──★ ˙ ̟ one-shots!!
'⎚⩊⎚' -✧
¡Escritos con mucho amor y cariño por mi! Todo hecho por diversión, no lo tomen en serio...
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- No acepto pedidos.
- Actualizaciones, probablemente, lentas.
- Contenido explicito, sugerente y cuestionab...
Continuación de "pequeño secreto" del one-shot anterior. ¡No hace falta leerlo para entender!
Advertencias: contenidoexplicito.
UA! Moderno
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Tomioka Giyuu y Sabito
"Viejos amigos y un secreto"
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- Bueno, nos vemos otro día. - Sabito corto la llamada telefónica apenas se despidió, no muy interesada en el otro lado de la línea.
Su mirada aburrida viajo hasta la llave de su casa, abriendo la puerta con facilidad cuando se dio cuenta de que ni siquiera tenía l seguro puesto.
Urokodaki nunca le pone llave. Como decia Makomo antes de irse a la ciudad para estudiar en la universidad; "va a dejar de ser divertido el día en el que un ladrón entre a robarles".
Aunque vivan en un pueblo tranquilo, no hay que confiar en nadie.
El muchacho entró a su hogar tranquilamente hasta que escucho un ruido proveniente del living.
No solo era la tele prendida, eran voces.
Apenas podía oír murmullos, también respiraciones agitadas y entrecortadas.
- ¿Giyuu? - Se acercó hasta el origen del ruido.
Le sorprendió ver la escena que le estaban dado. Giyuu, su mejor amigo y prácticamente hermano, junto a ti, su amiga de la infancia.
- Wow. - No puede evitar sorprenderse, abriendo los ojos como platos.
Nunca espero ver algo así.
Ambos están en el sofá, tu a horcajadas sobre él. Él esta despojado de su camiseta, permitiéndote ver y tocar su tatuaje. Sus manos están sobre tus pechos, uno en cada uno.
Ante la sorpresa, literalmente te caes hacia un costado y Tomioka queda tan duro sobre su lugar que solo puede verte con sorpresa. Sus ojos van de Sabito a ti, ni siquiera sabe a quien mirar.
- ¿¡Sabito!? -
- No se preocupen, no quise interrumpir. - Les da una sonrisa como si fuera la cosa más natural del mundo.
Deja su mochila en el suelo y se acerca, sentándose en el sofá individual a un costado de ustedes.
- Ya se habían tardado. - Se ríe al ver la carpa dentro de los pantalones de Tomioka, burlándose con la mirada.
- Sabito, dios, me asustaste... - Murmuraste, recomponiendote en tu lugar. Te sentaste justo al pelinegro con las piernas cruzadas.
- ¿Pensaron que era el abuelo? - Pregunto riéndose un poco, mirándote a los ojos mientras permanece con la espalda sobre el sofá. Sus ojos viajaban sobre tu cuerpo.
