El camino hacía ti [GoYuu] [Omegaverse]

~ Reconciliación.

༻ El camino hacía ti ༺

En silencio comenzaron a degustar sus alimentos, hasta que Satoru se armó de valor y habló, tocando un tema que aún le generaba incertidumbre.

— Lamento mucho si menciono esto en un momento inoportuno, pero en verdad me gustaría conversar contigo justo ahora.— soltó, mirando atentamente al peli rosa.

— ¿De qué se trata?— no lo aparentó, pero el Omega peli rosa sintió un escalofrío nervioso recorrerle la espalda... esperaba todo, menos que tocarán el mismo tema sobre su matrimonio.

— Es sobre la conversación que escuchaste con Suguru.— respondió.

Dando en el clavo indeseado de Yūji.

— ¿Es necesario?— se detuvo, mostrando una expresión más seria.

— Por lo menos escúchame.— de igual forma paró.— Sé que accediste a no pedirme el divorcio, pero no estaré conforme hasta explicarte todo correctamente.— habló.— En el reino vecino hablamos un poco, pero no lo suficiente como para decir que el tema se cerró.— en el interior estaba un poco nervioso.

No quería decir algo incorrecto y arruinar todo de nuevo.

— Esta bien.— suspiro, dejaría que lo hiciera para terminar con todo eso de una vez.

— Te lo repito, no voy a justificar mis acciones culpando al alcohol que bebí esa noche.— su nerviosismo era tanto que incluso perdió el hambre.— Cuando nos casamos sabíamos perfectamente que una de nuestras obligaciones era traer al mundo un heredero para el reino.— comenzó.— La presión y el estrés que el trabajo nos ejercía era tanto, que convirtieron nuestros primeros meses juntos en un verdadero infierno.— podía recordarlo.

— Si, tienes razón.— desvío la mirada.

Trayendo a su memoria lo doloroso que había sido para él su primer encuentro sobre la cama, sintiendo como si el enorme nudo que se había formado en su interior le desgarrara.
Aunque prefirió guardar absoluto silencio pues, al igual que Satoru, creía que su deber era tener hijos pronto.

— Aquella noche mientras bebía no pude evitar pensar que quizá se trataba de un defecto tuyo y sin ser consciente lo deje salir... causando tu indiferencia y rechazo hacía mí.— bajo la voz.— Desesperado por tener un heredero, comencé a considerar la opción de traer concubinas a este palacio.— explicaba más detalladamente.— Sin detenerme a pensar un segundo en el daño que te estaba ocasionando a ti.— susurró, sin dejar de ver al peli rosa.— Me concentre tanto en ello que provoque dolor en tu interior, haciéndote creer que alguien más estuvo en mi cama.— suspiro.

— ¿Acaso no dormías con ellos?— su curiosidad se encendió nuevamente.

— Es cierto que los bese un par de veces y que incluso estuve a punto de tomar el cuerpo de ese último chico, pero nunca tuvimos relaciones.— confesó.— Antes de rendirme por completo quise intentarlo una vez más, creyendo que podría darte celos si te hacía pensar que dormí con ellos.— ahora se sentía como un idiota.

— Debo admitir que tus palabras me hirieron mucho, haciéndome sentir como una carga para ti y por ello decidí alejarme.— dijo.— Con el tiempo me acostumbre a estar lejos y cuando me di cuenta, ya éramos dos extraños viviendo bajo el mismo techo.— sonreía con pesar.— Tal vez habríamos evitado todo esto si yo te decía lo que escuche.— se sentía culpable.

— En ese caso la culpa es de ambos... ya que yo tampoco tuve el valor y coraje necesario para abrir mi corazón y charlar contigo.— se puso de pie.— Se que habríamos encontrado una solución si nos enfrentabamos juntos al problema.— lentamente se acercó al Omega.— Y no separados, haciendo más insufrible este infierno.— tomó su mano, pidiéndole que se pusiera de pie.