2 ¿CÓMO ME LLAMO?

81 4 6
                                    

Todos los villanos fueron desterrados a esa isla.

No había comida en condiciones, no había sol, no había apenas recursos.

No había forma de escapar.

Las palabras de mi madre ahora suenan en mi cabeza dolorida. Doy pasos de un lado a otro, agarrando con fuerza el collar que me regaló papá y que en cierto modo me mantiene atada a la cordura en momentos como este. Estoy en crisis, y la negatividad constante de mi hermana no ayuda.

—Tenemos que reponer el reloj —digo finalmente, acercándome a Harley, que ya está sentada en el suelo de nuevo—. Creo que si juntamos las dos mitades, volveremos a casa.

—¿Y cómo planeas encontrar a esas dos chicas, eh? —se cruza de brazos—. Porque, no sé si lo has notado, pero una barrera mágica está rodeando la isla en la que estamos.

—Tal vez ellas también están aquí —le doy mi mirada más confiada, aunque estoy tan preocupada como ella—. Y si no, habrá que encontrar la forma de salir.

—Quien entra, no sale. Aquí no hay magia, Lia.

—Deja de agobiarme, ¿quieres?

Harley levanta las manos y se aleja un poco de mí. Me froto la sien, la cabeza aún me palpita de dolor. Trato de recordar cada palabra, cada historia que papá nos contaba sobre la isla en la que se crio. Siempre dijo que era muy importante tener a gente de tu lado que te guardara las espaldas.

Genial, porque nadie nos conoce aquí y estamos solas.

—¿Se te ha ocurrido algo ya? Porque tengo hambre y he encontrado este restaurante...

Abro mucho los ojos y me giro al instante, solo para encontrarme que Harley ya está entrando en el restaurante.

—Harley... —Gruño, siguiéndola de mala gana.

Se ha quedado parada justo antes de entrar. Es muy raro que mi hermana vacile, que piense y razone antes de hacer algo. Entonces es cuando escucho una melodía demasiado familiar, y creo que ya sé por qué se ha quedado en la puerta.

"Uuuuma, Uuuuma, Uuuuma, Uuuuma".

El corazón me empieza a latir más rápido y agarro a mi hermana con fuerza antes de que pueda entrar. Me obligo a mí misma a no mirar dentro del restaurante y trato de arrastrar a Harley conmigo.

—Venga, vamos a...

—Es mamá.

No insisto cuando escucho lo que dice. Por supuesto que sé que es mamá, por eso no quise mirar. Pero mis ojos me traicionan y se van directos a la adolescente que camina sobre una mesa de la mano de su primer oficial. Me cuesta asimilar lo que veo, asimilar que estamos en otra época. Que nuestros padres ahora tienen nuestra misma edad.

Que, en este tiempo, aún ni siquiera hemos nacido...

—¡Mam... ! —Le pongo una mano en la boca antes de que pueda terminar la frase. Por suerte nadie la ha escuchado.

—Esos nos son nuestros padres —le digo al oído, con la mirada fija en ellos—. Aún...

Papá... Harry se está acercando a la puerta de pronto, agarrando a Gil por el cuello de la chaqueta. Tiro de mi hermana con rapidez antes de que pueda vernos y consigo escondernos tras un barril. Cuando vuelve a entrar, libero un suspiro.

—Tenemos que entrar —Harley se pone en pie, arriesgándose por completo a que Gil la vea.

—¿Qué? ¡No!

—Lia, mamá decía que en estos tiempos ella era prácticamente la reina de la Isla. Necesitamos a alguien con tanta influencia de nuestro lado o moriremos antes de que puedas darte cuenta y evitarlo como siempre haces —su expresión tan seria me es chocante. 

Normalmente nunca habla en serio o dice cosas razonables, pero lo que dice me hace callar. Por una vez no veo a mi hermana pequeña impulsiva. Por una vez está siendo coherente, madura. Pero no me gusta tener que darle la razón.

"Necesitamos aliados".

Me digo a mí misma.

—Que no se te ocurra abrir la boca—la agarro de la muñeca y entramos.

Y toda la tripulación se gira a mirarnos.

Trago saliva, me agarro el collar, juego con mis anillos... Nada ahoga mi nerviosismo. Escucho unas botas de tacón caminando sobre la madera, acercándose cada vez más. Los piratas se abren a su paso hasta que tengo a una versión adolescente de mi madre enfrente mía.

—¿Quiénes sois?


VIAJE AL PASADO ~ Una historia basada en Descendientes 4Donde viven las historias. Descúbrelo ahora