11 DESCUBRIENDO LA VERDAD

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Ambas nos quedamos bastante quietas cuando se queda mirándonos.

La oscuridad cubre su mirada un poco, pero tiene una mancha de sangre en la barbilla y se encorva hacia abajo ligeramente, como si le costara mantenerse en pie. Tampoco dejo pasar la forma en que se aferra a la borda. Luego pasa de largo, y suspiro al darme cuenta de que no nos ha reconocido gracias a la escasa luz. No es hasta que cierra la puerta del camarote que nos atrevemos a pestañear de nuevo.

Cae un espeso silencio entre ambas.

—Por eso nunca habla de él —susurra Harley finalmente—. Por eso nunca me llevaron a conocerlo.

—Era violento, y temen que lo siga siendo —añado, y me giro para mirarla.

Tiene los ojos un poco cristalizados de las lágrimas que retiene. Pocas veces la he visto emocionarse así, en el mal sentido. Pero lo que tuvimos que ver no fue nada agradable. Papá siempre ha procurado que nadie nos haga daño, y saber que es porque su padre nunca deseó lo mismo para él...

Harley se pone un poco de puntillas, creo que trata de mirar por la ventana con disimulo.

—¿Tú ves algo? —me pregunta, haciendo que también sienta curiosidad por la reacción de mamá.

—Le está curando, creo —entrecierro los ojos—. No es que pueda acercarme mucho o me acabarán descubriendo.

De buenas a primeras, mi hermana se sube a mi espalda y por poco nos caemos. Como era de esperar, Uma y Harry miran fijamente la ventana ante el ruido, así que tenemos que agacharnos hasta que apartan la mirada.

—Te voy a matar... —Mascullo.

—Calla, quiero ver lo que pasa.

Tengo que hacerle caso por mi propio interés. Creo que se están mirando a los ojos, durante un tiempo. Luego Uma parece inclinarse hacia él, pero no podemos ver mucho más, porque su espalda tapa a Harry de nuestra vista.

—¿Se están besando? —dice Harley en mi oído, y sé que está sonriendo como loca—. Joder, ¡se están besando! ¡Tenía razón!

Se baja de mi espalda por fin, esta vez sin hacer ruido. Pongo los ojos en blanco antes de darme la vuelta y encontrármela con una sonrisita orgullosa.

—Ojalá hubiéramos apostado —se lamenta—. Así te habría quitado algo.

—Una lástima —le sonrío sin mucha alegría—. Ahora volvamos a la cama antes de que nos descubran por tus chillidos de loca.

No replica y, en su lugar, da media vuelta.

—No creo, parecen bastante ocupados... —Le doy un codazo, pero suelta una risita aun así.

—Cállate, Harry está herido.

Harley alza las manos antes de abrir la trampilla que lleva a la cubierta inferior. Al bajar, los ronquidos son odiosos y molestos, pero estoy tan agotada que podré dormir a pesar de ello. Harley se tumba en la hamaca que hay a mi lado, al fondo.

Dejo escapar un largo suspiro al dejarme caer en mi hamaca. Noto el dolor de mi tobillo en cuanto estoy relajada, así que me pongo el hielo que dejé aquí para aliviarlo.

—Bueno, mi plan no ha salido tan mal —escucho a Harley a mi lado.

Libero una risa ronca.

—Sí, casi me apuñalan, pero no tiene importancia —la reto con la mirada, y ella tan solo sonríe, poniendo los ojos en blanco.

—Oye, que te salvé la vida, ¿te acuerdas?

—También fuiste tú la que la pusiste en peligro.

Se encoge de hombros, mirando al techo.

—Estamos en paz, entonces —ella se acomoda en la cama y me da la espalda, así que intuyo que se va a dormir—. Buenas noches, Lia.

—Buenas noches...

Pero antes de cerrar los ojos, me quedo mirándola.

No sé qué voy a hacer para que no me mate cuando le diga que perdí el reloj.


VIAJE AL PASADO ~ Una historia basada en Descendientes 4Donde viven las historias. Descúbrelo ahora