Final

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MinHo se quedó paralizado al ver a JiSung en la sala de estar de su casa.

No va a negar que fue terrible verlo, no sólo por el hecho de que se veía demasiado delgado, su rostro estaba demacrado, sus labios agrietados y había oscuras ojeras bajo sus ojos, sino porque fugases recuerdos de su última conversación llegaron a su mente y Lee seguía odiando cómo había permitido otra vez que rompieran su corazón sin piedad, era un verdadero estúpido.

—¿Qué haces aquí? —demandó saber MinHo, su voz era muy tensa y cargada de una furia contenida.

JiSung se levantó despacio del sofá, temblando levemente, pero no por miedo de que el capitán lo lastimara ya que sabía con exactitud que eso nunca sucedería, sino porque era muy consciente de que MinHo podría destruirlo al igual que él lo hizo un par de días atrás y sabía muy bien que no sería capaz de soportarlo, aunque el mayor estaba en todo su derecho de hacerlo.

—Debemos hablar, hyung—dijo JiSung, su tono cargado de súplica y desesperación—, por favor.

MinHo lo miró con desdén.

—¿Hablar? ¿Ahora? ¿Después de todo el daño que has hecho?—la mirada del capitán era completamente gélida—. No voy a perder mi tiempo, Han, ya hiciste tu elección.

El corazón del más bajo se rompió al escuchar aquello.

—Por favor—suplicó el más bajo con la voz rota y permitiendo que lágrimas cargadas de dolor cayeran de sus ojos y rodaran por sus mejillas—. Estás molesto, lo sé y lo entiendo, pero lo único que te pido es que me escuches, debes saber qué sucedió. 

—¡¿Y qué quieres que escuche?!—exclamó MinHo—. ¿Por qué mierda estás tan empeñado en seguir arruinando mi vida? 

—No, no es así. Juro que no es así—dijo JiSung, las lágrimas fluyendo libremente por sus mejillas—. Yo... yo solo quería protegerte. Mis padres... ellos me obligaron a mentir, a decirte esas cosas horribles.

—¿Ah, sí?—interrumpió MinHo, el escepticismo y la ira evidentes en su voz—. ¿Y cómo se supone que debo creer en ti ahora? ¿Cómo puedo confiar en ti? ¿Cómo puedo estar seguro de que no vas a volver a romperme el corazón? 

JiSung tragó saliva, notando el molesto nudo que se instaló en su garganta. Siguió hablando, su voz cargada de desesperación mientras intentaba explicar su dolor.

—Sé que no confías en mí, pero sabes muy bien que todos nuestros momentos juntos no han sido una mentira. Tú y yo hemos creado momentos a los cuáles atesoraremos para siempre y lo sabes, yo sé que sí—insistió, tratando de acercarse al más alto, no obstante, este retrocedió y le ordenó con la mirada que se quedara quieto en su lugar—. Te lastimé y me duele verte sufrir, estos días sin ti fueron una tortura y me hiciste más falta de lo que puedes imaginar. 

Por un instante, Han pensó que logró derrumbar los muros de Lee, tristemente, estos eran realmente duros.

—No te creo—negó con voz dura el capitán—. No voy a abrir las puertas para que vuelvas a lastimarme, no voy a creer ninguna de tus mentiras, así que te pido que te vayas y que me dejes en paz, ya no queda nada más que romper.

Las piernas de Sung temblaron y volvió a acercarse al más alto, ignorando todo a su alrededor y sintiendo una infinita desesperación, necesitaba que MinHo le creyera y no tardó en odiar con más fuerza a sus padres, ¿por qué era tan difícil aceptar a su hijo? ¿Por qué fueron capaces de causar todo ese dolor y no arrepentirse de ello? ¿Por qué nunca fue capaz de rebelarse y encontrar la fuerza para luchar por su amor por MinHo?

—Por favor, MinHo —imploró JiSung, sus lágrimas cayendo por su rostro como una lluvia desesperada—. Estoy aquí porque quiero arreglar las cosas, porque no puedo vivir con el dolor de haberte perdido. Te amo más de lo que puedo expresar y necesito contarte todo lo que pasó para que me entiendas. Nunca quise lastimarte, necesito que me creas.

Soccer Player // MinSungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora