La muerte de un sueño

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Unas últimas palabras dejaron en mi retrato una mancha, una herida en el fondo de mi corazón y un perdón perdido en el ego. ¿Qué pasa que no puedo respirar tranquilamente? siento que dejaron muy alto la nube en la que estuve descansando y me dejaron caer de golpe, me siento lastimado, me duele porque pensé que la causa de mi felicidad no sería la consecuencia de mi dolor. Esto me pasa por demostrarle mi punto débil y mi debilidad por ese dulce sabor que tenían los labios del panal lleno de esa dulce miel al oso. Duele por querer saberlo todo y no obtener respuesta alguna de su imprudencia, quiero ser egoísta y pensar que jamás podrá recibir la misma poesía escrita, y no solo escrita, también demostrada.

Descansa dulce perezosa, después de que mordieras mi mano cuando te seguí ofreciendo de mi vida, juro no molestar de nuevo hasta que despiertes de nuevo, yo nunca bloquearé las puertas de mi vida para que puedas entrar. Vuelvo a sentir frío en esta montaña que creí que su nieve se derretiría junto a su causa, me queda esperar un abrigo que me lo proporcione la realidad; ya no siento razón para seguir caminando, quiero morir cerrando mis ojos y recordando, simple y sencillamente viendo al cielo nevado de reojo y recordando. 

¿Recuerdas cuando dijiste que estarías conmigo cuando te necesitara? ¿¡Dónde estás ahora pequeña mariposa mentirosa, tediosa, egoísta y odiosa!? preferiste volar tú y dejarme odiándome por confiar en una mariposa. Se desvanecen mis buenos recuerdos, los encierro en mi billetera, son hilos invisibles que también se encierran, como una pulsera. El retrato que estuvo en esas fotos no eran reales, me mintieron mis propias frases, confiar es mi mayor debilidad creo que eso lo sabes. Tantos meses confiando en un sueño, la estrella se estrelló, no pude obtener de ella su perdón porque el sordo sus errores no escuchó y según ella ese fue mi mayor error, pido perdón porque mi puntería erró y la tinta de esa historia acabó, el cielo se oscureció y mi vida me olvidó, ¡IDIOTA! Lo único que soy es un error que por más intento nunca cambió, o seguro no era el error y eso la estrella me contó y se lo  creí porque sino, a los oídos del ignorante ese error era yo.

Escribiendo estas letras me doy cuenta  que, el mejor consejo que puedo dar es no mostrar algo que no eres o no sientes y así te ahorras muchos laberintos que caminar. Retomo la poesía que como si de mis manos se saldría, ¿por qué está de noche si el día me prometías? Decir con crueldad, sin escrúpulos y sin sentimiento tus sentimientos no es justo, si se los dices a quien tanto cuidó de ellos, su caja de pandora es el baúl  de mis recuerdos, logró sacar  de mis ojos lágrimas que no recupero, y miedo que ahora recuerdo, un error bastó para que mostraras la verdadera faceta de tus más oscuros sentimientos. ¿Dónde queda el sueño que tanto perseguía? Quedé solo cuando exactamente dijiste que eso no pasaría, sigo esperando 18 primaveras para ver si tu cara sigue siendo la misma, veo su reflejo en el agua y es turbia su poesía, tanto que ni su propio corazón se la creería.

Muchos villanos en una historia mal contada siguen apareciendo, la caperucita que creyó en el lobo  terminó muriendo, ¡no! pobre caperucita, pero... No murió por el lobo, el quiso salvarla del veneno, porque se cruzó con una blanca nieve que cegó su mirada y le ofreció un árbol con una manzana, caperucita  la comió y ¡Oh no! quedó envenenada. Pero esperen que esa parte de la historia no fue contada, el lobo quedó mal ante aquella jornada, las amigas abrazan el cuerpo de caperucita para jugar el papel de buenas amiguitas a cambio de nada, hoy caperucita vive con el alma en pena porque por esas mismas personas terminó envenenada... Que triste historia terminó siendo, pero bueno, el lobo nunca fue bueno, en ninguno de los casos pudo serlo, tuvo que quedar ante la audiencia como un sucio perro traicionero y esperando a que caperucita no se anestesie por ese veneno y cuente cómo realmente fue todo eso.

Solo me queda agradecer por el papel que me dieron, la montaña sigue creciendo y yo cada vez me veo más pequeño, solo escribiendo a ver si el cursor no se cansa de que lo siga haciendo, si se le acaba la tinta se la pago con versos,  quiero seguir bebiendo del mismo frasco que me prometí seguir bebiendo y creyendo, alucinando y cegando mis ojos, seguir pensando que todo era cierto, el mejor agradecimiento es demostrarlo no solo seguirlo diciendo, con una mano no puedes ofrecerla y con la otra seguirte contradiciendo, no se trata de quién ganó, se trata del que salió perdiendo.

Imaginaba en aquel  sueño, bello, encantador y perfecto; un cuarto azul, dos rosados  y un florero, con hojas sin marchitar, llenas de amor eterno, me quería casar, con el poeta que llevo dentro, no enamores a un escritor si no quieres estar en este tipo de recuerdos. Un trago amargo al saber que el camino terminó de esta manera, ahora soy yo el mayor de mis problemas cuando escucho una melodía y al medio día termina siendo aquella, que recuerdos me trae no siendo cualquiera, era una melodía completa, su sonrisa no es verdadera porque Beethoven hacía sinfonías sin ver las teclas yo ahora las pulso de otra manera y sé cuando una melodía tiene una sonrisa verdadera. 

Creo que esto será lo último que voy a escribir para cerrar un capítulo de mi vida, y con el mil heridas, lectora de las mil palabras si pisas mis letras algún día quiero que sepas que las palabras son frías y le sonrío a la gente pero siempre es una mentira, el niño que protegiste moriría porque dejó de tener lo poco que se ofrecía, un beso y una flor a quién sí se lo merecía, la mañana si llegó y por lo tanto desvaneció la nieve que te cubría.

Att: Mi corazón.


Hace frío en la montañaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora