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En el aula de 5to Humanidades

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En el aula de 5to Humanidades

Sigma estaba sentado viendo su celular a escondidas. En su defensa, se estaba muriendo del aburrimiento; llevaba dos horas seguidas de inglés. No es que no le gustara la materia, es que se le hacía extremadamente fácil. Después de lo que parecía una eternidad, el timbre sonó, dando señal de que podían salir. "Por fin", pensó Sigma para sí mismo. Salió del aula directo al patio a paso tranquilo, sabía que probablemente Dazai y Nikolai lo estarían siguiendo, como de costumbre, y por supuesto tenía razón: ahí estaban.

Los tres se sentaron en un lugar del patio que estuviera un poco apartado de los demás estudiantes, mientras hablaban de cualquier estupidez. Al rato, todos continuaban hablando, pero Sigma podía notar cómo las miradas de sus dos amigos se desviaban una y otra vez. La vista del castaño alternaba entre cierto pelirrojo del curso de Economía y la parejita de 4to de Humanidades que tanto quería juntar: Akutagawa y Atsushi, un mocoso al que Dazai parece que quiere mucho, y para qué mentir, a él también le caía algo bien. Buenos gustos musicales.

Por otro lado, estaba Nikolai. Había que admitir que no miraba tan descaradamente a otras personas como Dazai a Chuuya. Aun así, Sigma pudo ver que a veces su mirada se desviaba hacia Fyodor del curso de Economía. Nunca entendería por qué no le agradaba que Nikolai lo estuviera mirando o estuviera cerca de él. ¿Le gustaba o qué? Igual eso no le importaba; tal vez Nikolai le encontraba cierto atractivo, y la verdad no lo culpaba, era bastante fácil encontrarle el atractivo.

Para su desgracia Fyodor se acercó a ellos, no sabía por qué, seguro alguno de sus dos estupidos amigos lo llamo.

—¿Qué mierda quieres, Dazai?— Comenzó diciendo mientras se paraba de frente al recién nombrado.

Bingo, fue el estúpido de Dazai quien lo llamó.

Antes de que Dazai pudiera responder Nikolai lo interrumpió saludando a Fyodor de manera ruidFyo
— ¡Hola, Fyo! —

— Hola, Nikolai — saludó Fyodor con indiferencia. Ya ellos dos se conocían y era costumbre que Nikolai siempre actuara ruidoso con Fyodor, quien se mantenía serio como siempre.

— ¿Cómo andas, Fyo? — preguntó Nikolai, claramente queriendo iniciar una conversación de alguna u otra manera.

— Estaría mejor si tal vez no me dijeras todo el tiempo "Fyo" —

— Nop — respondió Nikolai divertido.

Fyodor rodó los ojos, ignorando el comentario de Nikolai. En vez de eso, se dirigió a Sigma.

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