Deliciously Wrong || Heehoon

06

《Malas desiciones》

Ahí estaba Sunghoon, sentado en la mesa, sintiéndose más solo que nunca. A su alrededor, la discoteca vibraba con la música y las luces, pero él se encontraba desconectado del bullicio. Jay y Jungwon habían desaparecido de su campo visual hacía bastante tiempo, probablemente perdidos en la pista de baile o en algún rincón, disfrutando de su propia compañía. Sunoo y Ni-ki, por su parte, hablaban animadamente entre ellos, como si se conocieran de toda la vida. Aunque intentaban incluirlo en la conversación de vez en cuando, Sunghoon no podía evitar sentirse como una pieza suelta en ese cuadro perfecto. Cada vez que uno de ellos le lanzaba una sonrisa o un comentario, él respondía con una mueca forzada, incapaz de conectar realmente.

Heeseung también se había ido, atraído por una chica que lo invitó a bailar. Sunghoon había observado cómo se alejaba, sintiendo una punzada en el pecho que no quería admitir. Lo había visto reír, deslizarse entre la multitud con su habitual confianza, mientras él quedaba solo en la mesa con las copas vacías de alcohol como único acompañante.

Flashback

—Voy a por otra bebida. No sé por qué, pero se acaban rápido —Sunghoon anunció, levantándose del sofá con una sonrisa desenfadada.

—¿Tú a dónde vas, Hoon? —Heeseung se apresuró a detenerlo, colocando una mano firme en su pecho, evitando que se levantara—. Ni siquiera se te entiende bien lo que hablas, creo que es suficiente.

—Es mi cumpleaños, y juro que estoy bien —Sunghoon alzó su dedo índice, queriendo sonar autoritario, pero sus mejillas sonrojadas y su torpeza solo lo hacían ver más adorable.

Heeseung soltó una risa suave, con los ojos brillantes por la ternura que le provocaba la escena. —Lo sé, pero mañana te vas a arrepentir de tomar tanto. Entre el tequila y las margaritas, vas a terminar desmayado —agarró la copa medio vacía que Sunghoon tenía entre las manos—. Además, aquí te queda un poco.

—Eso es muy poco —Sunghoon hizo un puchero infantil mientras trataba de levantarse—. Ahora regreso. Juro que sobreviviré.

Sin embargo, apenas intentó ponerse de pie, sus piernas vacilaron y el mundo a su alrededor pareció tambalearse. Antes de que pudiera caer, Heeseung lo sujetó con fuerza del brazo, pero en lugar de mantenerse de pie, Sunghoon perdió el equilibrio y cayó sobre él, haciendo que ambos terminaran medio tumbados en el sofá.

Sunghoon, completamente ajeno a la tensión que acababa de crear, soltó una carcajada mientras se aferraba al brazo de Heeseung para no caerse. —¡Perdón, perdón! —se disculpó entre risas.

Heeseung, en cambio, sintió cómo su corazón martillaba con fuerza dentro de su pecho. El rostro de Sunghoon estaba a solo unos centímetros del suyo. Podía sentir su cálido aliento, percibir cada lunar en su piel, sus largas pestañas, cada detalle que lo hacía único y hermoso. Sus, ligeramente entreabiertos, labios lo atraían de una manera que nunca antes había sentido tan intensamente. Todo en ese momento lo impulsaba a hacer algo que sabía que estaba mal, pero no podía evitar el deseo ardiente de inclinarse y besarlo. Solo un pequeño movimiento, y lo haría.

—¡Sunghoon, vas a matar a Heeseung! —la voz de Sunoo irrumpió en sus pensamientos, rompiendo la burbuja de tensión.

—Casi lo conviertes en un sticker del sofá —se burló Ni-ki, lo que provocó risas de Sunoo.

—Ni peso tanto —Sunghoon se apartó y volvió a acomodarse en el sofá junto a Heeseung—. Lo siento, hyung. Creo que tomaré tu consejo y no beberé más —sonrió con disculpa en los ojos.

Heeseung apenas logró esbozar una sonrisa nerviosa, aún sintiendo el peso del momento que acababa de pasar. El hecho de que había estado a punto de besar al novio de su mejor amigo lo abrumaba. Sabía que estaba mal, lo había sabido siempre, pero ese deseo reprimido crecía cada vez más. Apretó su puño en un intento por disipar la frustración que lo consumía.