Deliciously Wrong || Heehoon

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《Silencio》

Después de que regresó de su reunión con Felix y Chris, Jake parecía preocuparse menos por Sunghoon, ni siquiera se daba cuenta de las marcas de su cuerpo porque rara vez llegaba temprano a casa. Al menos agradecía que se estuvieran llevando mejor, ya no discutían, al contrario, a veces se sentaban a conversar de como les había ido o a recordar viejas historias, pero lejos de aliviarlo eso lo estresaba más porque si ahora se comportaba, aparentemente, bien con él no tenía excusas para dejarlo. Había regresado al punto cero.

Sunghoon perdió la cuenta del tiempo que había estado atrapado en esa especie de limbo. Apenas si notaba cómo los días se deslizaban entre sus dedos, y solo fue consciente del cambio cuando se percató de que el nuevo año ya había llegado, llevándose lo poco que quedaba de su estabilidad emocional. Su vida parecía haberse detenido en un bucle, una prisión de sus propios sentimientos de la que no podía escapar, con su cordura y salud mental desmoronándose lentamente mientras su mente daba vueltas a los mismos pensamientos, cada vez más tortuosos.

La relación con Heeseung también había cambiado desde aquella noche hacía menos de una semana, como si una fina pero poderosa cuerda se hubiera roto en algún lugar dentro de él. Y ahora que Lee lo evitaba, se sentía más confundido y herido de lo que podía soportar e imaginar. Él debería estar aliviado, debería sentir paz al no ver a Heeseung en su departamento ni cruzarlo en la Universidad. Pero, en cambio, había un vacío amargo y profundo dentro de él, un dolor inesperado en el pecho, que surgía al darse cuenta de que esa distancia era real, y no podía hacer nada al respecto.

Cada día se cuestionaba si había hecho algo mal, si había algo en él que había empujado a Heeseung a alejarse de esa forma o si simplemtene sus pensamientos intrusivos tenían razón.

La relación había sido una bomba de tiempo desde el principio, un juego de poder en el que Sunghoon había sentido que no tenía el control, después de todo estaba bajo una amenaza. Y, sin embargo, su pecho dolía al recordar cómo se sentía estar cerca de Heeseung, al pensar en esos breves momentos en que el mundo parecía desvanecerse a su alrededor y la presencia del mayor lo envolvía, dándole una calma contradictoria en medio de la tormenta que vivía o cuando sus dulces palabras le hacían olvidar sus problemas.

Los pensamientos lo asediaban sin descanso durante todo el día. ¿Acaso Heeseung se había aburrido de él tan rápido? Era una idea humillante y punzante, una que clavaba su veneno en el fondo de su corazón.

La duda era desgarradora: ¿realmente no había significado nada para él? ¿Solo fue su distracción? Y si ese era el caso, ¿por qué estaba tan herido si ya lo imaginaba?

—Mierda, tengo que concentrarme —murmuró frotándose las manos contra su rostro sin cuidado—. Ni una sola palabra se graba en mi mente —suspiró mirando el enorme folleto de cosas que tenía que aprender antes del exámen.

No sabía bien que había pasado esa noche, no recordaba nada fuera de lo común por más que pensara, aún así ese día se marcó el quiebre de esa extraña relación.

Flashback

Heeseung cayó exhausto sobre el colchón, con su pecho subiendo y bajando mientras recuperaba el aliento. Una sonrisa satisfecha y algo tonta iluminaba su rostro. Por primera vez en mucho tiempo, sentía una paz plena, un vacío llenado en su interior. Tener a Sunghoon tan cerca, tan real, era como un sueño que solo se había atrevido a imaginar. Ahora, en cambio, estaba ahí, al alcance de su tacto, su piel marcada por las huellas de su amor. La imagen junto a él lo llenaba de una calidez indescriptible, una sensación de pertenencia que hacía que todo pareciera tener sentido.