Flowers

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[Perspectiva de Ranpo]

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[Perspectiva de Ranpo]

Se encontraba en una esquina del patio. Era recreo y estaba super aburrido. ¿Qué podía hacer? Ranpo se lo preguntó al menos siete veces. Juraba que si no hacía algo pronto se moriría de aburrimiento. Podía ir a hablar con alguno de su grupo, pero todos parecían estar ocupados. Chuuya hablaba muy entretenidamente con un chico de cuarto llamado Akutagawa, Kunikida estaba sumergido en un problema de matemáticas desde hacía 25 minutos, y Fyodor seguro estaba fumando en algún rincón de la escuela. ¡No tenía a nadie!

No podía permitirse aburrirse, así que pensó en otras opciones. ¿Alguien del curso de humanidades? Repasó nuevamente a los alumnos del curso contrario, pero sólo recordaba a los que conocía y con los que al menos había dicho 'hola'. Es decir, no eran muchos. A ver... Dazai, o más bien, su trío de amigos, era una opción, pero esos tres siempre estaban juntos y unirse de la nada no le favorecía tanto.

A punto de rendirse, de repente pensó: ¡Poe! Uno de los chicos de humanidades. Siempre estaba con un libro en la mano o escribiendo, así que probablemente estaría solo. Se levantó de golpe, intentando localizarlo. Cuando por fin lo logró, se apresuró a ir hacia allí. En cuestión de segundos, estaba detrás de Poe, quien estaba sentado y apoyado contra un árbol. Ranpo usó el árbol a su favor y se escondió detrás de él, pegándole un susto de muerte al pobre Poe.

— ¡AH! ¿¡Qué mierda!? — Gritó el castaño extasiado

— Para flaco, era una joda. — Dijo Ranpo acercandose para sentarse al lado de Poe.

— No te aparezcas así, me cague todo. —

— Cagon, en fin ¿Qué haces? —

— Manejo moto — Dijo sarcasticamente Poe mientras seguía escribiendo

— Boe, dale. ¿Qué escribís? —

— No te voy a decir —

— Uh, dale. Re mala onda, decimee — Insistió el pelinegro.

Ranpo se acercó a Poe por encima de su hombro para ver qué estaba haciendo. Automáticamente, Poe cerró el papel y se volvió rápidamente para mirarlo de mala manera. Mala idea. Al estar Ranpo tan cerca, su rostro quedó a pocos centímetros del de Poe. Ranpo, sintiendo la proximidad incómoda, intentó retroceder para crear distancia, pero Poe lo tomó de la muñeca, obligándolo a quedarse en su lugar.

— ¿Qué pasa? ¿nervioso? —

Sí, a Ranpo realmente le gustaba Poe desde hace tiempo, pero no se atrevía a decirle nada. Aunque su cerebro nunca le fallaba y podía jurar que Poe sentía lo mismo, no quería ser él quien arriesgara el primer paso. Ranpo se soltó del agarre de Poe con un resoplido brusco mientras se frotaba la muñeca, pues, aunque no lo pareciera, Poe tenía mucha fuerza.

— Claro que no, ¿Por qué abría de estarlo? — se excusó desviando la mirada

— Oh no se, dime tu. Yo solo digo lo que pienso, no por nada mi un ligero sonrojo tuyo, y sin olvidar como se agrieto notoriamente su fachada de payasito de cuarta.—

BSD argentoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora