★«"Say that it's possible. How do we rewrite the stars? Say you were made to be mine? Nothing can keep us apart. 'Cause you are the one I was meant to find"»★
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☾✧˖°✰CHAPTER TWELVE: ¿𝙍𝙪𝙗𝙤𝙧?☾✧˖°✰
HABÍAN terminado de repartir los pastelitos en completo silencio, a Noah le pareció lo mejor, no quería escuchar un discurso del porque debía mantenerse lejos de Osoro Shidesu; él sabía que era peligroso así que no necesitaba que alguien se lo dijera.
Amao no dejo de sonreír, aunque había estado nervioso durante unos minutos, luego se le pasó y volvió a actuar con normalidad. Le dirigía miradas de reojo a Noah, analizandolo, tal vez en busca de algún moretón. Noah lo notó, pero no le dijo nada, no quería incomodar aún más la situación.
Una vez llegaron al club de cocina, Amao se limitó a limpiar las bandejas; no estaban muy sucias porque le habían puesto servilletas, pero tenían una que otra mancha de crema pastelera, especialmente en las orillas. Tuvo ganas de hablarle, de explicarle que Osoro en realidad no era tan malo como parecía, pero no tuvo el valor, el ni siquiera conocía por completo a Osoro Shidesu, no sabía siquiera lo que le gustaba y lo que no.
—“Eh, gracias por el pastel…”.
Amao volteó a verlo y Noah deseó por un momento que no lo hubiera hecho, no estaba serio pero sus ojos reflejaban algo que no podía entender a la perfección, aquello lo asustó un poco. Amao miró por un momento la bandeja, sonrió y su vista se enfocó en Noah, como si el fuera lo más interesante de aquel lugar.
—“No estoy enojado, tranquilo”.
—“Ah, eso, eso es bueno”.
Amao asintió y se dió la vuelta, enfrascado en limpiar la bandeja de plata. Noah suspiro, no quería dejar la conversación así, en ese ambiente incómodo pero no tenía los ánimos suficientes para hablar o defenderse. Se fue, simplemente hizo eso y fue ahí donde deseó haberse quedado.
Terminó encontrándose cara a cara con Megamo Saikou, que no se veía del todo feliz, el chico lo vió, tan fijamente que le provocó ganas de salir corriendo. Pudo sentir una mirada en la nuca, sabía con certeza que Amao los estaba mirando.
Noah se fijó en que el rostro del Saikou parecía haberse relajado, ya no tenía el ceño tan fruncido y no estaba tan serio como siempre, ¿aún habría quedado el olor a pastel de chocolate? El tenía la creencia de que el chocolate solucionaría cualquier tipo de problema, incluso si fuera de forma momentánea.
—“Perdón, venía distraído”.
Aquello no era del todo verdad, venía un poco distraído, pero era porque se había sumergido en sus pensamientos, cuando iba a abrir la puerta justamente Megamo la estaba abriendo desde afuera; fue así que se encontraron, no porque el estuviera distraído.
