Capitulo 3: Adaptarse

157 23 4
                                    

Al terminar la comida, la cual ninguno de los hashiras me dejó pagar para hacerlo ellos, me acompañaron hasta mi finca contando chistes malos y historias del pasado. Cuando me dejaron en la puerta de mi casa Kanroji me beso en la frente y finalmente pude entrar. Tenía muchas cosas por pensar pero por lo menos todo salio mejor de lo planeado.

Sin embargo, los hashiras todavía tenían cosas por discutir antes de marcharse a sus fincas. Fue así que decidieron dirigirse a la finca de Himejima para poder conversar con más tranquilidad. Prepararon un poco de té y se sentaron en la mesa.

— Todavía sigo impactado por la noticia — Dijo Rengoku rompiendo el silencio. — Muichiro, quiero decir... ya tiene diesciete años pero, todavía lo sigo viendo como si fuera un niño pequeño.

— Yo igual. — Concordó Uzui — Recuerdo el día en que lo conocimos. Se veía tan pequeño y vulnerable. Pensar que tendrá un bebe es algo sorprendente.

— ¡Aun así.. — Chilló Kanroji — Nunca mostró señales de estar en medio de un cortejo, si tan solo hubiera sabido le habría aconsejado no confiar tan pronto en ese alfa.. — Se reprendió a si misma por no prever al menor sobre los peligros del amor.

— ¿Quien creen que sea el padre de ese bebe? — Dijo Uzui — Sabemos que ese mocoso es demasiado orgulloso para salir con algún cazador de un rango inferior. Debe ser alguien a quien conozcamos.

— Apuesto a que es el joven Kamado — Solto Rengoku — Ambos son bastantes cercanos.

— No lo se, Tanjiro me agrada bastante pero me gustaría más ver a Muichiro con Genya. Él siempre invita a Mui a comer y pide entrenar en equipos junto a él. — La mención de ese individuo le provocó una agrura estomacal a Sanemi, si era su hermano se encargaría de darle una paliza por haber dejado a su omega.

— Para mi debe ser Tanrijo. Los dos se reúnen constantemente en su finca solos, ¿quien sabe que cosas no harían? — Eso último le ganó un golpe en la nuca al alfa por parte de Iguro.

Inevitablemente todos los hashiras eligieron un bando sobre quien era su pareja favorita para el omega.

— Da igual quien sea. Tanjiro o Genya, ninguno se hará responsable. — Dijo Kocho cambiando el tema — Si Muichiro quiere tener a su bebé nosotros debemos ayudarle. Pero, nadie está obligado a hacerlo, ninguno aquí tiene la responsabilidad de ayudar con el bebé, así que no tengan miedo de decirlo, por que esto necesita un verdadero compromiso y no habrá marcha atrás.

Las palabras de la beta provocaron un nuevo silencio en la mesa, era cierto, por más cariño que le tuvieran al omega ninguno estaba obligado a ayudarlo con el embarazo. Sin embargo, tampoco se les había pasado por la mente no hacerlo, todos deseaban conocer a ese bebe y ser parte de su vida a pesar de no tener algo que los atara.

— Dinos como podemos ayudarlo — Respondió Giyu por todos, y nadie intento hecharse para atrás.

— Bien. Primero, debemos tener claro que un embarazo suele ser difícil. La salud de Mui por el momento es estable, debemos vigilar que coma en horarios adecuados y no realice entrenamientos. Sabemos que puede llegar a ser terco cuando se trata de participar en ellos. También, seguramente comenzara a... tener ciertos cambios a los que deberemos adaptarnos.

— Oh vamos, no se va a convertir en un maldito Kraken. ¿Que tan difíciles pueden ser esos cambios? — Se burlo Iguro.

— Bueno, son síntomas comunes. Antojos, cambios de humor, insomnio, calambres, nauseas, seguramente se sentirá fatigado todo el tiempo después del séptimo mes. Necesitará que lo ayudemos a moverse de un lugar a otro, y quizás en algún momento deba mudarse a mi finca para mantenerlo supervisado.

Un nuevo futuro Donde viven las historias. Descúbrelo ahora