★«"Say that it's possible. How do we rewrite the stars? Say you were made to be mine? Nothing can keep us apart. 'Cause you are the one I was meant to find"»★
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☾✧˖°✰𝘾𝙃𝘼𝙋𝙏𝙀𝙍 𝙏𝙃𝙍𝙀𝙀: 𝙉𝙪𝙚𝙫𝙖 𝙥𝙧𝙤𝙛𝙚𝙨𝙤𝙧𝙖☾✧˖°✰
SENTÍA su cara arder de una manera un poco vergonzosa, se tapaba el rostro con las manos y evitaba el contacto visual y físico que trataba de tener Meichi con él. El chico trataba de llamar su atención, llamándolo en voz baja por su nombre y tocando de manera disimulada el brazo de Noah; pero Noah estaba tan avergonzado que no le prestaba atención.
Mantenía su cabeza oculta entre sus brazos, teniendo la mirada fija en su escritorio e ignorando por completo la presencia de su nueva profesora. Lo bueno es que se sentaba hasta atrás, así que no llamaba la atención, no tanto como los que se sentaban adelante.
Meichi pasaba su mirada de Noah a la nueva profesora, y luego de un rato comprendió lo que pasaba, suspiró y masajeo la espalda de Noah; tratando de no llamar demasiado la atención, aunque eso era bastante fácil puesto que la atención de la mayoría del salón estaba fija en otro lado.
Las chicas hicieron unas últimas muecas de asco y de a poco, se fueron sentando en sus respectivos asientos; Noah subió la cabeza lentamente, se sentía un pervertido de primera. Sabía que era normal tener hormonas y sentir atracción por otras personas, pero ¿sentir atracción por una profesora? Aquello no le gustaba para nada...O sea, le gustaba la profesora, pues, pero no el hecho de sentir atracción hacia ella.
Los chicos parecían hipnotizados, cuando la profesora les hablo con su atrayente voz, ellos no dudaron ni un segundo en hacer lo que ella les pedía. Se empujaron entre sí, tratando de llegar con rapidez a sus asientos para así recibir una felicitación por ser tan buenos estudiantes. Sí, aquello sonaba tan pero tan estúpido, que hasta Noah rodó los ojos.
Inhaló con fuerza y luego exhaló, reorganizó sus ideas y luego de unos segundos pudo mirar a la profesora. Bien, ¿era linda? Sí, ¿muy linda? Mil veces sí; pero él era mucho más fuerte que su instinto de hombre hormonal, él podía pelear contra las ideas obscenas que tenían los demás en sus diminutos cerebros. Recordó el nombre que estaba en la puerta del salón, "Mida Rana", bien, esa mujer que estaba enfrente de todo su curso era la tal Mida; la única pregunta que tenía en mente era ¿dónde estaba su otra profesora?
Mida sonrió y Noah juro escuchar más de un suspiro enamorado, se movió con lentitud, salió de detrás del escritorio y se puso enfrente de éste. Su traje vinotinto la hacía ver mucho más adulta y segura de sí misma, además de sus tacones que la hacían ver más alta de lo que era. Miró a su alrededor y sonrió al ver las diferentes reacciones que tenían sus nuevos estudiantes ante su presencia.
Saki Miyu, la cual se sentaba enfrente de Noah se veía muy incómoda, estaba sentada de una forma en la que delataba que no estaba nada contenta con la presencia de la profesora Rana. Y las demás chicas parecían estar igual de incómodas (y hasta cierto punto, enojadas), que Miyu. Hasta Kokona parecía incómoda, aunque Noah no sabía si era por la profesora o por su uniforme que le quedaba estúpidamente pequeño.
