Pon un precio a las emociones, estoy viendo alguna nueva para comprar, la tristeza me la dieron gratis, el temor es mi mejor amigo, la ansiedad toma siestas en mi cabeza pero siempre se llega a presentar, la furia me ataca a mí mismo como una emoción autoinmune ya que la culpa siempre está en mi aunque no sea así, el desagrado lo consideramos a la falta de apetito y las náuseas que se siente a la comida porque tus emociones trabajan en encontrar la alegría.
Se esconde o desapareció por completo, veo las cosas que me provocaron alegría en algún momento de mi vida y aparece la nostalgia, tomemos en cuenta que hace tiempo no siento el sentimiento de gusto. Todo se ha vuelto repetitivo en ciclos que por más velocidad que tenga, recorro el mismo mundo circular que termina en el mismo movimiento, siempre se marca una distancia pero nunca un desplazamiento, y eso no es que esté mal, recuerdo que el mal está en donde empiezas a encontrar nuevas cosas en la normalidad, claro, cuando la normalidad no es normal. Mañana abro de nuevo mis ojos, me lavo la cara y veo la decadencia en la que van mis aspectos faciales, veo dolor y miedo en mi mirada, mi sonrisa termina ocurriendo para no hacerme sentir tan mal, los precios se deben pagar, yo moví el cielo y el diluvio cayó en mis ojos, moví la tierra y las grietas me cobraban mi esfuerzo, solo quería ser feliz una vez más.
Paso tras paso, huella tras huella deben ser borradas, estas historias deben ser olvidadas, cuando la euforia toque de nuevo mis puertas, no puede ver mis ojos agrietados y mi hogar derrumbado. ¿Qué hago acá? Debo empezar a renovar mis emociones y apuntarles a cada una para preguntarles si seguiremos cayendo como recuerdos, ¿Debo disparar o veo más allá de lo viejo?, ya no le veo lo clásico a Beethoven y no veo pistas en sus sinfonías, ya no veo las notas compuestas aunque estemos quizás en un poco de sus sentimientos autóctonos. Veo lo clásico en las letras que quedaron en mi vida, me salvaron y me volvieron a matar, Gabriel Marcía Márquez alguna vez dijo "La vida no es la que uno vivió, sino la que uno recuerda y cómo la recuerda para contarla", ¿Qué hay cuando lo que quieres recordar solo te hace daño? Somos masoquistas las personas que regamos las flores para que no se marchiten, sabiendo que si la regamos de más, después te pueden traicionar.
"Cinco minutos bastan para soñar toda una vida, así de relativo es el tiempo" -Mario Benedetti. Así consideramos el tiempo, relativo, miro al suelo y miro mi reflejo porque he creado un marco, un retrato, mis paredes han visto más sentimientos que las personas que me rodean, ¿Eso no se ve como mil retratos? Los recuerdos son parte de vivir, si miramos siempre al frente y dejamos el pasado como una nueva planta en la Antártida, no podremos empezar a sembrar más vida en el futuro, y a eso es lo que voy, si la montaña es fría y el volcán es caliente, ¿Por qué no encontrarnos en un punto medio? Recordar no duele, duele el recordar que es para siempre, te acompañará hasta el día de tu muerte y el aprendizaje te lleva a cometer errores que así no los veías antes de cometerlos, como errores. Habrán nuevos errores, ayer veía como una primicia la visita al horizonte, hoy veo que no soy capaz de volver a visitarlo, ayer creía que el calor me estaba matando y veo que hoy el frío me está ahogando.
Los recuerdos son momentos pasados que me acompañarán en mi camino, tengo que procurar que no se conviertan en piedras en mis hombros, las emociones saben que más allá están nuevas de ellas, quizás conozca la presencia de alegría en la riña de mi existencia, todos los días veo la vía en la que viaja mi vida y eso me desespera, el botín de mi vida está en manos ajenas y no sé como salir ileso de esta quiebra. Presencio mi vida como pasajera, quiero sentarme en medio de un lago con la punta de mis pies rozando el agua, con una mano en una piedra que estaré tirando, hablando con alguien imaginario porque el humano por naturaleza, aprendió solo y eso no tuvo reemplazo hasta que la inutilidad nos llevó al retraso. Es un retraso conectivo, todos lo vivimos, el lago es agua quieta y eso tiene un indicio, el hombre callado también pero no hay precio que pagar si sigue vivo, mientras escribo, camino en una línea delgada como cuerda de guitarra, miro para mi alrededor y no me da miedo caerme al precipicio, ya que me conecto conmigo mismo, consigo un libro lleno de letras que hoy escribo y mis cinco sentidos trabajan en mantenerme vivo, cuerdo como cuerda en guitarra y letras en libro.
Más allá de lo que podemos permitirnos, vemos lo que nos fue permitido y lo que pudimos haber conseguido, mira mi anillo, mira su brillo... Mira el tejado que hemos construido, no me mojo por la lluvia pero las paredes que construimos, son delgadas y el viento hace su trabajo por lo tanto, claro que las gotas salpicaron en mi círculo, todas las cosas están al revés, no sé si mis recuerdos algo hayan cambiado y mi presente es incisivo, me siento indeciso y no sé si cambiar todo o vivir en el mismo piso, la gravedad desaparece y los muebles no se han movido, veo para arriba y siento que soy yo el que estoy abajo, "La nostalgia es como una fisura en el tiempo, un resplandor de lo que fue, lo que pudo haber sido y lo que nunca será." Haruki Murakami. Tomando en cuenta las notas que me fisuran el cuerpo, Si el Sol apareciera de nuevo, La herida Dolería menos, Respondería por todas las Faces que estoy pasando, el Dolor es mayor cuando no quiero Recordar mis mejores momentos aunque también sea mayor la nota que recuerdo, Si las peonias son hermosas, las rosas no toman forma o ¿Por qué lo clásico deja de ser clásico ahora que el escritor no mantiene su mente cuerda?
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Att: ¿¿¿¿¿????