★«"Say that it's possible. How do we rewrite the stars? Say you were made to be mine? Nothing can keep us apart. 'Cause you are the one I was meant to find"»★
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☾✧˖°✰𝘾𝙃𝘼𝙋𝙏𝙀𝙍 𝙎𝙄𝙓: 𝙋𝙖𝙥á☾✧˖°✰
EL mejor momento de su vida fue cuando se terminó la clase y la profesora Kyoshi los mando a refrescarse. Decirte que levantarse del piso, ir a las duchas a quitarte el sudor y el desagradable olor a mono, para luego salir del vestuario completamente fresco, no era para nada satisfactorio, sería mentirte de la manera más descarada posible.
Cuando el agua le cayó en la cabeza y le recorrió todo el cuerpo hasta terminar en el piso de la ducha, sintió de inmediato una relajación total; su cuerpo se tambaleó levemente, aunque no pudo moverse mucho por lo estrecha que era la ducha. Quizás estaba exagerando, pero sentía como humo salía de su cabeza, como si el agua estuviera cayendo contra algo hirviendo y ahora por culpa del "choque", estaba en proceso de evaporación.
Estuvo un rato largo en la ducha, simplemente dejando que el agua fluyera, levantó su mano y tocó el collar que nunca se quitaba, ni siquiera para dormír; trató de mirarlo pero realmente no sirvió de mucho, aun así, pudo apreciar la pequeña foto que tenía ilustrada. Él y su madre, cuando era apenas un bebé de alrededor de un mes y medio; su madre estaba en sus gloriosos veinte y cuatro años, se veía igual de linda desde que tenía conciencia de lo que pasaba a su alrededor.
Según sabía, su padre había tomado esa foto a modo de recuerdo, era la primera vez que iban juntos a la playa, aunque Noah claramente no lo recordaba. Cerró los ojos y trató de imaginarse el rostro de su padre, realmente no importaba cuánto tratará de hacerlo, nunca lograba imaginar sus ojos.
Lograba imaginar todo su cuerpo y rostro, su cabello, su sonrisa, sus brazos, piernas, absolutamente todo...Menos sus ojos, ¿quizás era algún tipo de...Maldición? O cosas así de brujería que no le interesaban en lo más mínimo, quizás si se lo comentaba al club de ocultismo estos le dieran una respuestas.
O quizás...Lo que pasaba era que simplemente, después de cinco años ya no recordaba el color de ojos de su padre, debían ser marrones, ¿verdad? Los ojos de su madre eran verdes, así que él tuvo que haber sacado el color de ojos de su papá...¿Verdad?
Soltó el collar y la poca imaginación que había logrado contener, desapareció, miró sus manos y suspiró. Apagó la ducha y salió con algo de lentitud, ya no quedaba casi nadie en los vestuarios; su mente estuvo en blanco mientras se ponía su ropa, ni siquiera supo cómo no se equivocó al ponérsela pero lo logró.
Su celular marcaba las seis en punto, las actividades de los clubs ya debían de estar comenzando. Se despidió de Meichi con un fuerte abrazo y con el chico prometiendo tener cuidado al volver a casa y escribirle apenas llegará...Ya se le estaban comenzando a pegar las costumbres sobreprotectoras de su madre.
—"Ten cuidado, ¿de acuerdo?".
—"Se bien el como volver a mi casa, Noah".
—"Solo...Solo ten cuidado y, ya sabes, si te dice algo me cuentas, ¿bien?".
