──★ ˙ ̟ one-shots!!
'⎚⩊⎚' -✧
¡Escritos con mucho amor y cariño por mi! Todo hecho por diversión, no lo tomen en serio...
• ────── ✾ ────── •
- No acepto pedidos.
- Actualizaciones, probablemente, lentas.
- Contenido explicito, sugerente y cuestionab...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Cada día veo tu sombra.
Kyo, ¿por qué vienes a verme?
Hace tiempo te fuiste, pero yo sigo viéndote en cada lugar al que voy.
¿No te parece gracioso? Ahora que estoy sola, puedo darme cuenta de cosas que antes no.
Ahora que ya no estás, me doy cuenta que el sol no es tan brillante y me quema cuando paso demasiado tiempo debajo. Es raro, porque lo amaba tanto como a ti cuando estabas.
Ahora prefiero viajar de noche, aunque muchas veces este a oscuras y no pueda ver ni mí propio reflejo en el agua.
Cazo demonios, esperando poder hacer una diferencia, por más minúscula que sea.
Recuerdo esos días cuando nos cuidabamos las espaldas, yendo de la mano a todos lados y protegiendonos de cualquier peligro.
Siempre me apoyaste y cuidaste, cosa que yo no pude hacer el día que me ausente a aquella misión en el tren.
Estoy segura de que si hubiera estado ahí, las cosas hubieran sido diferentes.
Pero debo dejar de culparme, Mitsuri me lo ha prohibido. Creo que fue la primera vez que me habló enojada. Tu discípula es muy buena amiga, la mejor.
Y decidí vivir por ti, por los dos. Para que ese recuerdo tuyo viva todo el tiempo que yo lo haga.
Pero el tiempo se me fue muy pronto.
Asesinamos a Muzan y yo caí, todos estábamos agotados, pero mí sangre esparcida como un charco no fue alentador para los kakushi que intentaron salvarme.
Valió la pena, cada herida y segundo agonizando hasta que por fin dejé de respirar.
Lo último que vi fue el cielo azul, el sol alumbrando mi rostro cubierto de sangre.
Espero que nuestros amigos me recuerden con una sonrisa, aunque no haya sido la persona más alegre del mundo.
— ¿Por qué vienes a verme? — Volví a preguntarme, está vez viéndote de frente.
Ya no tengo heridas, puedo sentirlo cuando tomas mí mano y el calor que crei olvidado invadió mí cuerpo.
— Quiero irme contigo. — Dijo con una sonrisa, yo suelto una risita tonta.
Ladeo la cabeza levemente. Por supuesto, me estaba esperando...
— Debimos casarnos cuando pudimos. — Suspiré, reafirmando el agarre de sus dedos contra los míos.