Deliciously Wrong || Heehoon

03

《Birthday Party》

En las últimas dos semanas, la relación entre Jake y Sunghoon se había deteriorado de manera alarmante. El distanciamiento entre ellos era tan evidente que ya ni siquiera compartían la cama. Dormir juntos, que alguna vez fue un consuelo mutuo, ahora parecía una práctica olvidada, relegada al pasado. Ambos parecían preferir la fría distancia del sofá o la soledad de sus respectivas habitaciones.

La comunicación, que alguna vez fue fluida, se había reducido a lo esencial, a meros intercambios rutinarios que no pasaban de monosílabos. Ni siquiera las discusiones, antes frecuentes, se daban ya. Sunghoon había dejado de esperar a Jake por las mañanas para ir juntos a la universidad, un ritual que solía marcar el inicio de su día. Ahora, simplemente se preparaba en silencio, cerrando la puerta tras de sí, sin mirar atrás, sin preocuparse por si su novio venía o no. La indiferencia se había convertido en su nueva normalidad, y esa falta de expectativa le pesaba menos que la constante frustración.

Lo que antes le habría provocado enfado o preocupación, como cuando Jake hacía algo irresponsable o estúpido, ahora le generaba poco más que una vaga resignación. Sunghoon había llegado a un punto en el que prefería evitar confrontaciones a toda costa. No quería iniciar más discusiones inútiles que solo dejaban cicatrices emocionales, y la idea de pelear nuevamente le resultaba agotadora. Así, cuando Shim faltaba a clases y los profesores, preocupados, preguntaban por él, él se limitaba a encogerse de hombros y responder que no sabía.

Había decidido no cubrir más las espaldas de Jake, cansado de asumir una responsabilidad que ya no sentía que le correspondiera. Sin embargo, tampoco buscaba iniciar una nueva pelea al confrontarlo. Había aprendido a guardar silencio, a aceptar la situación como era, mientras un muro invisible se levantaba entre ellos, cada vez más alto e insalvable. La relación que una vez compartieron estaba colapsando ante sus ojos, y Sunghoon, en su silencio, estaba comenzando a aceptar que tal vez no quedaba nada por salvar.

En cuanto a la rutina nocturna, también seguía casi igual, sin embargo Sunghoon percibía todo de manera diferente. Lo que antes era una molestia constante, como los ruidosos amigos de Jake, ahora se había convertido en algo que apenas notaba. Era como si la casa hubiera empezado a sentirse menos opresiva.

En gran parte, esto se debía a Heeseung. Desde que había empezado a pasar más tiempo con él, Sunghoon había encontrado una inesperada fuente de apoyo. No solo se trataba de la ayuda práctica que le ofrecía, como cocinar juntos o ayudarlo a lavar los platos sucios mientras esperaba su turno para jugar, sino también del simple hecho de tener a alguien con quien estudiar en silencio, alguien que estaba presente sin necesidad de palabras. La relación entre ellos fluía de manera natural, y Sunghoon comenzaba a sentirse cada vez más cómodo a su lado.

Incluso Heeseung había mantenido su promesa y le traía su dulce favorito de vez en cuando. Ese detalle, aparentemente pequeño, tenía un impacto profundo en Sunghoon. El hecho de que recordara algo tan específico hacía que su corazón latiera con fuerza. Aunque la distancia entre él y Jake persistía, y la frialdad entre ambos seguía siendo palpable, la presencia de Lee y sus gestos considerados comenzaban a llenar el vacío que sentía en su vida.

Ni-Ki también había mostrado un lado amable que no había anticipado. Le dedicaba sonrisas genuinas y, cuando le tocaba traer snacks, siempre incluía algo especial para que Sunghoon también comiera. Esos pequeños gestos, como los dulces que Riki dejaba para él, o las veces que pedía a los demás que bajaran la voz para no molestar su estudio, le hicieron darse cuenta de que, aunque la relación con Jake estaba estancada, ya no se sentía tan solo en casa.