12. Buenos días

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JiSung sintió un rastro de besos cálidos y suaves recorriendo su espalda, y no pudo evitar sonreír con los ojos aún cerrados, envuelto en una sensación de tranquilidad y felicidad. Cada beso de MinHo era como un pequeño susurro de ternura.

—Buenos días—murmuró JiSung, con voz cansada.

MinHo, notoriamente divertido, dejó escapar una risa suave. Se sentía satisfecho por haber logrado despertar al menor.

—No puede ser, ¿te desperté?—preguntó con un tono juguetón.

JiSung se estiró lentamente, sintiendo el suave roce de las sábanas y la calidez del cuerpo de MinHo a su lado. No demoró en hacer una mueca cuando sintió un leve dolor en su espalda baja producto de la noche anterior.

—Me duele todo—se quejó Sung, girando su cuerpo para quedar cara a cara con MinHo. Una linda sonrisa decoraba el rostro del mayor y no pudo evitar sonrojarse levemente, los recuerdos de la noche anterior no tardaron en aparecer—, ayer fuiste muy salvaje.

—¡Ah! Mi precioso JiSung, estoy completamente seguro de que nunca te escuché quejarte, ¿recuerdas como gemías?—acarició con lentitud las hebras del menor.

—Te detesto—responde Han, sonrojado y dándole un leve golpe en el pecho, intentando ocultar la mezcla de vergüenza y cariño que se reflejaba en sus ojos. Una traidora sonrisa se asomó en sus labios al escuchar una leve risa de Lee.

—No, sabes que no es así—replicó MinHo, dejando un beso en las hebras contrarias.

Luego de unos segundos de silencio, el cuarto se llenó de una tranquila intimidad. JiSung, todavía sintiendo la suavidad de la risa de MinHo resonando en su pecho, se dejó caer sobre el torso desnudo del otro, buscando de forma silenciosa mimos. El capitán, en un gesto casi automático, comenzó a acariciar con delicadeza el cabello desordenado de JiSung, manteniendo todavía su agradable silencio, temiendo romper la frágil burbuja que se había instalado alrededor de ellos dos.

Un pensamiento cruzó la mente de JiSung, logrando que su boca se llenara de un sabor amargo al recordar a DoYun. Con una mezcla de duda y curiosidad, se atrevió a preguntar lo que le había estado rondando en la cabeza desde la noche anterior.

—Hyung—lo llamó suavemente, su voz apenas un susurro, consciente de que lo que estaba a punto de decir podía romper la armonía que los rodeaba—. ¿Qué ocurrió entre DoYun y tú?

El cuerpo del capitán del equipo no demoró en tensarse bajo el peso del jugador al escuchar ese nombre. El cambio fue sutil, pero suficiente para que Han lo notara. Lee guardó silencio por unos instantes, como si estuviera eligiendo con cuidado las palabras correctas.

—¿Por qué preguntas eso?—su voz sonaba cautelosa, casi a la defensiva.

—Porque ayer estuvo aquí, en la fiesta. Me siguió cuando fui al baño con Felix y dijo muchas cosas, entre ellas mencionó que algo había pasado entre ustedes y... no sé, sólo siento curiosidad.

MinHo dejó escapar un suspiro, siempre supo que llegaría ese día.

—Bien—dijo finalmente, con un tono resignado—. Creo que es justo que lo sepas.

El más alto tomó un profundo respiro antes de continuar, su voz bajó un poco, odiaba recordar todos los momentos que vivió junto a Choi DoYun.

—DoYun y yo fuimos novios hace unos años, cuando todavía estudiaba en Gimpo. Él estaba muy enamorado de mí, casi obsesionado, y yo... me convencí de que le correspondía, aunque en el fondo sabía que no era así. La verdad es que lo hacía por coerción. BanSeok, me dejó claro que si rompía el corazón de DoYun, me echaría del equipo de fútbol sin pensarlo dos veces, así que seguimos adelante con una relación que rápidamente se volvió tóxica. DoYun se volvió cada vez más controlador, exigiendo saber cada uno de mis movimientos, con quién estaba y dónde. Llegó al punto de prohibirme ver a ciertas personas, incluyendo a SunHee.

Soccer Player // MinSungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora