Soccer Player // MinSung

11. Hotter Than Hell

Sus labios se unían una y otra vez, formando fogosos y salvajes besos mientras que el placer invadía los cuerpos de ambos, las manos se volvían más traviesas con el pasar de los minutos y la ropa estorbaba así que pronto estaría en el piso.

JiSung jadeó y se aferró con necesidad a la tela de la camisa de MinHo cuando este comenzó a restregarse deliciosamente contra él, Han se arremolinaba apegando más su espalda contra la muralla del dormitorio que ambos usarían para satisfacer sus oscuros deseos aquella noche. La música de la fiesta seguía a máximo volúmen pero no se escuchaba con claridad o puede que lo hiciera, aunque eso no les interesaba en lo más mínimo, ahora lo único importante es satisfacerse gracias al cuerpo del otro.

A pesar de que estaban en unos fríos días de otoño, tenían demasiado calor y ahora sí que la ropa era un estorbo que no demoraría en desaparecer, MinHo aumentó la fricción en sus miembros, llevando una pierna de JiSung a un lado de su cadera para hacer el roce más profundo y satisfactorio. Sus bocas ya no se besaban, Lee comenzó a recorrer el cuello de su menor con sus labios, mordiendo en algunas oportunidades, pasando su lengua por aquí y por allá para dejar un tenue camino de saliva, también era muy obvio que no dudaría en dejar unas cuantas marcas, no pudo pasar desapercibido que hubo varias personas (la mayoría, chicos hormonales) que no apartaron su mirada del menor y debía dejar claro que Han ha estaba con alguien, tal vez no de modo oficial, pero estaba con alguien.

Sí, estaba celoso, no iba a negarlo. De solo pensar en el morboso modo en que algunos miraban a su chico hacía que su sangre hirviera y que sus celos salieran a flote, generalmente trataba de ser calmado y serio, no obstante, ahora con un poco de alcohol en sus venas, sus demonios comenzaban a tomar el control de su cuerpo. Deleitaba sus oídos con los suaves gemidos que Sung soltaba debido al exquisito roce y a las marcas que decorarían su cuello.

El cuerpo de JiSung simplemente lograba volverlo loco, no podía describirlo de otro modo, descubrió que tenía un montón de fantasías sexuales con el más bajo y tenía planeado cumplirlas todas, Han era el único que lograba encenderlo de esta manera.

El menor tiró su cabeza hasta atrás, dejando su cuello a total disposición de su mayor en cuanto este desabrochó con dedos expertos sus pantalones y adentró su mano en su ropa interior, tocando su polla y no demoró en comenzar a acariciarla, logrando que un sinfín de emociones placenteras recorrieran al más bajo.

—MinHo—suspiró, cerrando los ojos y enredando sus dedos en el cabello del mencionado, con la respiración muy agitada.

La mente de JiSung estaba tan nublada que no era capaz de recordar en qué momento comenzó a besarse y a toquetearse con MinHo. En un instante caminaba junto con Felix para reunirse con el grupo y al otro, se vio encerrado en una habitación, atacando salvajemente los labios del mayor y frotándose contra este, sintiendo al placer y lujuria apoderarse de su cuerpo.

—¡MinHo!—exclamó, cuando las caricias se hicieron más rápidas y bruscas, tratando de llevarlo al clímax.

—Shhh, precioso—Lee mordió con coquetería su labio inferior, sin detener el movimiento de su mano en el miembro ajeno mientras sentía que el propio comenzaba a doler—, ¿o quieres que nos descubran?

La probabilidad de que los descubrieran era muy baja, la fiesta se estaba llevando a cabo en el primer piso y ellos estaban en el tercero (sí, la casa de ChangBin tenía tres pisos), podían escuchar a lo lejos el sonido de la música y una que otra persona había tratado de entrar en la habitación, pero la puerta se encontraba cerrada con seguro, por ende, cada intento de terceros por entrar al dormitorio era fallido.

—N-no importa—jadeó—, j-juro que no me importa ¡mgh~!

MinHo dejó escapar una pequeña risa socarrona que logró erizar los vellos de los brazos de JiSung. Volvieron a unir sus labios mientras que las sucias caricias seguían y los gemidos resonaban en la habitación.