebé.
En verdad trato de ignorar esto y seguir como si nada, pero tanto mi lado omega como mi bebé no dejaban de buscar la cercanía del alfa. Fue entonces que sin darme cuenta y con una boba excusa me presente al día siguiente a la finca mariposa buscando siquiera compartir una mirada con Shinazugawa. Esa esa razón por la cual, día con día me aparezco por la finca de Kocho con la intención de aunque sea ver al chico unos segundos para tranquilizar a mi bebé.Sin embargo, hoy las cosas habían sido diferentes. Por más que lo busque Genya no se digno a aparecer por ningún lado, ni siquiera porque él era única razón por la cual aceptar venir con los demás. Suponía que debía de resignarme a que el alfa no se aparecería por aquí el día de hoy, pero aún así no podía evitar sentirme bastante irritado y algo cansado. Necesitaba regresar a casa y volver a mi nido en donde quizás podría remplazar esa tonta sensación de soledad. Así debía ser, no podía volverme dependiente de Genya.
— Voy a retirarme — Dije despidiéndome de los hashiras quienes estaban a mi lado tomando al fin un descanso.
— Déjame acompañarte a tu finca — Giyu no dudo en ofrecerrse.
— No, no hace falta.
— Ya casi es de noche Muichiro — Mencionó Iguro con obviedad señalando el cielo pintado de tonos naranjas — Es peligroso que vayas solo.
— Estaré bien. Mi finca esta cerca y no tomaré desviaciones en lo absoluto. Iré directamente a casa. — Los hashiras se miraron entre sí sin saber que hacer. Conocían a ese mocoso y aún más a su terquedad.
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Un nuevo futuro
FanfictionMuichiro Tokito, un omega de 17 años parte de la cofradía caza demonios termina embarazado después de último ciclo de celo. El alfa responsable ha desaparecido y serán los hashiras quienes deban encargarse de cuidar de el. - Era taisho - Omegaverse...