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— ¿Ni siquiera te devolvió el saludo? — HyeRin pregunta, cruzándose de brazos con indignación.

— No. — Asiento, sin darle mucha importancia al tema. No es como si tener una amistad con Han Yujin me quitara el sueño.

— ¿Qué le pasa? Ni porque estamos cada vez más cerca de la universidad se deja de comportar como un niño. En verdad, no lo soporto.

A pesar del pequeño contratiempo de esta mañana, me alivia saber que nuestros días en la preparatoria  no serían tan distintos a nuestros típicos días de  secundaria. Siempre éramos los tres contra el mundo, paseando por ahí, platicando por allá y comprándonos un jugo de uva cada mañana para empezar el día con energía.

— Nos faltan dos años para ir a la universidad. ¿De qué estás hablando? — Taeyang se ríe, siempre ha sido más lógico que sentimental. El odio de HyeRin que antes iba dirigido a Han Yujin ahora tiene un nuevo objetivo. Mi amigo palidece al instante. — Está bien, es una broma.

No le presto mucha atención a la pequeña y ridícula discusión que mantienen detrás de mí, pues mi mirada está fija en el pasillo.

¿Habrá salido ya de clases? ¿Sería prudente saludarlo si me lo encuentro? ¿Qué le diría siquiera?

— ¿A quién esperas, ChaeRin-ah? — La voz de Taeyang me regresa de golpe a la realidad, sobresaltandome. — ¿A tu príncipe azul? No tienes que esperar mucho, está justo... ¡ahí! — Señala, y yo, como una tonta, sigo su dedo que apunta a la puerta de nuestro salón. — Dormido en la banca, seguro, esperándote.

— ¡Yah! — HyeRin lo interrumpe con un codazo y él solo se ríe. — ¿Cómo te atreves a emparejar a ChaeRin con ese maleducado? Nuestro primer día de clase y actúa como si él fuera el chico más popular de la escuela. Es ridículo. Amiga, la próxima vez que te dé la espalda, le pateas la mochila. Sin piedad.

Hanbin tiene que ser el chico más popular de la escuela. Estoy casi segura de ello. No puedo imaginar a otro alumno más inteligente, atractivo, amable, carismático... ¿En qué salón estará?

Como si pudiera leer mis pensamientos, Taeyang me contesta.

— Está en el salón 5C. — Al ver mi expresión sorprendida, niega divertido. — Seok ChaeRin, eres tan predecible...

Su brazo reposa cariñosamente sobre mis hombros. Algunas personas que pasan por el pasillo nos miran, pero yo nunca me he sentido incómoda con sus muestras públicas de afecto. Taeyang ha sido, quizá, mi primer amigo desde que tengo memoria y sé que no es un mal chico. Además, bajo ninguna circunstancia pensaríamos en vernos de esa manera. La simple idea me provoca náuseas, y estoy segura de que el sentimiento es mutuo.

— ¿Cómo lo sabes? — Le cuestiono. — Ni siquiera lo conoces.

— Llamaron a todos los jefes de grupo primero cuando nos asignaron nuestro salón, y él fue el único que no se presentó. Solo até cabos. — Taeyang se encoge de hombros como si fuera la respuesta más obvia.— Además, llevo escuchando su nombre durante ¿un año?¿dos?..

— Tampoco lo he mencionado tanto.—Me defiendo, avergonzada.

— ¿Qué no? — Mi amigo suelta un suspiro de frustración. — Me arrepiento de no haber contado cuántas veces escuché su nombre el año anterior. Ya hasta yo me siento enamorado de él.

Me aparto y golpeo su hombro, pero él me vuelve a abrazar, entretenido por mi reacción.

— Cuánto mínimo me gustaría ponerle un rostro, porque eso de que es "una mezcla entre Hwang Minhyun y Cha Eunwoo" me parece extremadamente difícil de creer.

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⏰ Última actualización: Oct 03 ⏰

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Hasta que las estrellas dejen de brillar (Sung Hanbin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora